El país “confuso y difícil” de la vice, una aliada de Torres y de Chubut
Victoria Villarroel estuvo en Río Mayo, el pueblo donde vivió dos años. “No soy una figura decorativa”, dijo.
“No soy una figura decorativa”, dijo la vicepresidenta Victoria Villarruel durante su participación en el aniversario número 90 de la localidad de Río Mayo en el sur de Chubut. Poco después, el gobernador Ignacio Torres que la acompañó en su breve recorrida por la provincia (también estuvo en Comodoro Rivadavia) dijo sin titubeos: “El pueblo chubutense tiene en la vicepresidenta de la Nación una aliada incondicional. Cada vez que necesitamos trabajar en un proyecto para reivindicar esa Argentina federal nos escuchó y cumplió”.
La palabra de Torres no pasó inadvertida. Reivindicó a Villarruel como “una aliada” en medio de la disputa que la vice mantiene con el presidente Javier Milei quien la trató de “traidora”, entre otros adjetivos despectivos. La vicepresidenta trató de no tocar el escándalo desatado en el gobierno por las supuestas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y las escuchas que dio a conocer su ahora extitular Diego Spagnuolo, de lo cual el gobierno de Milei salió a despegarse en las últimas horas.
Pero dijo que “el país atraviesa un momento difícil y confuso”, como toda definición política. Villarruel estuvo en Río Mayo por una cuestión especial: vivió dos años en la localidad cuando su padre fue nombrado segundo jefe del Regimiento de Infantería 37. “Me siento chubutense por adopción”, dijo Villarroel que lucía su clásica larga bufanda blanca y acompañada por el sombrero gaucho.
No perdió la oportunidad de reivindicar su trabajo y dijo que “a mí me votaron los argentinos como vicepresidenta de la Nación y más allá de los devenires políticos estoy cumpliendo mi rol con probidad. Parte de ese rol es estar en contacto con los gobernadores y escuchar sus necesidades lo que haré hasta el último día de mi mandato”. Las palabras fueron interpretadas como un claro mensaje hacia el Poder Ejecutivo. Algo así como “de acá no me tocan”.
Villarruel evitó en todo momento hablar de manera directa de su enfrentamiento con Milei y de la última gran polémica que tiene que ver con el aumento en las dietas de los senadores. Siempre que hizo uso de la palabra utilizó su permanente sonrisa y sus delicados modales.
La vicepresidenta acompañó también a Torres en la inauguración de obras en Comodoro Rivadavia. Y posó junto a los candidatos del gobernador para las elecciones de medio término, Ana Clara Romero y Gustavo Menna. Ambos acompañan al mandatario de manera constante en sus recorridas por la provincia.
De todas maneras, la obsesión de Torres no son los 2 lugares que se ponen en juego en el Congreso. Le importa mucho más el resultado de la consulta popular respecto a la eliminación o no de los fueros para funcionarios de los tres poderes. Allí es donde siente que se plebiscitará su gestión. Por eso, la campaña en las redes no comenzó pidiendo los votos para los lugares en las bancas sino para “terminar con los privilegios”. Hay que recordar que mantiene un duro enfrentamiento con sectores de la justicia que se oponen a la reforma constitucional y también con parte de la dirigencia kirchnerista-justicialista.
En el resultado del “sí” o el “no” a la reforma estará la verdadera medición del gobierno en cuanto a su gestión. Al menos, así lo sienten en el interior del gobierno. Y aunque Torres asegura que ganará el “sí” por el 90 por ciento no se descuida. Y mucho menos después que la campaña comenzó a ensuciarse lenta pero progresivamente con algunos “carpetazos” que no aún no le llegaron de manera directa pero que, sabe no tardarán en convertirse en balas que le piquen cerca.
Hoy por hoy blanqueó a una aliada inesperada sin que al parecer le preocupe la reacción del Gobierno nacional. Sabe Torres que por estos días, Milei y compañía deben resolver otros problemas, algo más urgentes.
“No soy una figura decorativa”, dijo la vicepresidenta Victoria Villarruel durante su participación en el aniversario número 90 de la localidad de Río Mayo en el sur de Chubut. Poco después, el gobernador Ignacio Torres que la acompañó en su breve recorrida por la provincia (también estuvo en Comodoro Rivadavia) dijo sin titubeos: “El pueblo chubutense tiene en la vicepresidenta de la Nación una aliada incondicional. Cada vez que necesitamos trabajar en un proyecto para reivindicar esa Argentina federal nos escuchó y cumplió”.
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