Milei, la polarización y las fuerzas del medio
Los sellos provinciales que apuestan a romper la polarización están en la mira. Sin quórum propio en el futuro Congreso, la balanza la inclinarán las fuerzas del medio.
Aún en el mejor escenario La Libertad Avanza no tendrá un tercio de los senadores ni tampoco de los diputados. Para las reformas que impulsa el Presidente necesitará sostener su alianza con el PRO y sumar aliados de vías intermedias.
Los vaivenes del vínculo llevaron a Mauricio Macri a mostrarse sólo con los dirigentes amarillos que integran la alianza de La Libertad Avanza en Capital y en provincia de Buenos Aires aunque no pidió el voto a favor de Patricia Bullrich, candidata a senadora nacional. En segundo lugar, son varias las terminales a atender: hay dirigentes del PRO independizados como los que se sumaron a Provincias Unidas y otros como Juan Martín en Río Negro que enfrentan a los candidatos de la Casa Rosada.
En ese marco y frente al explícito pedido de la gestión de Donald Trump los funcionarios del Gobierno buscaron en las últimas semanas sostener los puentes con los gobernadores. En la superficie operan Guillermo Francos y el ministro del Interior Lisandro Catalán que no saben si tendrán continuidad en el gabinete mientras por vías paralelas Santiago Caputo y Manuel Vidal organizaron cenas y encuentros reservados con eventuales aliados.
Ministros y asesores coinciden en que hay mandatarios permeables a las conversaciones. Más inflexibles parecen los hermanos Milei y más aún Karina Milei que rompió lazos o doblegó a gobernadores con acuerdos electorales leoninos. Obligado por la derrota en la elección desdoblada de mayo Jorge Macri accedió a la conformación de la alianza porteña según el pacto de su primo Mauricio.
Más cómodos en cambio cedieron los primeros lugares Rogelio Frigerio en Entre Ríos y los radicales Leandro Zdero en Chaco y Alfredo Cornejo en Mendoza. Para no dividir votos Claudio Poggi ni siquiera presentó lista en San Luis. En cambio los libertarios convirtieron en opositores al correntino Gustavo Valdés y al salteño Gustavo Sáenz que supieron colaboraron con leyes clave en el inicio de la gestión. Los peronistas Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo por ahora volvieron a las filas opositoras. Preocupado por la estrategia mileista el tucumano es candidato testimonial.
Los sellos provinciales que apuestan a romper la polarización están también en la mira. El Frente Renovador de la Concordia de Misiones bajó el perfil nacional aunque siempre juega a favor de sostener la gobernabilidad. Las necesidades son mutuas.
Los provincialismos patagónicos prueban su fortaleza este domingo y del resultado dependerá su capacidad de negociación. La unión entre Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck busca consolidar un polo por fuera de la “U” que consideran un salto al vacío aunque el futuro de ese espacio dependerá de la performance de los gobernadores como el chubutense Ignacio Torres o el santafesino Maximiliano Pullaro a quien no se ve tranquilo. Con algo de aire, dicen, estaría el cordobesismo de Juan Schiaretti y Martín Llaryora.
A excepción del peronismo más duro, todos están en la lista de la Rosada para próximas conversaciones. “Tenemos que recuperar lo que nos trajo hasta acá”, repiten en Balcarce 50 aquellos que recuerdan el primer año de gestión y la aprobación de la Ley Bases entre otros proyectos fundacionales. Ese Congreso que no pudo rechazar el mega DNU 70/2023 tiene la misma composición que el Congreso que acaba de imponer con doble vuelta y más de dos tercios de los votos leyes que Milei se niega a aplicar como el presupuesto universitario, la emergencia en discapacidad y la emergencia de la salud pediátrica.
“Se le faltó la palabra a los gobernadores”, admiten en despachos por los que pasaron jefes provinciales y legisladores cuando el diálogo se traducía en apoyos.
El Gobierno enfrenta otro riesgo en esta etapa: que la estrategia de polarización beneficie al peronismo en el reparto de las 127 bancas en juego para Diputados y las 24 del Senado de la Nación. Entre LLA más aliados y entre Fuerza Patria podrían quedarse a partir del 10 de diciembre con unos 200 diputados nacionales. Sin quórum propio, la balanza la inclinarán las fuerzas del medio.
Aún en el mejor escenario La Libertad Avanza no tendrá un tercio de los senadores ni tampoco de los diputados. Para las reformas que impulsa el Presidente necesitará sostener su alianza con el PRO y sumar aliados de vías intermedias.
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