Piedrabuena acusa a Gerez de falsificar pruebas y sus abogados vuelven a renunciar

Es el peor momento del Jurado de Enjuiciamiento. Y también de la causa penal. A seis meses del incidente en el hipermercado, el escándalo institucional no tiene freno.

Ayer se cumplieron seis meses del escándalo del hipermercado. Fue también un sábado, el año 2020 llegaba a su fin. El juez Diego Piedrabuena, recién llegado de una operación en Buenos Aires, y su esposa tuvieron un incidente en la fila de cajas de La Anónima y terminaron demorados en la comisaría Primera. El bochorno institucional nació casi al mismo tiempo, cuando empezaron a circular los videos de la detención, los chat entre funcionarios, y se vio alimentado desde muchos lugares del Poder Judicial con errores, omisiones y acciones.

El balance después de medio año es una montaña de escritos (o de terabytes) cruzados en los que ya es difícil distinguir obra de parodia, con nulo avance hacia el punto de resolución del conflicto. Gestiones oficiales y oficiosas para bajar el tono del enfrentamiento fracasaron.

Piedrabuena enfrenta dos grandes procesos: una causa penal y un Jurado de Enjuiciamiento. La base de ambos son los hechos del hipermercado. Hasta ahora se las ingenió para lograr que ninguno de los dos avance con fluidez.


¿Julio en la Legislatura?


Piedrabuena ante el Jurado de Enjuiciamiento, en marzo. (Archivo)

En el caso del jury, el presidente de la Legislatura Marcos Koopmann ya le confirmó a Germán Busamia, presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Jurado de Enjuiciamiento, que el recinto estará desocupado durante julio. Otro tema es que lleguen a tiempo para hacer el juicio en esa fecha.

Piedrabuena pidió que le designen defensores públicos y el Tribunal, como manda la ley, nombró al defensor general subrogante Raúl Caferra, quien a su vez dispuso que Leandro Seisdedos ejerza como codefensor.

Pero Piedrabuena, Caferra y Seisdedos no se ponen de acuerdo en la estrategia. Consecuencia: todo el tiempo presentan escritos por separado, dejando cada uno a salvo su opinión. La dupla de defensores públicos ya presentó la renuncia tres veces y el Jurado no se la aceptó.


El acusador acusado


Gerez tiene a su cargo la acusación en el Jurado de Enjuiciamiento. (Archivo).

La última diferencia la tuvieron respecto del fiscal general José Gerez, a quien Piedrabuena pidió que le abran una investigación penal: lo acusa de “falsificar pruebas, mentir, deshonrar su función, mala fe” y hasta desliza que pudo falsificarle la firma en un escrito.

Caferra y Seisdedos lo acompañaron en la denuncia sin inmolarse:

no suscribimos sus afirmaciones acerca de la animosidad del Fiscal General y de que ha falseado información con la finalidad de engañar al jurado, al enjuiciado y su defensa técnica»

escribieron los defensores públicos.

El Jurado está integrado por siete miembros (Germán Busamia, Alfredo Elosu Larumbe, Alejandra Bozzano, María Laura Du Plessis, Sergio Fernández Novoa, Suyay Sapino y Marianina López Raggi) y planea avanzar con el análisis de la prueba ofrecida por las partes para convocar, antes de fin de mes, a una audiencia ordenatoria.

Será difícil. Piedrabuena no quiere a Gerez como acusador sino como testigo e imputado; desconoce todo lo que hace como fiscal; los defensores públicos no quieren asistirlo; y él no quiere defenderse solo. Resolver todas las incidencias previas podría quitarle al Jurado más tiempo del esperado.


El juzgador que acusa


La causa penal no está mejor. El (por ahora) último capítulo se produjo el viernes. Debía llevarse adelante la audiencia de control de acusación, previa al juicio oral, pero la jueza que venía dirigiendo el procedimiento, Patricia Lupica Cristo, está con licencia. La subrogó Mario Tommasi, un juez que podría haberse jubilado en 2019 pero sigue en el cargo.

Apenas abrió la audiencia y antes de entrar en materia, Tommasi criticó la estrategia del Ministerio Público Fiscal de tal manera que prácticamente empujó a la fiscal Silvia Moreira a recusarlo. La querella también lo hizo.

¿Por qué el juez de Garantías dio semejante sermón, inapropiado para el rol que desempeñaba en ese momento? La pregunta recorre el Poder Judicial desde el viernes. ¿Fue un tardío pase de factura a la fiscalía en nombre de la amistad que alguna vez tuvo Tommasi con Santiago Terán, el fiscal denunciado por José Gerez? ¿Un gesto despreocupado de quien dice lo que se le ocurre a sabiendas de que la inminente jubilación lo convierte en un intocable? ¿O no quiso ser arrastrado a una causa con fama de pantano en la que pocos se animan a entrar?

En todo caso, el magistrado demostró un preocupante desconocimiento del Código Procesal que viene aplicando: preguntó por qué llevaban a juicio un delito «menor», por qué no habían aplicado una salida alternativa al caso, cuando debería saber que los funcionarios públicos tienen vedado acceder a esas resoluciones. Piedrabuena es funcionario público.


La jueza 16


Fuera Tommasi de la causa penal, en una próxima audiencia que no está claro cuándo será (el defensor de Piedrabuena pidió que posterguen la fijada para el lunes 14) la jueza Laura Barbé cumplirá con el trámite de confirmar la recusación. Será la decimosexta magistrada de la provincia que intervenga en el caso. Nueve se excusaron, tres intervinieron como Tribunal de Impugnación, dos como juez de Garantías, uno en otra instancia de recusación.

Agotada la ronda de jueces de Neuquén, Cutral Co y Chos Malal, vacante Junín de los Andes, entrará en escena Zapala. Los posibles jueces y juezas que podrían intervenir son Carolina González, Diego Chavarría Ruiz, Bibiana Ojeda y Leticia Lorenzo.


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