Pese a que el país no anda mal

CONTEXTO

Ya el año pasado millares de personas en Alemania habían salido a las calles para sumarse a las manifestaciones mundiales del movimiento “Ocupemos”. Pero como la economía alemana es vigorosa y el desempleo está en un bajo nivel récord, esas protestas prácticamente se habían terminado. Sin embargo, la crisis de la deuda en Europa ha dado nueva vida a algunas manifestaciones. Alemania, la mayor economía de Europa, no padece las consecuencias de las medidas de austeridad que afectan a naciones como Grecia, Portugal y España. Pero ha sido el paladín de los cortes de gastos, a veces drásticos, en toda Europa para controlar las riendas de los déficits. La canciller federal Angela Merkel ha promovido un tratado europeo que haga hincapié en la disciplina fiscal, pero la critican acusándola de sofocar el desarrollo debido a su insistencia en las medidas de austeridad. Su gobierno conservador ha rechazado nuevas medidas significativas de estímulo, pero Merkel se ve cada vez más presionada –incluso por el flamante presidente francés François Hollande y el presidente estadounidense Barack Obama– a estimular las inversiones para impulsar el crecimiento y evitar otra recesión en Europa. “Nos solidarizamos con el pueblo de Grecia y otros pueblos europeos que padecen profundamente por los cortes (presupuestarios) y que amenazan su misma existencia”, afirmó Roland Suess, vocero de “los indignados” germanos. “Nosotros, ahora, estamos bien. Pero Europa no. Por ello es que nos oponemos a que la troika del BCE, la Comisión de la Eurozona y el FMI nos dicten las políticas para gobernar. Ellos son unos fracasados”, concluyó.


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