Gutiérrez, YPF y romper el círculo
Rolando Figueroa pareciera querer llegar con la lista de pendientes cumplida. Y había uno que le estaba generando un costo político desde diciembre del 2023. Uno de los motivos de rechazo social a la designación de Gutiérrez en YPF era la extraordinaria suma que tenía reservada en honorarios.
El armado electoral de Rolando Figueroa para las legislativas del 26 de octubre entró en fase de definiciones. El 15 de julio cierra el plazo de presentación de listas para la interna de La Neuquinidad y, si finalmente se presenta una sola, se confirmarán entonces ese día los nombres que llevará el gobierno a la competencia por las bancas en el Congreso.
Figueroa pareciera querer llegar a esa etapa con la lista de pendientes cumplida. Y había uno que le estaba generando un costo político desde diciembre del 2023: la designación de Omar Gutiérrez como director de YPF en representación de Neuquén.
El gobernador le pidió el viernes su renuncia “inmediata” al cargo, le dijo que con ese acto le revocaba la confianza para desempeñar el puesto y el actual presidente del MPN acató en cuestión de horas.
El motivo formal que dio Figueroa en la nota que le acercaron a Gutiérrez el viernes a las 16:30 fue de “orden institucional”. Es decir, es momento de poner en ese cargo estratégico a alguien que represente el cambio político de la Provincia.
¿Por qué ahora? Esa es la respuesta que no está escrita ni del todo dicha. Ambos dirigentes no tenían relación hace rato, pero el exgobernador conservaba eventual un poder de daño como autoridad partidaria del MPN.
Figueroa no se interesó en que el sello participe de su alianza electoral justamente por la marca azul que todavía conserva el partido. En el análisis del gobierno, hasta que la conducción no cambie en 2027, su estructura sigue siendo el pasado.
Pero tampoco le convenía una participación por afuera o la rebelión de algún sector no alineado con la nueva neuquinidad. Todo eso se descartó el mes pasado, cuando un documento firmado por el propio Gutiérrez y el resto de los miembros de la Junta de Gobierno definieron el desistimiento del MPN a participar de la elección de octubre. Vía libre para los afiliados.
Hay quienes cuentan que, cuando ambos dirigentes aún estaban en el idilio de la transición, Figueroa no vio mal la posibilidad, alentada por Gutiérrez, de que el pronto-exgobernador compitiera este año por una banca de senador. Como la que tuvo Pedro Salvatori en su momento: podría haber sido una forma de llevar una figura de peso y experimentada a la Cámara Alta.
Si esa idea efectivamente estuvo, dicen que se evaporó cuando las encuestas le revelaron al gobernador saliente un 80% de imagen negativa. Se evaluó entonces la opción de YPF como prenda de unidad para una transición sin obstáculos, pero que finalmente tuvo un costo alto para la promesa de cambio de Figueroa.
El consultor Aníbal Urios recordó el viernes una encuesta de febrero en la que se había consultado a la gente la posición sobre la designación de Gutiérrez como director en la petrolera: más del 90% se había mostrado en desacuerdo.
Uno de los motivos era la extraordinaria suma que tenía reservada en honorarios: en la asamblea de accionistas de la compañía que se hizo en abril se fijaron en $11.096.174.942 para este ejercicio.
Demasiado premio para “el máximo responsable político del gobierno que queríamos cambiar”, como dijo el exsecretario de Producción, Juan Peláez, con el verbo de intención en pasado.
El radical hasta se animó a proponer que el próximo director que elija Neuquén cobre el equivalente a un ministro y que destine el excedente a las arcas provinciales.
Hay un punto ahí porque, sea o no razonable esta propuesta, en el imaginario de la población ya quedó asociado el cargo de director en YPF a una suerte de “beca” multimillonaria. Y no debe haber dirigente, así sea el más neuquinizado de todos, que pueda valer esa suma a los ojos de una sociedad bajo permanente ajuste.
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