Piñera pide ‘superar, no olvidar’, traumas del Golpe

Presidencia de Chile

SANTIAGO (AP/AFP) – Chile conmemoró ayer los 40 años del golpe de Estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, con actos separados, algunos disturbios en barrios periféricos y un llamado del presidente Sebastián Piñera a “superar los traumas” del pasado.

Frente a la estatua de su padre derrocado hace 40 años, la senadora Isabel Allende abogó para que la verdad y la justicia permitan la reconciliación entre los chilenos, distanciados desde la sublevación militar que en 1973 dio paso a una dictadura que asesinó, desapareció y torturó a miles de izquierdistas. Salvador Allende, que llegó al poder con la ilusión de alcanzar el socialismo mediante la vía pacífica, prefirió suicidarse con el fusil que le regaló Fidel Castro, para no caer en manos de los golpistas.

“Nos enseñó un camino, un camino que era necesario y posible, un camino de profundos cambios sociales en democracia, pluralismo y libertad’’, dijo la senadora a los pies de la estatua de su padre. Acompañada de su hermana Carmen Paz y sus sobrinos Alejandro y Amaya afirmó que “sólo la verdad y la justicia nos va a permitir reencontrarnos como país, con los valores éticos, con los valores de nunca más romper la democracia, nunca más un golpe de estado, nunca más quebrar el orden institucional’’.

Los homenajes a Allende se iniciaron temprano, con una ceremonia ecuménica a la que asistieron autoridades de gobierno y de las fuerzas armadas. Decenas de personas acudieron a dejar flores a los pies de la estatua del mandatario, que se levanta en la esquina suroriente de la plaza de la Constitución, a metros del palacio, justo frente al lugar donde cuatro décadas atrás se ubicaban las oficinas de la presidencia.

El presidente Sebastián Piñera encabezó el acto religioso en el palacio presidencial de La Moneda, bombardeado por aire y tierra el 11 de septiembre de 1973. Al hacer una intervención, llamó a superar los traumas del pasado. “Llegó el tiempo, después de 40 años, no de olvidar, pero si de superar los traumas del pasado”, dijo Piñera. “El mejor legado que podemos entregarle a nuestros hijos es legarles un país reconciliado y en paz”, agregó Piñera, el primer presidente de derecha tras la llegada de la democracia en 1990. Piñera se ha desmarcado de la posición mostrada hasta ahora por el sector político que representa, haciendo un mayor énfasis en las responsabilidades de los políticos de la dictadura y de sus “cómplices pasivos” en el atropello de los derechos humanos.

La jornada de conmemoración estuvo precedida de enfrentamientos y barricadas en algunas poblaciones de la periferia de Santiago y otras ciudades, tradicionales puntos de oposición a la dictadura de Pinochet. Los enfrentamientos, de menor intensidad a los esperados, dejaron en la capital 68 detenidos y cinco autos quemados, según la policía.