No se descarta falla humana por las muertes en Vaca Muerta

Un informe señala que los dos operarios caminaban por un sector no autorizado. Buscan establecer porqué cayó uno de los trabajadores. Solo se realizó la autopsia en uno de los cuerpos. 

El domingo a la noche Vaca Muerta volvió a vestirse de luto por segunda vez es el año. En apenas 15 meses arrastra la triste marca de ocho víctimas mortales en accidentes dentro de los yacimientos.

Con la reciente muerte de Cristian Nicolás Baeza de 34 años y de Maximiliano Francisco Zappia de 24 años en el área Fortín de Piedra, que opera Tecpetrol, las estadísticas marcan que cada 60 días muere un operario en la Cuenca Neuquina.

Definitivamente es un dato sin antecedentes que alarma a todos los actores de la industria: empresas, gobierno y sindicatos. El número supera al registro de los últimos 10 años. Desde algunos sectores de la actividad estiman que las muertes están directamente relacionadas con el incremento en la actividad de los desarrollos no convencionales y que la mayoría se debe a casos de errores humanos.

Sin embargo la falta de autocrítica respecto de la implementación de los cambios aplicados en la adenda laboral a los convenios de trabajo también es llamativa.

De acuerdo a un informe oficial de la subsecretaría de Hidrocarburos de la provincia de Neuquén, que se conoció durante la tarde de ayer, las autoridades consultaron al personal de Tecpetrol y manifestaron que “es un hecho inexplicable debido a que Baeza no tenía tareas asignadas a ese sector y se desconocen los motivos por los cuales se encontraba circulando por ese sector”.

Según pudo reconstruir “Río Negro”, el operario caminaba cerca de una pileta de purga, una especie de tanque que está al ras del suelo y, por causas que restan determinar, cayó dentro de la cámara junto con una de las tapas del piletón.

Al detectar la situación Zappia dio aviso a la sala de operación y se activó el rol de emergencia. Luego intentó rescatarlo, pero la fuerte emanación de los hidrocarburos les habrían causado una inmediata descompensación, asfixia y posterior muerte.

La fiscal Sandra Ruixo, a cargo de la investigación, confirmó ayer que la muerte de Zappia, a quien el doctor Gabriel Gerez le practicó la autopsia, se produjo por intoxicación con hidrocarburo. “No fue por ingesta, sino por inhalación, en muy pocos minutos produce un desvanecimiento, un adormecimiento de la persona y eso desencadena una arritmia”, indicó la letrada a este medio.

Agregó que la autopsia a Baeza se realizará hoy ya que se debió esperar un tiempo por el estado de intoxicación que presentaba el cuerpo. En el primero de los casos descartó signos de violencia y todo hace indicar que lo mismo ocurrirá en la segunda de las pericias.

Además Ruixo solicitó las cámaras de seguridad de la planta donde ocurrió el hecho y otras pericias de campo.

El relato de las empresas
Tanto Baeza como Zappia eran operarios de Pecom que actua como contratista de Tecpetrol en el yacimiento Fortín de Piedra. Se trata de la principal empresa de servicios especiales de la Cuenca Neuquina que regresó a la actividad en 2015 con la compra de los activos de Skanska en el país. Desde esa firma prefirieron no hacer declaraciones sobre el tema.

Por su parte la operadora, el brazo petrolero de Techint, publicó dos comunicados. El primero de ellos minutos después del accidente, el hecho se produjo minutos antes de las 22 cuando, según indicaron, los operarios “realizaban una recorrida nocturna por la Planta Central de Producción (CPF) en el área de una pileta de purga”.

Horas después confirmaron la identidad de las víctimas y lamentaron lo sucedido. Fue la última comunicación oficial de la compañía con la prensa.

La reacción política
En tanto el titular del sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, indicó que ninguno de los otros trabajadores que estaban en el bloque fueron testigos de lo que sucedió porque el accidente sucedió “en un sector que estaba prohibido circular. No sabemos si les habían ordenado algún trabajo. Con estas víctimas llevamos ocho, evidentemente algo está fallando”.

En tanto desde el gobierno provincial lamentaron lo sucedido y se solidarizaron con las familias de los operarios fallecidos. En horas de la tarde se conoció el informe oficial realizado por la susbsecretaría de Hidrocarburos donde se da cuenta de los testimonios recogidos por los responsables del yacimiento.

En números

22
fue el horario aproximado del domingo en el que se produjo el incidente por el que murieron los dos operarios.
10
kilómetros separan el acceso al yacimiento Fortín de Piedra del lugar del hecho.

Días atrás la fiscalía y la defensa acordaron suspender el proceso contra el jefe de equipo de la empresa Vener que fue acusado por el homicidio culposo de Mauricio Segura, el joven que murió tras un accidente en un yacimiento de YPF en Plaza Huincul.

Su esposa, Laura Nacimiento, recordó el dolor que vivió cuando se enteró de lo ocurrido el 6 de noviembre de 2018 a la mañana y contó que su pareja, de 35 años, perseguía el sueño de comprar la casa propia.

Las historias trágicas que Vaca Muerta arrastra en los últimos 15 meses tienen similitudes. En su mayoría son jóvenes operarios seducidos por los altos salarios de la industria petrolera en búsqueda de un mejor pasar para su familia.

Ayer se sumaron a una triste lista Cristian Nicolás Baeza de 34 años y Maximiliano Francisco Zappia de 24 años. El primero era oriundo de Cutral Co y tenía dos hijos menores de edad, mientras que el segundo vivía con su madre en Centenario.

El llamativo crecimiento de accidentes fatales no encuentra explicaciones en el sector y las hipótesis alrededor de los apurados ritmos de la industria crecen.

Las víctimas de ayer llevaron el listado a ocho muertes en 15 meses. A los tres mencionados se suman Miguel Ángel Chocala Fernández, de 35 años, que murió en agosto de 2018 en un yacimiento de El Chañar trabajando para Nabors; Daniel Torres, de 26 años, quien perdió su vida en julio, luego de permanecer internado con severas quemaduras cuando realizaba trabajos para la firma Omega, en Añelo; Julio César Sánchez, de 37 años, murió el 22 de mayo aplastado por una piedra cuando llevaba a cabo trabajos para el área El Mangrullo y; César Poo, de 46 años, que falleció el 4 de febrero, en Agua Salada, a pocos kilómetros de Catriel.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios