Necesario polo tecnológico-industrial en Bariloche
En el tratado “La ciencia y la tecnología en el desarrollo futuro de América”, el físico y tecnólogo argentino Jorge Sábato desarrolla un modelo de política que requiere de tres pilares para su implementación: el primero es el Estado que promueva, incentive y participe en el sistema como diseñador y ejecutor de la política; el segundo es la infraestructura científico-tecnológica y por último el sector productivo, que es el demandante de tecnología. A esta trilogía se la conoce como el Triángulo de Sábato, y su conformación requiere de una estrecha relación y vinculación de manera permanente, que deriva en un sistema con capacidad de transferencia y divulgación de los desarrollos científicos hacia los actores demandantes de innovación, los cuales materializan dichos conocimientos. Se requiere el trabajo mancomunado de los tres sectores bajo un esquema de planificación a mediano y largo plazo, integrando sus visiones, objetivos y metas de forma precisa y estratégica. Un esquema con estas virtudes permitirá el desarrollo de una estructura productiva de bienes con valor agregado incorporando calidad y competitividad.
El sector científico-académico deberá detectar las mejores formas y prácticas que los actores deben llevar a cabo para lograr proyectarse de manera exitosa y eficiente en el actual mundo globalizado y ante los fenómenos cambiantes de la economía internacional, es aquí donde el conocimiento aparece como un factor esencial de la competitividad, es en la cual la ciencia se aplica a la producción.
La planificación dentro de la globalización debe necesariamente analizar los cambios en la producción mundial, ahora la competencia no es entre países, es entre empresas multinacionales que desarrollan sus producciones y comercializaciones en distintos países. No aceptar el desafío de practicar exportaciones reduce la capacidad de crecimiento y las producciones se ven limitadas sólo a satisfacer el mercado interno y a la capacidad demandante del mismo.
Es imprescindible la decisión política del Estado de impulsar el desarrollo articulado de la ciencia y el sector privado como un factor ineludible de una estrategia de producción, comercialización e inserción internacional. Un claro ejemplo del aporte del Estado en nuestro país es la creación del Distrito Tecnológico de Parque Patricios (CABA) donde ya radican 307 empresas que dan trabajo a 12.283 empleados, y representa un verdadero impulso para las pequeñas y medianas industrias.
Es época de repensar las políticas industriales, de redefinir el concepto básico de desarrollo, ya que la estructura industrial de décadas anteriores se ve enfrentada a un cambio liderado por la ciencia y la tecnología. Es la nueva frontera del conocimiento que apunta a que las economías se desarrollen de una manera mas dinámica e inclusiva.
Los significativos cambios existentes en el mundo que provienen del I+D+I nos obligan a posicionarnos para estar con una visión mas clara y contar con la preparación necesaria ante los mismos.
La llamada tercera revolución industrial de fines del siglo XX, conocida también como revolución digital (proliferación de los ordenadores y automatización de los registros), fue la que promovió avances en la producción y difusión de las tecnologías de la información. Los nuevos avances en la robótica, internet, el manejo de los grandes datos, la telefonía móvil y la impresión 3D van abriendo camino hacia una nueva etapa.
Para el fundador y titular del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, la cuarta revolución industrial ya comenzó a principios del siglo XXI, las nuevas tecnologías y enfoques están fusionando los mundos físico, digital y biológico de manera que transformarán a la humanidad en su esencia misma. Para fundamentar esta definición cita tres pasos a considerar: 1) las innovaciones se pueden desarrollar y difundir más rápido que nunca; 2) la reducción de los costes de producción y el auge de las plataformas que reúnen y concentran actividades de diferentes sectores aumentan los rendimientos de escala; 3) esta revolución global afectará a todos los países, con un impacto a nivel de sistema en muchas áreas diferentes. Sostiene al respecto que esta cuarta revolución industrial tiene el potencial de empoderar a personas y comunidades a medida que cree nuevas oportunidades de desarrollo económico, social e individual.
En la medida de proyectarnos en forma exitosa y eficiente para obtener ventajas comparativas dentro del competitivo mercado global, la transnacionalización (exportación) de nuestros productos nos posibilitará conformar una “marca región” y estructurar nuestro territorio político geográfico proyectado al mundo como resultado de la estrategia de inserción internacional.
Es el desafío de los nuevos tiempos, el Pitba se constituirá en un centro de innovación, investigación y desarrollo de excelencia, con la proyección nacional y mundial que anhelamos.
El Estado rionegrino en una decisión visionaria y plausible ha dado el primer paso para la concreción del Parque Industrial Tecnológico de Bariloche al licitar el plan de infraestructura para la radicación de industrias no contaminantes, el asentamiento de empresas de desarrollo tecnológico, pymes y emprendedores, medida esta que marca toda una decisión hacia la búsqueda del desarrollo y el progreso, que va mucho mas allá de la mera colocación de la piedra fundamental de proyectos nunca realizados y que todavía resultan frustraciones históricas para nuestra sociedad. Los barilochenses tenemos el orgullo de contar con las capacidades científicas y tecnológicas que cuentan con el reconocimiento del mundo y constituyen el reaseguro de la viabilidad de esta aspiración tantas veces postergada.
El proyecto Pitba es a no dudarlo el más trascendente de las últimas décadas para nuestra ciudad por las transformaciones que generará en lo económico y social y porque da inicio a lo que en un futuro, cuando se canalicen las producciones hacia el necesario perfil exportador, será la principal economía regional rionegrina.
* Contador público nacional. Ex gerente general de Proyectos Especiales de la Provincia de Río Negro.
El Estado rionegrino ha dado el primer paso al licitar el plan de infraestructura para radicar industrias no contaminantes, el asentamiento de empresas de desarrollo tecnológico, pymes y emprendedores.
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- El Estado rionegrino ha dado el primer paso al licitar el plan de infraestructura para radicar industrias no contaminantes, el asentamiento de empresas de desarrollo tecnológico, pymes y emprendedores.
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