Oscar: Efecto Weinstein vergüenza e incertidumbre

El abuso de poder, el acoso y la violencia sexual y de género que eran habituales en la industria del entretenimiento y silenciadas por décadas quedaron al descubierto generando uno de los mayores escándalos de la historia de Hollywood.

En casi cada una de las categorías principales del Oscar este año estarán presentes las denuncias de acoso o abuso sexual que han sacudido a la industria del cine.

¿Mejor actor de reparto? Kevin Spacey era considerado un contendiente, pero su actuación en “All the Money in the World” de Ridley Scott fue reemplazada por la de Christopher Plummer.

¿Mejor película animada? La favorita es “Coco” de Pixar, el estudio de animación cofundado por John Lassater, quien se ha tomado un “año sabático” tras su admisión de conducta sexual inapropiada.

¿Mejor dirección? Con apenas cuatro mujeres nominadas en la historia de los Premios de la Academia, ninguna categoría ilustra mejor el problema de desigualdad de género en la industria, un desequilibrio sistemático que le facilitó a Harvey Weinstein y otros actuar por tanto tiempo con tanta impunidad.

Incluso el rubro de mejor actriz, donde uno esperaría un momento de gracia, será presentado -si se mantiene la tradición -por el ganador del Oscar al mejor actor del año pasado, Casey Affleck, quien resolvió dos denuncias de acoso sexual en su contra en 2010.

Weinstein, quien por años buscó ser omnipresente en los Oscar, podría finalmente cumplir su deseo. Aun cuando el antiguo copresidente de Weinstein Co. fue expulsado de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas y el nombre de su compañía fue borrado de los créditos de su mejor apuesta al Oscar este año (“Wind River”), Weinstein tendrá una presencia ubicua, en ausencia.

El escándalo de abuso sexual ha coloreado cada fase de esta temporada de premios, pero cabe preguntar hasta qué punto este fenómeno definirá a los ganadores.

Temporada de premios apagada

La temporada apenas comienza, con anuncios de premios de la crítica y las postulaciones a los Globos de Oro. Pero en los Oscar, el efecto Weinstein ya cumple un papel imprevisible.

Con tanto escándalo a su alrededor, ¿estará Hollywood aún de ánimo para palmearse la propia espalda?

En los Premios Gotham, lejos de la alegría habitual reinó un ánimo algo apagado, o al menos Nicole Kidman así lo pensó cuando aceptó un premio a la trayectoria y exhortó a los presentes a relajarse. Joana Vicente, directora ejecutiva del Independent Film Project, que otorga los Gotham, fue una de las pocas personas que nombró directamente lo innombrable. “Este ha sido un año difícil para nuestra industria y para el mundo”, dijo Vincente. “Nos gustaría tomarnos un minuto para reconocer y honrar a aquellas mujeres y hombres que se han pronunciado”.

Pero al mismo tiempo, las películas dieron muchas razones para celebrar. Desde “The Florida Project” hasta “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri”, las favoritas de este año son un grupo formidable, lleno de comentarios sociales oportunos. Muchos de los cineastas más celebrados, de Greta Gerwig a Jordan Peele, son jóvenes, lo que le da a la temporada de premios una vez dominada por Weinstein lo que muchos añoraban: nuevas voces.

Aun los eventos con menos sorpresas típicos de la temporada del Oscar – funciones seguidas de sesiones de preguntas y respuestas y paneles de discusión – ahora son territorio potencialmente tenso. En una exhibición por el 20 aniversario de “Mentiras que matan” , el moderador John Oliver acribilló a Dustin Hoffman por una antigua denuncia de que manoseó a una pasante de 17 años en el set de la película para tevé de 1985 “Muerte de un viajante”. Hoffman, quien negó tal acusación, es un posible candidato a mejor actor de reparto por su trabajo en “The Meyerowitz Stories” de Baumbach, por el cual recibió un premio Gotham.

Un publicista veterano de la temporada, que habló bajo la condición de anonimato para no influir en ninguna campaña, reconoció que algunos clientes se prepararon para hablar sobre acoso sexual. Pero el publicista dijo que el impacto de los escándalos en la contienda por el Oscar ha sido exagerado.

Posibles candidatas

La película más oportuna para el momento post-Weinstein es “Three Billboards” de Martin McDonagh, en la que Frances McDormand interpreta a una madre encolerizada que sale a vengar la violación y asesinato de su hija. El director incluso ha imaginado una confrontación entre el personaje de McDormand, Mildred Hayes, y Weinstein. “Todos sabemos quién ganaría”, dijo McDonagh.

Aun así, de momento, dos relatos vivaces y precisos sobre el paso a la madurez -“Call Me By Your Name” de Luca Guadagnino y “Lady Bird” de Gerwig- han arrasado con la mayoría de los premios. Tom O’Neil, el veterano analista de premios de Gold Derby, dijo que el amor temprano por estas “películas pequeñas de gran corazón”, como las llamó, lo obligó a reexaminar su predicción inicial de gloria para “Three Billboards”.

