Nace la nueva OTAN

La Organización del Tratado del Atlántico Norte toma un nuevo rumbo, más multipolar, global, y “amiga” de Rusia.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) perdió hoy un poco de su definición exclusivamente atlantista y pasó a ser un poco más global y más cercana a Rusia, tras la aprobación de su nuevo concepto estratégico para la próxima década, en un mundo cada vez más multipolar, donde los enemigos no son los mismos de la época de la Guerra Fría.

Fruto de los nuevos tiempos que vive la alianza, que nació en 1949, casi al mismo tiempo que la disuasión nuclear, cuando las entonces únicas dos superpotencias, Estados Unidos y la extinta Unión Soviética, se apuntaban con sus misiles balísticos e intercontinentales para amedrentarse mutuamente, es el nuevo formato que tendrá la alianza para la próxima década.

Por el momento, seguirá siendo nuclear, tal y como desea Francia, ella misma potencia atómica. Las aspiraciones alemanas de comenzar a hablar de una progresiva reducción de arsenales en el Viejo Continente no podrán cumplirse, al menos de momento: para los 28 socios de la OTAN sería algo -todavía- demasiado “osado”.

La OTAN contará con las armas nucleares mientras éstas sigan existiendo en otras zonas del mundo, aunque trabajará en pos de su posible gradual desaparición, aseguró hoy su secretario general, Anders Fogh Rasmussen.

Replegarse de Afganistán y transferir la seguridad a las autoridades locales, desplegar, con ayuda de Rusia, un escudo antimisiles para Europa y luchar, con menos recursos, contra los nuevos enemigos como el ciberterrorismo o la piratería, son algunos de esos nuevos objetivos planteados hoy por la OTAN en el primer día de la cumbre de Lisboa.

Y es que desde el último concepto estratégico, aprobado en 1999, el mundo ha cambiado sustancialmente y sobre todo tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, o los de Madrid en marzo de 2004, las amenazas se han globalizado y, en consecuencia, las capacidades de la alianza deben también ser globales.

“El nuevo concepto estratégico (de la OTAN) compromete a la alianza con el objetivo de crear las condiciones para un mundo sin armas nucleares, pero confirma que mientras existan (las armas nucleares) en el mundo, la OTAN debe seguir siendo una alianza nuclear”, aseguró Rasmussen, en la misma línea de lo dicho anteriormente por el presidente estadounidense, Barack Obama.

En ese sentido, Rasmussen indicó que el nuevo escudo antimisiles, que podría costar cerca de 1.000 millones de dólares, será “clave” para la futura “arquitectura de seguridad euroatlántica”.

“Hay una amenaza clara. Las capacidades para defendernos de esos ataques (con misiles, por parte de terceros países) existen y podemos permitirnoslo (financiar ese sistema)”, aseguró el danés.

“Esta cumbre hará historia. El concepto estratégico es inequívoco y abierto y demuestra que estamos todos trabajando con las mismas bases”, aseguró por su parte la canciller alemana, Angela Merkel.

El documento final, aprobado esta tarde por los jefes de Estado y gobierno de los socios de la alianza, reitera el compromiso del bloque defensivo a la defensa mutua en caso de ataque, pero hace un llamamiento a mejorar los sistemas de defensa ante retos nuevos y poderosos, como la guerra cibernética, el terrorismo global y la amenaza de misiles balísticos procedentes de nuevos países “problemáticos”.

“Desarrolaremos la capacidad de defender a nuestras poblaciones y territorios de ataques con misiles balísticos como elemento clave de nuestra defensa colectiva, buscaremos la cooperación activa en la defensa con misiles, junto con Rusia”, reza el texto del documento estratégico.

Aunque no se mencionan por su nombre, entre los países que colaborarán posiblemente con la OTAN en su nuevo concepto estratégico podrían estar, según fuentes diplomáticas: Australia, China, India, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, además las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Unión Europea, de ahí, precisamente que la alianza se convierta en mucho más “internacional”.

En relación con Afganistán, donde están desplegados 131.000 soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, Rasmussen apostó por el inicio de una retirada “gradual” de efectivos a partir de 2011, según la propuesta de Obama, para concluir ese repliegue en 2014.

Se trata de que “a finales del 2014 las fuerzas de seguridad afganas puedan asumir la responsabilidad de todo Afganistán”, comentó.

No obstante, Obama quiso dejar en claro que no se trata de abandonar al pueblo afgano. En un artículo publicado hoy simultáneamente por el periódico luso “Publico” y el español “El País”, el presidente estadounidense aseguraba que “el compromiso de la OTAN con el pueblo afgano es duradero”.

DPA


La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) perdió hoy un poco de su definición exclusivamente atlantista y pasó a ser un poco más global y más cercana a Rusia, tras la aprobación de su nuevo concepto estratégico para la próxima década, en un mundo cada vez más multipolar, donde los enemigos no son los mismos de la época de la Guerra Fría.

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