Romper lo que se opone a la solución

Mario Rojas

Subjefe en Agencia Neuquén. Nació en enero de 1966 en Cutral Co. Estudió Profesorado en Comunicación Social en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Inició su carrera como informativista en Radio Municipal Cutral Co y se desempeñó como redactor en Tribuna Abierta, La Mañana del Sur. También fue prensa institucional en Acipan, Copelco y en Prensa del gobierno de Neuquén. En Diario RÍO NEGRO 2010.

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El partido predominante en la provincia de Neuquén aprendió a convivir con la representación proporcional dividiendo la oposición.


El MPN se mantiene en el poder con un sistema de alternancia interno, según lo definió el gobernador Omar Gutiérrez. El argumento, que limita con la hegemonía, tiene un detrás de escena porque aprendió a los golpes a romper aquello que se opone a una solución.

Después del 2006, reforma de la Constitución Provincial mediante, el partido predominante debió lidiar con algo nuevo para sus dirigentes. La representación proporcional le dio voz y voto en cuerpos colegiados a varios sectores opositores. Eran tiempos en los que hasta la misma oposición aprendía a sentarse en sitios de poder, frente a la etapa caudillista del partido provincial. Cuando se pretendía aprobar una ley el MPN no negociaba ni una coma y la oposición variopinta se unía y encontró un resquicio para ejercer la función que tenían, ser oposición.

El MPN como un barco vio escurrirse la gobernabilidad entre sus dedos. Hubo dos años en los que se gobernó por decreto, incluyendo los presupuestos. Para que funcione una comisión se necesitaban votos de la oposición que concurría a las reuniones pero el oficialismo no aceptaba sus reparos. El sistema estuvo paralizado.

Estas circunstancias oficiaron de aprendizaje para la vanguardia del partido provincial que privilegió mantener el poder mediante luchas internas, la principal característica lo mantiene vigente, y quebrar polos opositores mostrando un abanico de opciones.

En esta construcción hubo etapas donde se obtenían apoyos de casi todo el abanico opositor pero fragmentado. Cuando se requería una mayoría especial en la Legislatura a los efectos de aprobar un endeudamiento, la moneda de cambio eran obras para municipios que, con posterioridad, se convertían en una promesa firmada.

La elección de integrantes del Poder Judicial corre por otro carril como es la de respetar acuerdos previos y, por las dudas, oxigenar sectores descontentos con bloques unipersonales para que la votación no sea tan ajustada, como ocurrió con Gustavo Mazieres y Vanina Merlo como vocal del TSJ y defensora general.

Esos mismos compromisos políticos supranacionales permitieron también, por ejemplo, aprobar el entonces polémico pacto Chevron YPF donde el kirchnerismo fue cofirmante junto con el MPN.


El campo de acción es la Legislatura donde obtiene votos para jueces, endeudamiento y leyes exprés. Hay devoluciones políticas en Vaca Muerta.


Tras la finalización de la etapa personalista en el partido, el liderazgo administrativo del actual gobernador también registró etapas en las que se pretendía un protagonismo del vicegobernador en la consecución de objetivos cuyas metas eran elevadas para la capacidad de maniobra política que tenía Rolando Figueroa. Claro que en este caso también se cumple el axioma de que se aprende a los golpes, por lo que se le dio una tarjeta de crédito política golden al actual vicegobernador.

Marcos Koopmann puso en agenda la ley de apoyo a las pymes petroleras y la reforma procesal civil, aunque debió hacer de tripa corazón cuando, sin que se votara el cuarto intermedio, apareció la estrella del MPN por la puerta trasera del recinto legislativo.

Sin que existan antecedentes, en menos de un mes ingresó un proyecto y se transformó en ley. La ciudad de Neuquén incrementó su ejido en 8.000 hectáreas y había para festejar. El plan registró el voto hasta de quienes no estaban muy de acuerdo, pero si votaban en contra después no podían patalear para conseguir un tratamiento parecido.

El escenario tiene aristas irregulares porque la ley Gaido afectó en forma directa los intereses de la ciudad de Centenario, la única que en sus cien años registrará dos reducciones de ejido. De lo que tenía reservado para ampliar le seccionaron más de la mitad.

El representante de esa ciudad en la Legislatura había votado leyes a pedido del oficialismo en función la gobernabilidad. Ahora, sintió el gusto amargo de las formas que tiene el poder para romper lo que se opone a una solución.


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