“Néstor quería ser rico como
el mexicano Slim”
Con larga militancia en el peronismo, Julio Bárbaro es hoy una de las voces que, como suele señalar, “luego de atravesar calvarios y calvarios con el general y después del general”, se tornan severas con el kirchnerismo.
entrevista: Julio Bárbaro, dirigente peronista
–¿Qué opina de la ley de Medios?
–Es parte de un proyecto de ser Venezuela, quedarse con todos los medios, la Justicia, todo. Y si no es por Hugo Moyano, el kirchnerismo se queda con todo el sindicalismo. Si en vez de Hugo hubiese estado Cavalieri, el sindicalismo era otra cosa, se entregaba. Si Hugo es bueno o malo, es otro asunto. Lo importante es que ante el kirchnerismo jugó dignamente. Y Magnetto terminó jugando en defensa de la democracia aunque sea por su negocio, y yo eso lo tengo que respetar. ¿Qué fue el kirchnerismo? Fue un ensayo de quedarse con el poder económico usando el poder político como simple instrumento. Kirchner no vino por el porcentaje, vino por la propiedad de las empresas. Y creó su propia burguesía… ¡Entonces tenemos que ir contra Magnetto con Cristóbal López y Lázaro Báez! Yo estaba al lado de Néstor Kirchner… éramos tres –él, yo y el que ofrecía– cuando a Néstor le ofrecieron 80 dólares por tragamoneda por día, de retorno… Ahí esta la fundación de la riqueza. El sueño de Kirchner era ser Slim, quería ser rico como el mexicano Slim (N de la R: empresario. Según Forbes, uno de los tres más ricos del mundo). Kirchner estaba convencido de que, si llegaba a los 30.000 palos, no había quien lo mee acá adentro.
–¿Se engañó usted con Kirchner?
–¡No! Creí que estaba dispuesto a trascender. Lo hablé mucho con él, más que nadie. Trascender… a Alberto Fernández, no le importaba eso. Alberto con tal de tener un mango… Son tipos que usan la política como vía de ascenso social.
–Usted manejó el Comfer en los primeros años K. ¿Pensó en la sanción de una ley de Medios como la actual?
–Yo le propuse a Néstor que la ley la hiciera el Parlamento. Fui dos veces al Senado y dos a Diputados a plantear, en nombre de Néstor, hacer una ley entre todos. Y más de una vez –diez– le dije a “Clarín”: “Ayuden a hacer una ley; se están suicidando”. La convicción de “Clarín” era que jamás nadie tendría poder para tocarlos… Un día, en “La Nación” dije: “Ustedes no se pueden quedar todo” (Clarín). Me sacaron solicitadas en todos los medios, respetuosas… Pero yo tenía la razón, porque esto es como con los milicos, cuando se les decía: “Si siguen matando los van a terminar matando a ustedes”… Acá se suicida la guerrilla, se suicidan los militares, se suicida “Clarín”, después se suicida Kirchner…
–¿Qué futuro le ve a la ley de Medios?
–Creo que el futuro gobierno tendrá que hacer una nueva ley y una nueva Corte. Yo creo que hay que volver a pensar el país en términos más colectivos… salir de estas ausencia de matices, de todo o nada.
–Dicen los chinos que hay momentos de la historia en que las sociedades están sometidas por “la maldición de vivir tiempos interesantes”. Desde lo político, ¿Argentina está en uno de esos momentos?
–Absolutamente. Hay un reverdecer muy interesante de la política, la gente vuelve a ocuparse de la política…
–¿Política sin militancia?
–¡Cómo sin militancia! ¿Y el voto que es sino la forma más clara de militar, de tomar posición? Hay interés en la política porque la gente se cansó de dejarle la política a la dirigencia partidaria. Ahora la recupera mirándolos a los ojos y diciéndoles: “Yo te elijo pero, si no cumplís, también me enojo y vas a parar…”.
–Sí, sí…
–Y hay debate. Venimos del debate de curros. Y la gente pregunta, interpela al poder en cualquiera de sus rangos. La sociedad quiere que la política le sirva. Y usted tenga la delicadeza de no preguntarme –como suele sucederme– por qué en las unidades básicas y los comités no hay gente… o a lo sumo gente mayor, legítimamente nostálgicos de tiempos que ya no son… luchas, triunfos, derrotas
–Suena a tango…
–Y sí, no soy un filósofo.
–¿Qué es?
–Un apasionado de la política, del país. Tengo 71 años y llevo 90 militando con errores y aciertos, pero siempre por causas que creo que son nobles.
–¿Cuándo Gordon y su matarifes se lo llevaron pensó: “Fuiste Julito”?
–¡Mamita, todo lo que pensé…!
–¿Y por qué no hay gente en los comités y unidades básicas?
–Y dale con Pernía… Porque cambió el país. La gente es cada vez más dueña de sus puntos de vistas, de sus opiniones, no le gusta que le bajen línea. Va por la línea que ella elige y también cambia de línea. Está tan clara esta conducta que resulta estéril preguntarse por qué la política no pasa por determinadas estructuras que en el pasado nos reunían, nos cohesionaban.
–¿Cómo define el pensamiento, la reflexión presente sobre la realidad nacional?
–Se liberan fuerzas. Hay un grupo de gente, no sé… por darle el nombre de algunos: Jorge Castro, Alieto Guadagni, Luis Alberto Romero… gente con muchos años de pensar el país, que alientan mirar el país con amplitud, no desde la economía y la prebenda.
CARLOS TORRENGO
carlostorrengo@hotmail.com
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