Elecciones 2025: el tercio clave
Esa porción del electorado que se ilusionó en tener su propio candidato y que no estuvo obligado a definir entre las dos opciones conocidas, se diluyó en una mezcla de desencanto y bronca ante el fracaso económico de la gestión libertaria.
Aproximadamente la tercera parte de la ciudadanía no se identifica en forma permanente con los 2 proyectos de país diferentes que se conocen como la “grieta”. Sin embargo- desde la recuperación de la democracia- suele ser justamente este sector que “va y viene” con el voto, el “tercio clave” que define las elecciones para un lado o para el otro. Aún así ,se puede hacer un análisis diferente en relación al proceso electoral que llevó a la presidencia a Milei.
En esta particular elección el “tercio clave “- defraudado por la gestión de Alberto Fernández y que tampoco quería volver al Pro macrista, tuvo en la primera vuelta a su propio candidato; sin tener que optar entre las 2 alternativas de siempre.
Fue entonces que votó al outsider, al que prometía algo nuevo y distinto, quien acertó con su estrategia de enarbolar la bandera de la antipolítica bajo la “metáfora” de terminar con “la casta”.
Milei llega a presidente con el apoyo en la segunda vuelta del voto antiperonista y conservador que se reconoce generalmente como la derecha vernácula.
Le entrega áreas claves de su gabinete, y vuelven a gobernar quienes ya habían fracasado en otras gestiones liberales; como es el caso del Toto Caputo; Sturzeneger y Patricia Bullrich .
Vuelve el endeudamiento externo; la baja del consumo, cierre de pymes, ajuste y represión a jubilados, desfinanciamiento de la salud y la educación; y otras calamidades ya conocidas.
La cuestión es que, a 2 años de gobierno, no sólo se cumplió lo que el mismo Milei pregonaba en campaña “Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”; sino que además el sesgo libertario le agregó compra de votos, criptoestafa, muertos por fentanilo, el tres por ciento de Karina, narcopolítica, vetos varios a leyes a favor de las Universidades, del Garraham , de los jubilados y de las personas con discapacidad, etc.
La reciente paliza que recibe La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires, retrocediendo a ese 30 por ciento de aquella primera vuelta, puede no coincidir con quienes votaron a Milei buscando algo diferente a los dos lados de la grieta.
Es muy posible que muchos de ellos hayan cambiado su voto o no hayan ido a votar, defraudados por las promesas de campaña incumplidas.
Ese tercio clave, que por primera vez se ilusionó en tener su propio candidato y que no estuvo obligado a definir entre las dos opciones conocidas, se diluyó en una mezcla de desencanto y bronca frente a la incontrastable realidad de estos 2 años de fracaso económico de la gestión libertaria, agravado con sus actos de crueldad y corrupción.
El “núcleo duro” que se expresó a favor del gobierno en las elecciones bonaerenses, es el 30 por ciento histórico que ha demonizado y ha votado en contra de los candidatos peronistas desde el nacimiento de este movimiento; aunque la otra opción fuera la que fuese.
Casualmente hace 80 años – con la intromisión de EE.UU. en nuestra política interna; generando la consigna “Braden o Perón” – el pueblo apoyó masivamente en las urnas al movimiento nacional y popular que cambió la historia de nuestro país.
Diez años después , una dictadura militar derrocó al gobierno democrático asesinando a cientos de argentinas y argentinos, con la intención de borrar este fenómeno popular de la faz de la tierra.
La historia siguió su cauce ; y hoy con el nuevo y escandaloso intervencionismo yanqui ante el desastre pro- libertario; “Peronismo o Antiperonismo” parecen volver a ser las dos opciones electorales que pueden definir el futuro de nuestra Patria.
- Magister en Políticas Públicas. Exlegislador provincial, FpV.
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