Pandemia y ambiente: “Hay que replantear el modelo social y productivo”

La pandemia mostró la estrecha relación entre salud, inequidad social y degradación ecológica. El abogado ambientalista Enrique Viale sostiene que no se puede voLver a la “vieja normalidad” y se necesita un “nuevo pacto ecosocial” urgente.


Enrique Viale, abogado ambientalista

Argentina vive una encrucijada civilizatoria de alcances todavía inciertos. La pandemia de coronavirus evidenció una enorme vulnerabilidad social de amplias franjas de la población y las enormes desigualdades en el acceso a los beneficios del desarrollo que existen en el país y en el mundo. Así por lo menos opina el abogado ambientalista Enrique Viale, quien junto a representantes de diversas organizaciones sociales y ambientalistas, sostiene que “debemos replantearnos cómo volvemos a la normalidad. Si regresamos a lo mismo que nos trajo hasta acá, el modelo de agronegocios basado en monocultivos, el extractivismo minero y la explotación de combustibles fósiles o vamos a reflexionar sobre eso y planteamos un nuevo modelo que sume justicia social y justicia ecológica. Se requiere una transición socioecológica radical que implica repensar nuestros modelos productivos, a nivel global, en Argentina y especialmente en regiones como la Patagonia”, señala.

La propuesta adquiere fuerza cuando, en medio del azote sanitario y social que implica la expansión de la enfermedad, en el país se reveló que se acelera la deforestación su sufren extensas zonas del país, la quema masiva de humedales y bosques genera problemas ambientales en 11 provincias e impulsa el debate de una ley que los proteja, un proyecto para instalar grandes factorías de cerdos en acuerdo con empresas chinas genera polémica y la caída de los precios del petróleo pone en crisis el sistema de producción hidrocarburífera no convencional en Vaca Muerta, entre otros temas.

Viale es presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas. Ha asesorado a la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado y querellante en causas emblemáticas como la de daños y delitos ambientales contra la minera Barrick en San Juan, contra la firma agrícola Monsanto, el acuerdo entre YPF y Chevron en Neuquén o la causa en la Corte por el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo.

En el inicio de la pandemia, Viale y la socióloga Maristella Svampa escribieron un extenso artículo que ha servido de base para la discusión en diversos foros en el país y a nivel continental, que se nuclean hoy en la plataforma “Por un pacto social, ecológico, económico e intercultural para América Latina”, en varios países de la región y que ahora tomó forma de libro, «El colapso ecológico ya llegó» que será presentado el 1 de septiembre. En un diálogo con Debates, detalló y respondió críticas a esta iniciativa.

– Cuáles serían los ejes de esta propuesta?

-Sintéticamente, un ingreso ciudadano universal, que es que todo ser humano debe tener un ingreso para una vida digna sólo por existir. Segundo, una reforma tributaria progresiva que reconfigure la base actual del sistema fiscal . Tercero, la auditoria y suspensión de la deuda externa. El cuarto es un sistema nacional de cuidados que permita aliviar a las mujeres, que como evidencia la pandemia son las que llevan el peso de estos cuidados en nuestra sociedad, resignando carreras y vida personal. El quinto es una transición ecológica radical, una salida gradual pero sin pausa del modelo extractivista basado en combustibles fósiles. (ver aparte)

Vaca Muerta es un fantasma que nunca se atrapa, un futuro promisorio, un Eldorado que nunca llega y, mientras tanto, consume una cantidad enorme de subsidios estatales. Hoy más que petróleo se extraen subsidios.

Enrique Viale, abogado ambientalista

P: La propuesta del ingreso universal ciudadano se ha objetado por las dificultades para su financiamiento, de dónde se obtienen los recursos, en países como el nuestro con tantas limitaciones fiscales …

R: Por eso hablamos de una reforma tributaria, que aportaría ingresos, y de una auditoría de la deuda externa, para sabe cuánto se debe realmente . El ingreso ciudadano moviliza y dinamiza la economía vía consumo, generando un circulo virtuosos, sea a través de más ingresos por impuestos o por aumento del consumo. Estamos totalmente convencidos que es posible, con un sistema tributario progresivo. Son aspectos que ya están en plena discusión: cuánto debemos a los bonistas, al FMI y también se discute un impuesto a las grandes fortunas.

P: La objeción de economistas a este esquema es que Argentina necesita inversiones para su economía y bajo estos condiciones no vendrían por baja rentabilidad…

R: Esto forma parte de un sistema extorsivo que no es real. Siempre se dicen estas cosas y las inversiones tampoco llegan a pesar de que pongamos todas las condiciones. Los cuatro años de Macri son una muestra de eso: se endeudó, se arrodilló ante el capital internacional y las inversiones no llegaron. El capital sabe que donde hay una economía ordenada y activa puede hacer inversiones y obtendrán sus ganancias.

P: ¿Cómo quedan en este plan proyectos como Vaca Muerta, que son polos de desarrollo para provincias como Neuquén y generadores de empleos difíciles de sustituir?

R: Vaca Muerta es un fantasma que nunca se atrapa, un futuro promisorio, un Eldorado que nunca llega y mientras tanto consume una cantidad enorme de subsidios estatales. Esto se demuestra actualmente: el gobierno debe garantizar un precio mínimo para la rentabilidad de las empresas, que de manera extorsiva amenazan con despedir trabajadores. Es un círculo vicioso: hoy en Vaca Muerta más que extraer petróleo se extraen subsidios del Estado. Por la economía de la región y los trabajadores, es increíble que aún no se esté pensando cómo será la transición para salir de la dependencia de los combustibles fósiles, porque el futuro es sin estos combustibles. El planeta va para un lado y la región, en contra. Hay dos formas de hacer la transición: una ordenada, planificada y otra abrupta que la hace el mercado. Preferimos la primera.

