De Chubut a la tierra de los duendes y las hadas: Jones Huala alimenta el fuego de la “resistencia” 

Estuvo en la provincia de Ignacio Torres, a poco del atentado a una estancia. La aparición de un nuevo frente incendiario y las pericias de los vidrios derretidos. 

La aparición de una nueva facción pseudo mapuche que acaba de adjudicarse el criminal atentado a la estancia Amancay le suma un foco más de conflicto entre las sombras contra los que tiene que luchar, en desventaja, el gobierno que encabeza Ignacio Torres. Es que la cordillera de Chubut no solo sufre los incendios que naturalmente suceden en épocas estivales de sequía sino también por los atentados que bajo consignas a veces “sobrenaturales” provocan grupos que, hasta ahora, habían sido identificados, pero nunca bloqueados. 

Los largos espacios de tierra fértil para que con solo una chispa comiencen a arder miles de hectáreas representan una ventaja para los grupos incendiarios y un problema de escasa solución para las autoridades políticas y de seguridad. 

Es literalmente imposible saber cómo y cuándo y con cuál “por qué” actuarán los encapuchados integrantes de una resistencia en parte comparable con aquellos grupos violentos de los años 70 que hacían de la violencia el motivo de su existencia. 

Todavía hacen ruido en los oídos de los chubutenses aquella frase de un enérgico gobernador dispuesto a desafiar a estos grupos escondidos en las extensas regiones montañosas de la Patagonia y en muchos casos amparados por una porción de sectores políticos encerrados en sus doctrinas nostálgicas del pasado. 

Si Jones Huala (líder de la Resistencia Ancestral Mapuche, RAM) viene a Chubut lo vamos a sacar a patadas”, dijo el joven mandatario en una conferencia de prensa marcada por el microclima de la fortaleza y de las buenas decisiones políticas. 

Lo que a esa altura no sabía Torres, era que Jones Huala había estado en Chubut, incluso pasando las fiestas de fin de año. Y que merodeó la zona de Trevelin donde hace pocos días el nuevo grupo de la resistencia ancestral incendió máquinas y destruyó la estancia Amancay, cercana al Parque Nacional Los Alerces. 

En Los Alerces hubo un desalojo reciente después de una toma ilegal que duró 4 años protagonizada por grupos afines a los de la resistencia, liderada por un exbrigadista que repentinamente se autopercibió como descendiente de un pueblo originario. 

Jones Huala estuvo también en Esquel (dejó comunidades “amigas” tras estar detenido en la cárcel federal de esa ciudad) en una especie de “tour” que realizó tras volver al país después de cumplir parcialmente su condena en Chile por incendiar y robar en los campos. 

Fuentes consultadas por Diario RÍO NEGRO que tienen información precisa sobre las andadas del ex flogger devenido a mapuche, tras su estadía en Chubut siguió camino hacia El Bolsón donde supuestamente reside. Después continuó hacia Mallín Ahogado, un paraje ubicado a 15 kilómetros para visitar a su prima Romina Jones, que vive en el lugar. 

No es un lugar cualquiera. Fue en su tiempo refugio de hippies, movimientos religiosos, creyentes en ovnis, hadas y duendes. Ubicado a 4 kilómetros del río Quemquemtreu se hizo conocer en los 90 cuando dos hermanas mataron a su padre a puñaladas para “liberarlo del demonio”. 

Luego de esas idas y vueltas sin que nadie detectara su presencia, Jones Huala apareció de la nada intentando robar autos estacionados en pleno centro de El Bolsón. 

Las mismas fuentes dijeron a este medio: “¿Vieron la foto de la detención? ¿Notaron que Jones Huala tiene la cara tiznada? O regresaba de encender el fuego para hacer un asado o había estado cerca de un incendio de campos. Marquen con una cruz”. 

Por esos días, el fuego ya hacía rato que devoraba especies autóctonas cerca de Bariloche y se inscribía entre los atentados de la “resistencia” el incendio a la estancia Amancay. 

Fue una decisión de Huala decir “acá estoy” o una estrategia para que nadie crea que pudo estar en dos lugares a la vez. O robando autos o incendiando campos y estancias. 

Hace pocos días, el Gobierno de Chubut dio el resultado parcial de las pericias realizadas para saber el motivo del inicio de los incendios de Epuyén: “Fueron intencionales. Se comprobó la presencia de vidrio derretido y combustibles que aceleran la expansión del fuego”, dijo el ministro de Seguridad, Héctor Iturrioz. 

En el informe se habla de “personas desconocidas” como responsables de lo que se convirtió en un desastre y dejó sin techo a decenas de familias. 

Como es lógico no se sabe si entre esas “personas desconocidas” estaba Jones Huala. 

El líder de la resistencia ancestral merodeó la zona y después se fue a visitar parientes y robar autos. Está tranquilo. Al menos por ahora, viene esquivando las advertencias y las patadas que le prometieron en Chubut. 


La aparición de una nueva facción pseudo mapuche que acaba de adjudicarse el criminal atentado a la estancia Amancay le suma un foco más de conflicto entre las sombras contra los que tiene que luchar, en desventaja, el gobierno que encabeza Ignacio Torres. Es que la cordillera de Chubut no solo sufre los incendios que naturalmente suceden en épocas estivales de sequía sino también por los atentados que bajo consignas a veces “sobrenaturales” provocan grupos que, hasta ahora, habían sido identificados, pero nunca bloqueados. 

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