Neuquén quiere evitar nuevas inundaciones en la zona oeste

El municipio le pedirá obras a la provincia por 89 millones. Son muros de contención aluvional que deben realizarse en las cuencas del oeste neuquino para el escurrimiento de agua y sedimentos cuando llueve. Las obras deben realizarse en las cuencas 15, 16, 17 y 18.

NEUQUEN (AN).- El municipio le pedirá a la provincia que asuma el gasto de unos 89 millones de pesos en obras pluvioaluvionales que deben realizarse en las cuencas del oeste de la ciudad para posibilitar el escurrimiento de agua y sedimentos cuando llueve.

Así lo adelantó el subsecretario de Obras y Servicios Públicos, Carlos Cides, que sostuvo que «cada una de las cuencas están bajo jurisdicción de la provincia, por participar de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas», AIC.

Cides dijo que para evitar futuros «inconvenientes» durante precipitaciones en esa zona «es necesario construir taludes para frenar el agua y el barro que cae desde la barda». Aseguró que estas obras deben realizarse en las cuencas 15, 16, 17 y 18, todas ellas ubicadas entre barrio hipódromo y los asentamientos Almafuerte 1 y 2.

El funcionario dijo además que el plan maestro de defensa pluvioaluvional contempla estas obras. Y que el cálculo que manejan en la municipalidad da un costo de unos 89 millones de pesos.

En rigor, se trata de la construcción de muros de contención y taludes dispuestos por tramos para controlar el líquido y materiales que siguen la pendiente de las bardas. La mayoría de los sectores afectados durante las precipitaciones de los dos últimos meses, precisamente, se encuentran en esa zona.

Cides informó que la longitud de las cuencas oscila entre los 3 mil y 5 mil metros según el caso de que se trate. Detalló que luego de llegar a la zona urbanizada, el agua que circula por ellas desemboca en el entramado de ductos menores que llegan a la laguna del barrio San Lorenzo Norte. Desde allí, el líquido toma su curso hacia los canales Rodhe y Cinco para terminar, cruzando la ciudad, en el río Limay.

«En realidad, es una forma de prevenir lo que no queremos que pase», dijo con suspenso Cides, que agregó que tal como están las cosas «nadie puede garantizar que con una lluvia mayor la superficie donde se encuentran estos barrios pueda quedar inundada».

Por otra parte, sostuvo respecto a la denuncia de vecinos de las tomas Atahualpa 1 y 2, que el domingo se quejaron por la falta de asistencia durante lluvias que «pudimos constatar que no se habían producido evacuaciones» y que «los problemas no llegaron ni al calibre de los que se produjeron durante las precipitaciones anteriores».


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