Otra década de MPN según el Censo 2022

Federico Aringoli

Editor responsable. Nació en 1982 en General Roca, Río Negro. Es licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Realizó tareas de investigación académica entre 2005 y 2007 como becario de la UNCo. Luego se formó en periodismo digital. En RÍO NEGRO fue editor de la sección Energía (2017-2018), jefe de la agencia Neuquén (2018-2022) y Prosecretario de Redacción (2020-2022). Reside actualmente en Neuquén capital. En Diario RÍO NEGRO desde 2005.

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El Censo 2022, atrasado dos años por la pandemia, arrojó que Neuquén tiene 741 mil habitantes. El número habilita a sumar dos nuevos diputado a la Legislatura.


El gobernador Omar Gutiérrez adelantó un dato codiciado para la política neuquina, que consume sus días en peleas y maniobras internas: la provincia tiene 741 mil habitantes. El número es sorprendente por varios motivos pero principalmente porque es el que lleva en su ADN la estadística social de la primera década de Vaca Muerta. Esta vez el spoiler no sorprenderá a nadie: no se generaron 50.000 puestos de empleo, como se prometió para conseguir la licencia social que el proyecto más estratégico para el país necesitaba.

Ahora bien, ¿qué pasó entre 2010 y 2022 en Neuquén?

El Censo 2022, atrasado dos años por la pandemia, arrojó que Neuquén incrementó su población en 190 mil habitantes, lo que representó un salto del 35% respecto de los 550 mil habitantes del Censo 2010. En aquella medición el porcentaje de crecimiento fue del 16%, es decir, que se duplicó esa evolución. Sin dudas, el imán laboral, tuvo su impacto.

La comparación punto a punto entre censos, que se conocerá en detalle en 60 o 90 días, tiene dos actores principales en Neuquén: Jorge Sapag y Gutiérrez, ambos gobernadores, contaron con el fenómeno Vaca Muerta, pero en distintos grados. Nadie en el MPN la tuvo. Es por eso que los resultados serán datos inapelables.

Para matar la espera de los detalles se pueden revisar algún indicadores de 2010 contra los que se conocen en al actualidad.

En 2010 Neuquén tenía 107 mil empleados en el sector privado y según los últimos datos disponibles, de febrero de este año, la cifra trepa a 122 mil, es decir, que en 12 años ese mercado creció en 15 mil puestos. El porcentaje queda por debajo del crecimiento población y, si bien podría ser lógico, hay otros datos que abren interrogantes.

El dato de desocupación que se tiene a mano es del último trimestre de 2021: 5,9%. No es el mejor dato neuquino, tuvo épocas casi de ocupación plena a mediados de la década, pero repuntó respecto de los crudos números de pandemia. El dato que golpea en Neuquén, en realidad, es el de trabajo no registrado que -según números oficiales- no logra caer del 25%. Pese a que la provincia lidera los datos de generación y recuperación de empleo, no logra reducir esa marca negativa.


En 2010 Neuquén tenía 107 mil empleados en el sector privado y para febrero de este año la cifra trepó a 122 mil, es decir que en 12 años sumó 15 mil puestos.


El empleo público sí tuvo una mejor permorfance que el privado. El registro de 2010 informaba 61 mil trabajadores y la cuenta, a 12 años, se acerca a los 75 mil (provincia + municipios); es decir, que nominalmente creció casi a la par del privado pero porcentualmente fue superior: 22%.

La discusión sobre el empleo estatal encierra una trampa porque debería reflejar la calidad de los servicios públicos. Contar los cargos nominalmente solo ofrece una versión sesgada del tema y muy favorable a una porción ideologizada.

Los datos de pobreza del segundo semestre de 2010, según el Indec de esa época, reflejaban que en personas era del 9,1% (el segundo más alto de la Patagonia) y el mismo período pero de 2021 el mismo registro, con una baja respecto del primer semestre, marcó 33,5% (el tercero más alto de la Patagonia). Un hogar neuquino necesitó, en la medición barrial de precios del Isepci, que analiza la organización Barrios de Pie, 108.986 pesos en abril para no ser pobre.

Cuando revisa los datos de producción petrolera, los indicadores positivos asaltan cualquier pantalla. En el primer trimestre de este año las exportaciones petroleras se cuadriplicaron apoyadas en Vaca Muerta que, en abril, consiguió un récord de producción de petróleo que no se veía desde 2011: 578 mil barriles diarios, de los cuales 234 mil salieron del no convencional.

Las regalías se duplicaron en abril respecto del mismo mes de 2021. Incluso el Fondo Anticíclico neuquino recaudó en dos meses casi la mitad del proyectado para todo el año.

¿El derrame llegó en la primera década de Vaca Muerta?

La pregunta tendrá respuestas disímiles, pero el balance inicial no asoma positivo. En algunos vértices de la sociedad neuquina se observa bonanza, sobre todo en el petrolero y la construcción, pero en otras florece “el mal holandés”. Quizá ese sea un debate para los dos nuevos diputados que deberá incorporar la Cámara a los 35 actuales por el crecimiento poblacional que, según el artículo 161 de la Constitución Provincial, debe haber un legislador cada 20 mil habitantes.


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