Otro capítulo violento en el conflicto de la Uocra tomada

Mientras un dirigente de la Uocra espera que la justicia ordene el desalojo de la sede tomada, el conflicto continúa. Disparos a los pies y una bala que dio en un tobillo. Cortes en rutas de Centenario, Plottier y Plaza Huincul. Así es como se vivió un nuevo capítulo de las internas del gremio de la construcción.

El jueves por la noche un trabajador de la firma AESA, cercano al delegado Adrián Hermosilla, denunció que fue perseguido y atacado por dos hombres que le dispararon por su actividad sindical. “Yo no entiendo, es una locura. Es un chico que trabajaba con Juan Carlos (Levi) pero no está vinculado a ningún hecho de violencia”, manifestó el interventor del gremo, Víctor Carcar, quien aseguró que se enteró de lo ocurrido al ser consultado por “Río Negro”.

A la mañana siguiente (Ayer), el grupo que mantiene tomada la sede sindical desde el 10 de junio bloqueó el tránsito durante las primeras horas del día. El grupo que estaba en Plottier se retiró ante la intervención o amenaza (según la facción que cuente lo ocurrido) de un vocero de Carcar.

El actual interventor del sindicato, Víctor Carcar está esperando que la justicia ordene el desalojo de la sede tomada ubicada en calle Bouquet Roldán.

El resto se retiraron ante la primera orden de desalojo, aunque volverían el lunes. “Sólo queremos visibilizar nuestro reclamo”, explicaron.
Frente a la posibilidad de que el actual interventor sea desplazado, reclaman la intervención de Uocra central y del gobernador Omar Gutiérrez, a sabiendas del impacto negativo que tienen en Vaca Muerta los enfrentamientos del gremio.

La toma de la sede sindical comenzó cinco días después de que un grupo desatara una balacera dentro del yacimiento Sierras Blancas. La causa dejó fuera de juego a Levi, uno de los dirigentes con más peso después de Carcar, quien está en prisión preventiva al igual que Emmanuel “el lechuga” Sandoval.

Los trabajadores que reclaman el recambio de autoridades afirman que no son parte de ninguna interna, pero al ser consultados sobre quien debería ocupar la conducción lanzan: “Riffo es el único que se acercó a hablar”. Se refieren a Ernesto, delegado en Centenario y parte del grupo que se referenciaba con Juan Ángel “Rancho de Paja” Godoy cuando Carcar estaba prófugo por una condena que fue anulada.

“Acá tiene que intervenir la justicia, yo no voy a enfrentar trabajadores. Si me tengo que ir me voy a ir, pero no voy a enfrentar trabajadores”, recalcó Carcar, quien señaló a Riffo como el impulsor de los cortes.

Los conflictos de la Uocra son una mala costumbre en la región. Un homicidio frente a la sede sindical en pleno centro de la capital, un tiroteo entre dos facciones, otro en la nueva sede y hasta una balacera dentro de un yacimiento no parecen ser picos de violencia suficientes.
Éstos sólo son puntos de referencia porque las balas, las agresiones y las amenazas no dejan de repetirse en un contexto en el que un grupo acusa a otro, pero ninguno reconoce abiertamente la interna, mientras que coquetean con funcionarios por las bolsas de trabajo en Vaca Muerta.
Con Levi en prisión preventiva, tomó fuerza la figura de Ernesto Riffo, dirigente del ala de Godoy y a quien señalan como posible sucesor los manifestantes. Mientras esto ocurre, el gobierno parece plegarse también a no hablar a riesgo de mostrarse incapaz de resolver el conflicto.

Virginia Trifogli