“Three Billboards” ganó en septiembre el premio de la audiencia del Festival Internacional de Cine de Toronto, que suele ser un fuerte indicador. Y muchos han visto a McDormand como la favorita indiscutible a mejor actriz.

Pero los primeros premios de la temporada recayeron en Saoirse Ronan por “Lady Bird”, Meryl Streep por “The Post” y Sally Hawkins por “The Shape of Water”. “Todavía podría irle muy bien”, dijo O’Neil. “Pero ‘Three Billboards’ podría simplemente ser demasiado negativa para los votantes del Oscar que buscan mensajes edificantes”.

Otros filmes pueden verdaderamente reclamar el título de “la película del momento”. “Lady Bird”, el debut de Gerwig como directora en solitario, se destaca, como escribió un columnista, por “reflejar de una manera tan genuina la experiencia y punto de vista de una mujer”.

Ninguna película capturó el espíritu del tiempo como “Get Out” de Jordan Peele, un filme que presentó de manera ingeniosa los horrores realistas de ser negro en Estados Unidos.

El drama de Steven Spielberg sobre los Papeles del Pentágono, “The Post”, es tanto un homenaje a la libertad de prensa que regaña al presidente Donald Trump, como un relato de empoderamiento femenino encabezado por la Katharine Graham de Streep. “The Florida Project” de Sean Baker es una fábula alegre sobre las vidas de indigentes escondidos.

El comodín de mayor presupuesto, “Dunkerque” de Christopher Nolan, recibió pocas nominaciones hasta ahora, incluyendo una a los premios Critics’ Choice como mejor película. Todavía podría emerger por su maestría.

Pero no hay duda de que el ritmo normal de la temporada del Oscar fue afectado. Amazon, que en los últimos Oscar consiguió una nominación a mejor película por “Manchester junto al mar”, está impulsando este año la comedia de Kumail Nanjiani “The Big Sick”, aun cuando el director de Amazon Studios Roy Price renunció por denuncias de acoso sexual.

Angelina Jolie, cuyo drama familiar sobre los Khemeres Rojos “First They Killed My Father” fue la apuesta de Camboya al Oscar, estuvo entre las muchas mujeres que hablaron sobre sus experiencias con Weinstein.

El artista y su obra

Difícil separación

Las acusaciones han vuelto a poner sobre la mesa el eterno dilema de si se puede separar al autor de su obra, un dilema sobre el que cuesta encontrar consenso. Uno de los casos más notorios es el del director Roman Polanski, que huyó de la justicia en Estados Unidos para no cumplir la condena por haber abusado de una menor y que lustros más tarde recibió el Oscar a la mejor película.

El escritor Mario Vargas Llosa considera que hay separar al artista de su obra. Creo “que uno puede aplaudir y gozar de las buenas películas del cineasta polaco y desear al mismo tiempo que la justicia de Estados Unidos persiga al prófugo”.

Barajar y dar de nuevo

Kevin Spacey “borrado”

Ridley Scott, con la fecha de estreno ya fijada borró a Kevin Spacey –denunciado por varios hombres por abuso sexual– de “All The Money In The World” y rodó de nuevo con Christopher Plummer las escenas en las que aparecía Spacey. Más allá de los cuestionamientos morales, en la decisión de Scott parece haber sido determinante el factor comercial. No se quiso poner en juego ni la taquilla ni la carrera a los Oscar del filme. Y le salió bien: la película recibió tres nominaciones a los Globos de Oro, entre ellas las de Plummer y Scott.

La que rompieron el silencio: Asia Argento, Rosanna Arquette, Jessica Barth, Cara Delevingne, Romola Garai, Judith Godreche, Heather Graham, Angelina Jolie, , Ashley Judd, Rose McGowan, Lea Seydoux y Mira Sorvino.

Nuevo código ético y reconocimiento a las víctimas

Las denuncias de acoso y abuso tomaron tal dimensión que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood publicó un nuevo código de conducta para sus miembros que establece categóricamente que “no hay lugar” para quienes “abusan de su estatus, poder o influencia”, y advierte que quienes transgredan esas pautas serán expulsados de la organización.

El nuevo protocolo incluye unos “estándares de conducta” a través de los cuales “la Academia de Hollywood se opone categóricamente a cualquier forma de abuso, acoso o discriminación por motivos de género, orientación sexual, raza, etnia, discapacidad, edad, religión o nacionalidad”.

Al mismo tiempo puso en marcha la campaña “Me too” (“Yo también”) con la que mujeres del espectáculo fomentan que las víctimas de abusos o acosos sexuales de todos los ámbitos puedan contar sus historias, y que llevó a la propuesta de que el próximo 7 de enero las mujeres acudan vestidas de negro a la gala de entrega de los Globo de Oro, en repudio a las inconductas sexuales de muchos miembros de la industria y en solidaridad con las víctimas.


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