«Oración por la araucaria»

¡Gracias, señor, por traerme a la vida en esta maravillosa provincia!

Gracias, señor, por los padres que me diste.

Gracias por hacerme sensible y generosa.

Gracias por hacerme amar mi tierra.

Perdón, señor, por ser cómplice de los que han perjudicado la existencia de las milenarias araucarias.

Perdón, señor, por no haber sabido cuidar el regalo que nos hiciste.

Perdón, señor, por no haber aprendido del ejemplo de Jaime de Nevares y Gregorio Álvarez, que comprendieron que en Caviahue estaba el paraíso.

Perdón, señor, por agredir la naturaleza, por agredir a nuestros hermanos mapuches, por agredir a nuestra juventud, por abandonar a nuestros niños y negarles la posibilidad de disfrutar de nuestros bosques de araucarias.

Perdón, señor, por mi tristeza, porque me regalaste la vida para ser feliz y hoy me duele la muerte de la araucaria.

 

Betty López,

DNI 4.163.723

Zapala


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