Parece ciencia ficción, pero es una misión real
La NASA envió esta semana una nave que tiene como objetivo impactar contra un asteroide para desviar su trayectoria. Y aunque bien podría serlo, no se trata de una película. El detrás del proyecto.
El pasado martes, y como si de una película de ciencia ficción se tratara, la NASA lanzó una nave espacial con una misión específica: estrellarse contra un asteroide y probar si sería posible desviar de su curso una roca espacial en caso de alguna amenaza futura a la Tierra.
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Este proyecto recuerda a la película “Armageddon” de Bruce Willis, estrenada en 1998, que tenía la misma premisa: destruir un asteroide del tamaño del estado de Texas. En este film, un equipo de astronautas debía introducir un explosivo en medio de la roca espacial, atravesándola de un extremo al otro. Aquí, en la vida real, la situación será un tanto menos dramática.
La nave, conocida como DART (acrónimo en inglés de Doble Prueba de Redirección de Asteroide), partió el martes de la Base Aérea de Vandenberg a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, un proyecto que costará alrededor de 330 millones de dólares.
Diez días antes del impacto, la nave liberará una pequeña cápsula de observación que seguirá los sucesos. Allí, DART emitirá video en vivo hasta ser destruida por el impacto con el asteroide. No solo eso: hasta tres minutos después, la nave que la sigue tomará imágenes del lugar del impacto y el material expulsado.
¿Cómo está planificada la misión? Si todo marcha como debe ser, se estrellará en septiembre del año próximo contra el asteroide Dimorphos, que tiene una dimensión de 160 metros de ancho, a una velocidad de 24.139 kilómetros por hora.
Según explicó la directora de la misión, Nancy Chabot, esto “no va a destruir el asteroide. Únicamente le va a dar un pequeño empujón”.
Para entender la situación, el Dimorphos orbita en torno a un asteroide mucho mayor llamado Didymos. Y si bien ninguno representa una amenaza real para la Tierra, los científicos consideran que es un material ideal para comprobar la efectividad de este proyecto.
La intención de la nave es que tras impactar contra Dimorphos, se pueda reducir la órbita alrededor de Didymos al menos en 10 minutos. Un dato importante: si el impacto logra disminuir la órbita al menos 73 segundos, la misión ya puede ser considerada un éxito. Para ello, habrá todo un equipo especial de telescopios preparados, que obtendrán los datos con precisión. La colisión ocurrirá a unos 11 millones de kilómetros de nuestro planeta.
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¿A qué apunta el proyecto en general? A que con esta técnica, se pueda modificar el curso de asteroides que impliquen una potencial amenaza a la Tierra, incluso décadas antes de que esté “cerca”. Un mínimo empujón generaría un cambio grande en la posición futura de los asteroides.
“Aunque ahora no hay ningún asteroide conocido que esté en un rumbo de impacto con la Tierra, sabemos que hay una gran población de asteroides cercanos a la Tierra”, afirmó Lindley Johnson, responsable de defensa planetaria en la NASA. “La clave de la defensa planetaria es encontrarlos antes de que sean una amenaza de impacto”.
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