P ¿Por qué les preocupa la proporción de población urbana en Argentina?.

R: Pensar una nueva ruralidad para el país es clave. Casi el 92% de nuestra población es urbana, mientras el promedio mundial es 54%. Para colmo casi el 32% estamos concentrados en el 0,4% del territorio nacional que es el AMBA, que con la pandemia se muestra que se hace cada vez más inviable e “invivible”. Hay que repoblar la argentina, favorecer condiciones de arraigo de las poblaciones locales mediana y pequeñas, con acceso a la tierra, a los servicios, al ocio y la recreación, a Internet, trabajo y empleo. Por eso proponemos cordones agroalimentarios que provean de alimentos seguros, sanos y baratos a sus poblaciones. Es necesario pensar mercados agroecológicos de pequeños productores, etc. Y para eso hay que cambiar el modelo centrado en el agronegocio, de monocultivos como la soja, que es una agricultura sin agricultores, que expulsa gente del campo a las ciudades.

P: Sin embargo, hoy se plantean alternativas que siguen la lógica de gran escala exportadora, como producir cerdos para China .

R: Pareciera que no aprendemos de los errores del pasado. En el marco de un pandemia, que nos tiene a todos encerrados hace meses, asustados por un virus zoonótico, que se transmitió de animales a personas, queremos replicar ese modelo de China en nuestro país. Es ilógico que no podamos tener la creatividad para pensar en otras salidas productivas. Como si implantar granjas de otro país en nuestro territorio fuera generadora de una gran mano de obra, no lo es. Ya se intentó algo parecido en Río Negro, con otra empresa de agronegocios china: Lo único que nos faltaba: llenar de soja la Patagonia.

P: ¿Cuáles serían los primeros pasos para una agenda de este tipo?.

R: Reconocer el problema y el contexto internacional. En otros países se está debatiendo cómo volver tras la pandemia. En nuestro país estamos siempre atendiendo emergencias y para solucionar las dificultades acudimos a las mismas herramientas: más megaminería, más agronegocios, más fracking. Lo primero es eso: repensar entre todos y generar lugares de reflexión para planificar esta transición a otro modelo. La urgencia constante nos hace repetir las fórmulas que nos trajeron hasta acá. Esta pandemia nos debe hacer reflexionar sobre nuestros modelos de vida.


Los cinco ejes de la propuesta para un cambio ecosocial


Un Ingreso Universal Ciudadano. La idea básica es que todo ser humano por el sólo hecho de existir debería tener un ingreso mínimo para una vida digna. Se trata de una propuesta que se discute hace tiempo en Europa y que en nuestro país fue planteada hace años por el economista Rubén Lo Vuolo, que sirvió de base para que en 2009 se aprobara la ley de Asignación Universal por Hijo (AUH) aunque ésta es más restrictiva respecto del acceso y las condiciones para recibirla. En este caso, “está desvinculado del empleo asalariado, no exige contraprestación alguna, no refuerza la trampa de la pobreza (como sucede con los planes sociales focalizados) ni el clientelismo”, señalan en el escrito. Estiman que la crisis que deja pandemia exigirá un rol mayor del estado y nuevos modelos redistributivos “como admiten medios conservadores como el Financial Times u organismos como el FMI”.

Una reforma tributaria progresiva. Busca reconfigurar la base actual de ingresos del Estado en todas las jurisdicciones incluyendo impuestos a las grandes fortunas, a la herencia, a la renta financiera, a los daños ambientales, que hoy tienen escasa o nula incidencia y promueve la baja o eliminación de “impuestos regresivos” como el IVA o Ganancias que afectan más a quienes tienen menos recursos.

• Auditoría y suspensión de pago de la deuda externa. Sostiene que el momento extraordinario admite suspender las grandes deudas de los estados, hogares y empresas que en los países emergentes llega al 168% del PBI. “Ningún país puede pagar colosales montos de divisas sin antes garantizar a sus habitantes una vida digna, mucho menos en un contexto de inédita recesión económica global y nacional”, señalan. Y recuerdan que organismos de la ONU proponen liberar recursos destinados al pago de duda para liberar recursos destinado a reactivar las economías y ayudar a los sectores vulnerables.

• Un sistema nacional de cuidados, cuya necesidad se puso de relieve en la pandemia, “que resaltó el enorme peso que tienen las mujeres, en especial las de menores recursos, en el cuidado de personas (hijos, adultos mayores personas con discapacidad), resignando carreras y vida personal”, señala Viale. Este sistema debiera establecer fortalecer un sistema de salud y atención a personas en situación de dependencia que no pueden atender sus necesidades básicas.

• Una transición ecológica radical que para Viale implica “una salida gradual pero sin pausa de modelo extractivista basado en combustibles fósiles”. Exige un cambio del sistema energético y avanzar “hacia una sociedad post-fósil basada en energías limpias y renovables”. Propone potenciar la Agroecología transformando el sistema agroalimentario argentino. Postula “la creación y fomento de cinturones verdes de agricultura ecológica en ciudades y pueblos” y “fomentar una cultura asociativa y comunitaria y una responsabilidad ciudadana en el consumo”, entre otros.


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