Neuquén se deshace de sus casas viejas y deja lugar a los edificios

El mercado inmobiliario las codicia porque están ubicadas en terrenos amplios y céntricos. En la ciudad existen 1.650 construcciones en altura.

La ciudad de Neuquén tiene aproximadamente 1.650 edificios de más de tres pisos. Tiene uno de 27 y unos cuantos de algo más de 20 pisos. Pero todo indica que el número seguirá creciendo y que las casas más viejas le irán dejando paso a las torres, sobre todo en el área céntrica de la ciudad, tanto hacia el este como hacia el oeste.

Sólo basta recorrer algunas cuadras del centro para ver cómo las casas viejas son demolidas y los terrenos preparados para construir torres, más chicas o más grande, según su ubicación.

Desde el Municipio


En lo que va del año la municipalidad de Neuquén otorgó 22 permisos de demolición, casi todos ubicados en la parte céntrica. “La mayor cantidad de permisos de demolición se dieron en el área centro este que es hasta la calle Salta y en el área centro oeste que es hasta la Colón” , aseguró el subsecretario de Obras Particulares del municipio Luis López de Murillas.

Y agregó: “En el 99% de los casos (la demolición) es con intenciones de construir, pero esto sucede cuando están comenzando las tramitaciones para registrar los planos y una vez que los planos estén registrados obtener el permiso de obra que es una tramitación que suele tardar algunos meses. Hay veces que demuelen y lo dejan unos meses como terreno vacío, pero el objetivo final siempre es construir”.

Además el funcionario indicó que tras los 22 permisos de demolición hay planificados 22 edificios en propiedad horizontal. Sin embargo no serían los únicos que se construirían ya que en el primer trimestre de este año, se otorgaron 171 permisos de obras particulares.

La mayor cantidad de esos permisos se concedieron en el área centro este, seguidos por el área centro oeste (en especial los corredores como las calles San Martín y Belgrano), luego en Confluencia Urbana (sobre todo en la calle Obreros Argentinos) y también en el barrio Santa Genoveva.

Las zonas preferidas son las del área centro hacia el este, sobre todo en la diagonal San Juan, también se están empezando a construir algunos edificios sobre la calle San Martín, sobre la calle Belgrano que tienden a irse hacia el oeste. Con lo cual todas las viviendas viejas de esa zona van a tener que convivir cada vez más con edificaciones porque quizás en el futuro se siga densificando esta área”, detalló el subsecretario.

Las casas bajas cambian de lugar


López de Murillas destacó que las casas residenciales están trasladándose a otros sectores de la ciudad. “Las viviendas unifamiliares residenciales se construyen en Terrazas del Neuquén, Valentina Sur, el área Centro Sur en la calle Fava entre Chaneton y la avenida Olascoaga hay muchas viviendas unifamiliares, en Altos del Limay”, contó.

Antonio Mellado, martillero público e integrante de una inmobiliaria neuquina coincidió en que las construcción de edificios es una tendencia en franco crecimiento.

“Cada vez se está dando más hacer edificios en propiedades del centro, si bien este último año no ha habido la venta que estaba planificada, con todo el tema del petróleo la venta de departamentos dan muy bien entonces no sólo los desarrolladores de Neuquén están avanzando sobre esto sino también los desarrolladores de otros lugares del país”, resaltó.

“Con las casas en el centro yo creo que cada vez más se va a dar esta dinámica de que los desarrolladores busquen comprar terrenos en el centro para hacer edificios”, cerró Mellado al respecto.

¿Por qué eligen edificios?


Entre los por qué de la proliferación de edificios por sobre casas hay dos que sobresalen: la demanda de departamentos que produce el propio mercado y la necesidad de los dueños de dejar atrás casas que ya no le son útiles.

“El mercado inmobiliario, supongo que por temas de seguridad, demanda departamentos en propiedad horizontal, es decir en edificios. Hace 30 años todos queríamos irnos a vivir a un duplex con patio, ahora la gente prefiere los departamentos en los edificio”, señalo al respecto López de Murillas.

