Pensemos en quienes padecen la ruta y en las víctimas

Hoy, 264 días después de la tan ansiada, promocionada y vergonzosa audiencia pública por la Ruta Nacional 22, estamos casi en el mismo lugar del que partimos. Todo comenzó a raíz de la postura del intendente Martín Soria, quien contra toda lógica, priorizando lo estético ante la seguridad, el progreso, la conectividad y el mejor flujo vehicular, detuvo la obra mediante un recurso judicial. Y luego, una vez más su estrategia fue usar un conflicto para promocionar su imagen en vez de aportar soluciones viables. Porque criticó lo muros, pero propuso más muros (en calles San Juan y Mendoza), como solución. Una pena. Porque mientras siguen esperando una solución los miles y miles de vecinos de Roca, Cervantes, Huergo, que usan cada día la ruta por razones laborales.

Los que pasan, los que simplemente pasean. Porque los reportes de víctimas fatales se incrementan, mientras algunos juegan a la política. Esta fue una obra solicitada, anunciada y no llevada a cabo desde hace más de una década. En la audiencia pública fuimos pocas las voces que nos proclamamos a favor de la autopista, pero no hay que perder de vista que la mayoría de quienes se manifestaron en contra eran empleados municipales llevados a aplaudir con furia cada frase de Soria.

Esto le bastó a la Secretaria de Medio Ambiente provincial, Dina Migani, para ampararse en la “falta de licencia social” para no dar un apto ambiental (ni a favor, ni en contra). No tomó una decisión, la postergó. Aunque tenía 30 días hábiles luego de la audiencia para expedirse. Tal vez muchos no lo sepan, pero durante 14 días que estuvo vigente un petitorio online (a través de la página internacional www.change.org), para apoyar el proyecto de la Autopista 22.

Se sumaron 10.897 adhesiones, todas voluntarias, y llegaron junto con una carta a los mails del intendente Martín Soria, a la oficina del presidente Mauricio Macri, al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y al Director de Vialidad Nacional, Javier Iguacel.

Hay licencia social, que supera por mucho al grupo de 500 vecinos que con total legitimidad acompañaron a Soria a otras de sus puestas en escena, montada esta vez en la rotonda de avenida Roca para frenar la obra.

Estuve con Migani. Hace unas semanas coincidí con ella en una reunión, y no supo qué decir cuando le pregunté por qué aún no había una resolución de parte de su repartición. Si todos los vecinos se dieran cuenta que por primera vez se quiere hacer de verdad, y por cuestiones políticas un municipio y una provincia no lo permiten, saldrían todos a manifestar.

Porque queda claro que aquí perdemos todos: perdemos vidas, perdemos tiempo, perdemos sueños. Además, no debemos perder de vista que la mayoría de las observaciones escuchadas en la audiencia fueron tenidas en cuenta y Vialidad Nacional sumó modificaciones, como el acceso de calle Jujuy, las contemplaciones para el sistema de riego y hasta se habló del necesario recambio de maquinarias.

La ciudadanía, ya ha dado muestras que está un poco cansada de que la dirigencia política piense más en sus carreras electorales que en resolver los problemas. Estemos del lado de quienes padecen y son víctimas de la ruta.


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