PJ-UCR: tras sus doradas juventudes
En los dos partidos se esbozan decisiones tendientes a movilizar a sus franjas juveniles. Pichetto liderará mañana en Viedma una jornada de trabajo de la que participarán más de 300 jóvenes justicialistas de toda la Patagonia. En el radicalismo, terminado el proceso de elección de autoridades partidarias, comienza la reactivación de la militancia.
Tarea ímproba.
En estos términos cabe definir la decisión del PJ y la UCR rionegrinas de reactivar el ala juvenil de sus respectivas fuerzas.
Organizada en el radicalismo y muy dispersa en el peronismo, ambas juventudes se identifican en los desafíos que sobrellevan: muy baja tasa de incorporación de nuevos militantes y escasa cuando no nula incidencia en las decisiones de sus partidos.
Muy lejos emergen los días en que radicales y peronistas, a lo largo y ancho de toda la geografía del país, tuvieron en su franja juvenil el sector que sumó pasión y activismo para sostener movilizaciones e inyectarle color a la lucha política.
Pero avanzada la transición y extendido el desencanto con la política, las juventudes políticas dejaron de ser una expresión masiva para devenir en estructuras gerenciadas por cuadros donde priman intereses más individuales que de conjunto.
Fiel a lo que define a otros planos del partido, la JR rionegrina amortiguó aquellos desafíos mediante una doble vía. Por un lado, organización; por el otro, el respaldo y el favor que devienen de formar parte del partido en el gobierno.
Ese vínculo permitió un dosificado trámite de movilidad de jóvenes a cargos partidarios primero y electorales después.
Pero, igualmente, la JR rionegrina no pudo sustraerse, por caso, de las duras consecuencias que implicó en todo el país el desplome del poder de una de sus principales nutrientes: Franja Morada.
La radiografía de la JP rionegrina también denuncia limitaciones. Sobrevi
viendo más por la tenacidad y firme voluntad de algunos cuadros, los jóvenes justicialistas no pudieron -por caso- ser blanco del despiadado internismo que por años signó al frente interno partidario y que ahora parece ingresar a la historia como lo que no se puede repetir.
En Río Negro, dirigentes de uno y otro partidos reactivan ahora sus franjas juveniles. Todo en el marco del proceso electoral destinado a renovar en el 2005 bancas en la Cámara de Diputados de la Nación.
Mañana, en Viedma, el precandidato a gobernador por el justicialismo provincial, Miguel Pichetto, liderará una jornada de trabajo de neto contenido doctrinario.
Participarán más de 300 jóvenes de las JP de toda la Patagonia.
La reunión apunta a revitalizar el concepto de militancia, partiendo de reflexiones sobre la necesidad de reinsertarse en la política vía el debate de ideas.
Por su parte, el radicalismo rionegrino tampoco pierde tiempo.
Finalizado el proceso que llevó a nuevas autoridades partidarias en todos los niveles, Roca pasó a ser uno de los bastiones donde su juventud será convocada a jugar un rol de significación en una ciudad con mucho poder electoral.
Hace dos semanas, la JR roquense eligió nueva conducción. Triunfó la línea afín al legislador Daniel Sartor, en detrimento de la apadrinada por la diputada María Inés García.
Ahora, esta JR se pondrá a disposición del titular del Comité Roca, diputado José Luis Rodríguez. Y de ahí en más, la consigna de esta UCR hace un objetivo que la desvela: recuperar la comuna en el 2007.
Trabajo duro, incluso para los jóvenes.
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