Organismos de derechos humanos piden la renuncia de Manganaro

NEUQUEN (AN).- Varios organismos defensores de los derechos humanos pidieron que el gobernador Jorge Sobisch desplace de su cargo al ministro de Seguridad y Trabajo, Luis Manganaro, y que se lo inhiba de ejercer «cualquier cargo con responsabilidad pública». Además, responsabilizaron al mandatario provincial por «las consecuencias y seguridad de todos aquellos que han sido blanco de los ataques» del funcionario cuestionado.

En una profundización del documento difundido en ocasión de recordarse la declaración de los derechos del hombre, el pasado sábado 11 de este mes, la Asamblea por los Derechos Humanos de Neuquén, el Movimiento Ecu

ménico por los Derechos Humanos y las agrupaciones Zainuco e HIJOS se unieron esta vez para puntualizar los cargos que le atribuyen a Manganaro. En principio, mencionaron que su gestión tiene «carácter represivo y antipopular» y que «pretende utilizar la fuerza policial como una suerte de ejército paraestatal».

Esa característica de la gestión oficial se asimila, explicaron los organismos, a una «recreación» de la doctrina de la seguridad nacional, ya que señala «al enemigo interno como destinatario» de sus críticas. En esta categoría incluyó «como delincuentes» a personas y organismos que desarrollan políticas de oposición al gobierno.

Además, mencionaron el interés de Manganaro por conocer las fuentes de información periodísticas cuando se le atribuyó «la posible participación en un delito» y recordaron cuando defendió en la Legislatura su proyecto de reforma de la ley 2302 y reveló «ilegalmente» datos relacionados con menores de edad.

También criticaron su labor en el área laboral, en relación con el «interés de seguir beneficiando a sectores privados y allegados al gobierno» mientras «enfrenta y señala a los trabajadores que no se resignan a recibir migajas».

En el texto que se difundió en una importante marcha el 11 de este mes, los organismos responsabilizaron al gobierno de constituir un «Estado policial» en Neuquén, e identificaron a Sobisch y a su ministro Manganaro como los ejecutores de esa política. Recordaron los discursos cuando egresaron agentes y oficiales de la Policía y la falta de cumplimiento del mandato judicial que ordenó el «mejoramiento de las condiciones inhumanas de detención» en cárceles y comisarías.