La visita de Cristina y las crispaciones
CFK se rodeó del PJ alineado al acuerdo con Weretilneck y ese fue el mensaje. Abucheada, la gobernadora se retiró del acto. Un hecho nada auspicioso para la convivencia planeada.
Roca vota hoy y mete de lleno a Río Negro en la campaña provincial. Ese clima ya se sugirió este viernes cuando la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó a Viedma para ser distinguida por la UNRN.
Apareció rodeada del peronismo alineado con el Gran Acuerdo lanzado y liderado por Alberto Weretilneck. Empoderó al senador Martín Doñate y los jefes locales impulsores del entendimiento porque, obviamente, la ex presidenta no ignoraba el rumbo adoptado por ese núcleo.
En su presencia y el cuadro observado está ese mensaje aunque, en su discurso, no existiera mención del plano provincial. El único recado pudo estar cuando destacó la “necesidad de acordar y hablar” con otros en favor de “ejes centrales”, y que lo encuadró en la revisión del acuerdo con el FMI.
Doñate intentó la concurrencia de Weretilneck, pero no lo logró. Si estuvo su vice en la fórmula, Pedro Pesatti, como intendente anfitrión y, también, la gobernadora Arabela Carreras. Ella, con sus ministros, se retiró por los abucheos cuando se anunció su ingreso. Se lo había anticipado al senador del FdT cuando hablaron la noche anterior. “Me silban, y me voy”, le dijo, dejando esa carga en Doñate y la organización universitaria.
Hubo llamados de disculpas, pero sigue inscripta como una ofensa de parte de socios que ya la incomodaban. Es un antecedente para seguir si prospera su postulación en Bariloche.
Weretilneck prefirió la distancia del acto porque ya emerge demasiado cercano al kirchnerismo y eso no es bueno para su cálculo electoral. Las planillas de Zuban Córdoba indican que un alto porcentaje de sus votantes es peronista. Su esmero entonces recae en el colectivo anti-cristinista, que ronda el 25% en Río Negro. Este sector se exaspera por su proximidad y funcionalidad con el gobierno nacional. Y es un voto que Weretilneck no se resigna a perder y, por eso, pone atención en otros actores. Poca campaña, pero cuidado con los errores, le advierten. Explicación a su reacción contraria al pase a planta de contratados, que -por ahora- logró su hibernación.
Weretilneck no fue. Ya está demasiado cercano al kirchnerismo. Nada de errores, le advierten. El colectivo anti-cristinista llega al 25% y el senador no se resigna a perderlo.
El senador goza de la ventaja de que Aníbal Tortoriello no es un tenaz ni eficiente propagador de la ligazón provincial con el kirchnerismo. El respaldo antiK sería una buena base si el empresario lo monopolizará. No es así y, además, surgen otras ofertas, como el PPR, formateado por el propio senador, o esa franja de posibles electores marcados por la decepción y el fastidio. Un voto desconocido en la Provincia aunque parte se expresa con el discurso de Javier Milei y que intenta captar Ariel Rivero para abril.
Esos votantes enojados -señalan los encuestadores- podrían desertar y, además, persiste un 25% de desconocimiento del proceso electoral.
JSRN adelantó la elección para despegarse del debate nacional y lo está logrando, pero no podrá evitar que las penurias económicas incidan en la evaluación de sus oficialismos. Así, en su campaña apartará al gobierno de Carreras. La imagen y la alusión de Weretilneck serán excluyentes. Quedó fijada esa estrategia en una jornada conjunta en Cipolletti con sus aliados peronistas y radicales, con instrucciones de Mario Riorda.
Carreras aprovechó las bajas temporarias de ministros por sus candidaturas y sumó incondicionales al gabinete. Ese objetivo venía demorado, a partir de escollos internos que detectaba. “Siempre tuve que armar nuevas áreas para ubicar los míos”, repitió estos días y lo ejemplificó con la creada secretaría Planificación para Daniel Sanguinetti.
Posicionará, ahora, a Mariano Ferrari en la Secretaría General y a Luciana de la Fuente en la cartera social mientras que Pablo Zúccaro será encumbrado como Jefe de Gabinete. Falta precisar facultades, pero ese ascenso concluiría con que Rodrigo Buteler no vuelva a Gobierno si, como estima JSRN, es electo para gobernar Cipolletti y la tarea de Zúccaro llega, según el proyecto, con un recorte en la que era su cartera.
Cosas de la política, y de sus crispaciones.
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