Nuevamente, la falta de gestión

El exgobernador Jorge Sapag no se ha destacado, en sus ocho años al frente del Ejecutivo, por ser un buen administrador de los recursos de los neuquinos.

En su relación con el gobierno nacional, la mayor parte de las veces cedió a las presiones que le imponía la administración Kirchner. Miles de millones de pesos dejaron de ingresar a las arcas de la Provincia producto de la intervención del mercado energético. Las promesas de inversiones quedaron sólo en eso. Nunca existió un reclamo firme por parte del exgobernador para cortar con este extravío.

Hacia adentro de su territorio las cosas no se resolvieron mejor.

Terminó entregando un presupuesto con un déficit récord, sin tener en cuenta las consecuencias que eso generaría sobre el futuro de la Provincia. Las erogaciones presupuestarias se dispararon y la deuda pública trepó cerca de 10.000 millones de pesos en sólo cuatro años. Si miramos hacia atrás, podemos sentenciar que en esta fiesta del gasto poco se hizo para mejorar los servicios que presta el Estado (salud, educación y seguridad). Menos aun, por los miles de ciudadanos que viven en situaciones sociales críticas.

La falta de gestión fue, tal vez, el mayor de los pasivos en estos ocho años al frente del poder.


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