Por su parte Mellado consideró que “normalmente lo que pasa es que los que venden las casas son gente mayor, que los hijos ya crecieron y se encuentran mirándose la cara en una casa de 300 metros, con tres dormitorios y prefieren vivir en un departamento”. Además confió que “es una muy buena solución para las casas heredadas y se dan muchísimos casos».

Los procesos de subdivisión entre herederos son complejos y onerosos, entonces en la mayoría de los casos lo más simple es vender la propiedad a un desarrollador y obtener a cambio algunos departamentos que se pueden repartir más fácilmente.

En Neuquén no hay una gran merma en la construcción. Cayó respecto al primer trimestre del año 2018 un 12% más o menos la cantidad de permisos otorgados, pero igualmente se siguen tramitando autorizaciones de construir edificios, el mercado no se saturó».

Luis López de Murillas
Subsecretario de Obras Particulares del municipio.

“Muchas de estas operaciones se canjean por metros cuadrados o te dan metros cuadrados en el mismo edificio o te dan parte en otro edificio y parte en el edificio que van a construir. Eso se da mucho porque para el desarrollador la ventaja es que la plata que invertiría comprando un terreno la pone en hacer las bases”, detalló el martillero sobre el protocolo que suele darse en la venta de los grandes terrenos céntricos.

Los terrenos que se buscan para la construcción de edificios son los que miden entre 360 y 400 metros cuadrados y que tienen al menos 12 metros de frente. “Todos buscan 12 de frente porque utilizan los 2 metros para el ingreso de autos y los otros 10 metros para el frente”, aclaró Mellado sobre las condiciones mínimas que buscan los desarrolladores.

Pero aclaró que la ubicación también juega su papel. Es que dependiendo la calle en la que esté ubicado el terreno es la cantidad de metros que se pueden construir y por ende la cantidad de pisos que puede tener el edificio.

Las arterias más anchas, los denominados corredores, son los que permiten mayor volumen de construcción, mientras que las calles internas solo permiten pequeños edificios.

El subsecretario de Obras Particulares del municipio señaló que es difícil determinar en general cuántos pisos se pueden construir ya que “se analiza cada caso en particular”.

Construcciones

22
permisos de demolición se solicitaron en la municipalidad de Neuquén en lo que va de este año.
171
permisos de obra fueron los entregados por el municipio en el primer trimestre de 2019.

Las casas históricas que ven el desarrollo de la ciudad


Varios de los edificios públicos, comercios de antaño y casas de personalidades públicas hoy fueron refuncionalizados y allí se encuentran museos, salas de exposición u oficinas gubernamentales.

Otras construcciones antiguas, no fueron preservadas y han desaparecido. Pero pese al avance inmobiliario y al abandono del patrimonio histórico arquitectónico de la ciudad, algunas casas privadas aún resisten el paso del tiempo. Ellas junto a otras que desaparecieron fueron relevadas por la arquitecta Liliana Montes Le Fort en varias oportunidades.

En sus libros encontramos varios ejemplos de casas familiares que aún dan testimonio del Neuquén de los primeros años.

Las únicas dos viviendas que quedan en Vuelta de Obligado son casas que pertenecieron al plan del Ferrocarril-Sud.

En San Martín 51 ahora hay un local comercial, pero en 1925 cuando fue construida albergó a la familia Santa María en el primer piso y a la primera farmacia de Javier Salvadó en planta baja.


La casa de la familia Carrera Frea (Independencia 366) es otra de las construcciones familiares que resistió el paso del tiempo, por lo menos en lo que respecta a su fachada. Fue construida en 1929 cuando la calle aún no había sido abierta y el servicio de agua no estaba disponible.


La vivienda de Portanko ubicada en la intersección de San Martín y 25 de Mayo, a pesar de haber sido modificada es otra de las casas que intenta resistir.

Otro caso es la vivienda de Brigida Rodríguez (Buenos Aires 123) que a pesar de ser refuncionalizada conserva, en gran parte, su apariencia externa.


O la vivienda de Julio Rodríguez (1929) ubicada en Diagonal 25 de mayo 78 que tal vez es uno de los ejemplos más claros de preservación. También sobrevivió la casa donde vivía el ex director de la Escuela 2. Se trata del ingreso a la actual Escuela Superior de Música que data de 1912. Enfrente de ésta y construida en 1924 se ubica la que fue la vivienda del intendente Mango que aún conserva parte de su fachada.


Otro caso es el de la casa contruída en 1939 para ser morada del Jefe de Policia. El edificio permanece en pie en la esquina de Roca y Santiago del Estero.

El Patio del Alto (avenida Argentina 344) fue, en 1935, la residencia de la familia Salcedo, pese a algunas modificaciones sigue dando testimonio de la historia de la ciudad. Lo mismo sucede con las casas constuidas entre 1947 y 1950 en la avenida Argentina frente al comando militar para ser morada de jefes del ejército.


La propiedad ubicada en Láinez 353 también se mantiene en pie aunque ya no es una vivienda. Se trata de la casa que habitó Ernesto Serrano Saéz un carpintero español radicado en Neuquén que antes de su muerte (en 1961) donó la propiedad a la Asociación Española.


Parecida es la suerte de la casa donde vivió la familia Armas. Se trata de la edificación en San Martín 760 que fue construida en 1925 y que pese a las modificaciones aún lucha por resistir.


Lo mismo sucede con las viviendas Montura (Picunches 2339), edificaciones de 1943/1944 que fueron construidas por la intendencia de Víctor A. García para ser la solución en situaciones de inundación. De las tres existentes solo se mantiene una de ellas.


La vivienda que en 1932 pertenecía a la familia Rosa (Ricchieri 165) hoy ya no es habitada pero la fachada sigue siendo similar.


Y, tal vez, las dos más populares, pero no por eso las más conservadas son La Castellana y la Torre Talero. La primera fue construida en 1930 y pertenecía a Arsenio Bienvenido Martín que la utilizaba como lugar de fiestas o casa de verano. Aunque también fue habitada por el gobernador Piloto.

La Zagala, la Torre Talero, fue construida en 1906 por Eduardo Talero para meditar y escribir, aunque la leyenda indica que su verdadero propósito fue el de ocultar un amor prohibido.

Análisis: Patrimonio histórico neuquino, el futuro de nuestro pasado


Una mirada rápida al mapa urbano de la ciudad de Neuquén da cuenta de un vertiginoso crecimiento a expensas de su patrimonio histórico y arquitectónico. Se verifica un culto al dogma de la tabula rasa que trasciende los signos políticos, más inclinada a la demolición que a la preservación; práctica habitualmente adjudicada a la propia juventud de la provincia.

La Patagonia siempre fue considerada la promesa del porvenir de la Nación y Neuquén encarna hoy, más que nunca, la actitud moderna de considerar al futuro como el único horizonte posible, sin ánimo de “mirar hacia atrás”.

Los jóvenes, plantea Eric Hobsbawm, en su mayor parte crecen en una suerte de presente permanente sin relación orgánica con el pasado del tiempo en el que viven.

El saqueo y destrucción del patrimonio cultural se practicó sistemáticamente a lo largo de la historia universal con el objetivo de eliminar la memoria social. No es necesario ahondar en los riesgos que borrar todos los rastros de nuestro pasado implica.

Mientras, las pérdidas coyunturales de referencias simbólicas nos empobrecen. Necesitamos conocer nuestra historia para valorarla. Y reconocer nuestros objetos de pertenencia, sin desestimar el debate, la coincidencia y la disidencia. El pasado no “fue”: interpela al presente.

Nicolás Padín Marcela Micolich

*Dirección Provincial de Patrimonio Cultural


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