Los pobladores costeros de Neuquén en alerta por las nuevas obras

Si bien reconocen la importancia de los trabajos de iluminación, limpieza y apertura de calles que lleva adelante Cordineu, temen que no les reconozcan derechos sobre los terrenos.

La apertura del tramo de la calle Saturnino Torres hasta el río y la habilitación de Tronador facilitando la circulación vehicular por la costa ribereña del Limay hasta la Isla 132, en un tramo de alrededor de un kilómetro, más el relleno sanitario de la laguna de la calle Boerr, ganando espacio para parquización y un playón deportivo ya construido, han cambiado sensiblemente la fisonomía de ese sector del barrio Confluencia, que pertenece a la interestadual Corporación para el Desarrollo Integral de Neuquén (Cordineu).

Pero para los vecinos que desde hace muchos años ocupan predios en ese sector, en los que se dedican entre otras tareas a criar cerdos y aves de corral, si bien valoran las obras y reconocen que lo han mejorado notablemente con los accesos vehiculares y abriendo expectativas de la llegada de servicios públicos, también les plantea la inquietud de saber cómo se llevará a cabo el proceso de regularización de las tierras.

De hecho que quienes viven en esa zona hasta hace poco tiempo casi inaccesibles, consideran que tienen derechos adquiridos.

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El lunes la comisión de Obras Públicos del Concejo Deliberante comenzó a evaluar un pedido de Cordineu para que se autorice la modificación de una ordenanza, que permita pavimentar cerca de 500 metros de calle Linares, desde el puente de ingreso a la Isla 132 hasta la recién abierta calle Saturnino Torres, en lugar de hacer esa obra, como lo prevé la norma en cuestión, en la calle Boerr.

“Claro que estoy de acuerdo con esos trabajos, el progresos es para todos y nos beneficia a los vecinos y a la gente para que pueda llegar con más facilidad hasta el río, principalmente en tiempo de verano”, dijo José Hermosilla, quien desde hace 30 años ocupa seis hectáreas, llegando por la hasta el momento serpenteante extensión de la calle Tronador, desde Boerr hasta el río.

Sin embargo, de inmediato planteó: “Yo, como el resto de los vecinos, tenemos la inquietud de saber cómo nos van a regularizar la tenencia de la tierra”.

En su caso, remarcó, cuida permanentemente de que no se contamine con basura esa zona. En su predio se dedica a la reparación de autos y vive con su familia.

“Apoyo la urbanización, pero siempre y cuando eso no signifique que se le cierre a la gente la llegada al río, porque es un derecho que tiene para disfrutar de la costa”, añadió.

Wálter vive a unos doscientos metros de José, hacia Boerr. Tiene 35 años y dijo que nació y se crió en lugar que ocupa, donde tiene animales de granja. Casas aledañas son de familiares suyo.

“La apertura de Tronador me parece bien. Toca parte de mi terreno, pero no es problema, sólo habría que sacar algunos árboles. Lo que se necesita es que nos aseguren nuestros derechos sobre a tierra”, advirtió.

Reconoció que la falta de iluminación es un problema, pero que no llega a ser amenaza de robos porque entre los vecinos de protegen unos a otros.

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Miguel Ángel Jofré tiene más de 32 cerdos y numerosas gallinas, que son la actividad que le permite asegurar sus ingresos y el de su hijo y sus familias, a la margen este de Tronador. Dijo que hace 42 años que vive en ese lugar y que “temor tenemos todos los vecinos sobre cómo nos reconocerán las tierras. Pero reconocemos que la apertura de las calles y si pavimentan la Linares será beneficioso para todos”.

Para Belén, que cuyo frente del predio da a Boerr y el fondo a la laguna con agua contaminada, dijo “todas las obras de calles, el playón y los servicios son bienvenidas. El tema es que la urbanización no le quite a la gente el libre accesos, tanto al río Limay, como al Neuquén. Lo dijo porque ya pasó en este sector”.

Aprobó los loteos privados, “pero no es aceptable que se cierren calles que la gente utilizó toda la vida para llegar al río, tanto al Limay como al Neuquén”.

“Las obras tienen que ser en beneficio de todos. Porque con los loteos privados a veces se cortan calles públicas y no debe ser así”.

Belén, vecina de la calle Boerr, que fue habilitada recientemente.

Obras viales

La vereda recién construida contrasta con los montones de residuos, en Boerr y Tronador.
Mauro Pérez

Los concejales evalúan un pedido de Cordineu para que cambien una ordenanza y posibiliten pavimentar un tramo de Linares, en la costa del Limay.

Bermúdez: “No manejamos hipótesis de conflictos”

El secretario de Gobierno y Coordinación del municipio, Marcelo Bermúdez, descartó que tal como están planteadas las cosas “no manejamos hipótesis de conflictos” por las tierras en la zona ribereña del Limay en el barrio Confluencia y, por el contrario, resaltó que las obras que se han realizado, las que están en ejecución y los programas de regularización de los predios significan un beneficio directo para los vecinos.

“La apertura de calles, Boerr y Saturnino Torres, el relleno de la laguna y otras mejoras han permitido que los vecinos accedan a servicios elementales y vamos a seguir con esos trabajos. Benefician a todos, pero fundamentalmente a los que no contaban con servicios”, señaló.

Destacó que el municipio tiene proyectado continuar con la implementación del Programa de Regularización Dominial, que ya se aplicó en cuatro asentamientos.

Se manifestó esperanzado en que los concejales accedan a modificar una ordenanza que obliga a una firma que está haciendo un desarrollo urbano en calle Boerr, entre Saturnino Torres y Tronador, a que en lugar de pavimentar un tramo de Boerr puedan hacer esa misma inversión en Linares.

“La explicación es que el EPAS tiene que construir la Colectora Central de la red cloacal pasando por Boerr y si se hace el pavimento después habrá que demolerlo. De ahí que se solicita la modificación de la ordenanza”, sostuvo.

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Para el presidente de la comisión vecinal del barrio Confluencia, Héctor Luciano Montecinos, “no creo que en el marco de las mejoras y urbanizaciones que se están realizando se afecten los derechos de los vecinos que ocupan tierras desde hace muchos años cerca de la costa de los ríos”.

Destacó que recientemente, en la apertura de Saturnino Torres se presentó el caso de una matrimonio que estaba en el sector y se lo trasladó a otro lugar, incluso con mejores condiciones.

En cuanto a la pavimentación de Linares indicó que “potenciaría un proyecto que presentamos en el municipio para que se haga un balneario en el sector donde esa calle toca con Tronador”.

Vecinos, entre la cautela

y la expectativa

Datos

“Las obras tienen que ser en beneficio de todos. Porque con los loteos privados a veces se cortan calles públicas y no debe ser así”.
450
metros de calle Linares, entre la Isla 132 y Saturnino Torres, se pavimentarán si se aprueba un cambio de ordenanza.
500
metros de calle Saturnino Torres se habilitaron semanas atrás, entre Boerr y la costa del río Limay.
Los concejales evalúan un pedido de Cordineu para que cambien una ordenanza y posibiliten pavimentar un tramo de Linares, en la costa del Limay.
“Las mejoras son buenas. Lo que provoca temor es si nos reconocerán las tierras. Tengo 4 hectáreas”.
Miguel Ángel Jofré
“La llegada de servicios nos ha favorecido. Pero que la urbanización no signifique que le recorten derechos a la gente”. Belén
“Si no se hubieran abierto las calles no habrían extendido los servicios de luz o agua. No hay que dejar de valorar las mejoras”.
Héctor Montecinos

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