Plasma Rico en Plaquetas: cómo se aplica en animales

Es un tratamiento muy poco invasivo que ayuda a la regeneración de tejidos y a mitigar el dolor. En esta nota, el médico veterinario Pablo Vaccari nos cuenta de qué se trata.

Si en algo la medicina veterinaria ha avanzado a la par de la medicina humana es en el tratamiento del dolor; tema en el cual el veterinario, obligatoriamente, debe involucrarse poniéndose “en la piel” del paciente.
Además de medicamentos que se comparten entre ambas medicinas, existen métodos basados en el uso de sustancias propias del cuerpo del paciente que se utilizan para el tratamiento de algunos procesos inflamatorios y para aplacar el dolor. Tal es el caso del Plasma Rico en Plaquetas (PRP).


Las plaquetas se obtienen al extraer sangre minutos antes de su aplicación, la cual se trata con anticoagulantes separando la fracción a utilizar.


El PRP es aplicado como “elemento de regeneración de tejidos” y el fundamento de la técnica se basa en que las plaquetas son las primeras que aparecen cuando ocurre una lesión en los tejidos con la sangre y contribuyen junto a otras moléculas, con el aporte de los factores de crecimiento; los cuales son sustancias esenciales para la cicatrización”, explica Jorge Vaccari, médico veterinario de Roca, al ser consultado por Río Negro.

El PRP se implementa en todas las edades y en todos los animales dando excelentes resultados.


“El tratamiento es frecuentemente utilizado en el dolor traumatológico, y es en el que se basa nuestra experiencia, sobre todo a nivel articular en pacientes con lesiones crónicas como la artrosis”, detalla el especialista quien, junto a su colega Marcelo Miserendino, desde hace tiempo lo desarrollan y aplican en sus pacientes. Otro uso es como adyuvante en fracturas que no consolidan o demoran en reparar.
“La preparación se realiza concentrando el plasma que se encuentra en la sangre del mismo paciente a intervenir y concentramos las plaquetas que aportan los factores de crecimiento, por medio de procesos de centrifugado”, comenta Vaccari.
Las plaquetas se obtienen al extraer sangre minutos antes de su aplicación, la cual se trata con anticoagulantes separando la fracción a utilizar. Cuando se va a aplicar este PRP se lo activa para que en la articulación esa fracción se coagule, ya que a partir de ese coágulo surgen los “factores de crecimiento”, los cuales son los responsables de la reparación de los cartílagos articulares.
Es menester decir que se trata de una práctica mínimamente invasiva porque consiste en una extracción de sangre a volumen que es acordes al tamaño del paciente y a la articulación a tratar. Luego la aplicación se hace localmente en la articulación, generalmente durante la cirugía, concluye Vaccari.

Cuándo se aplica el PCR como tratamiento

· En alteraciones articulares degenerativas, artrosis, problemas de tendones de equinos, con mayor frecuencia.
· No necesariamente en gerontes.
· En artrosis prematuras hay mejores resultados
· Hay controversias en cuanto a su uso y formas de preparación, pero aunque el PRFC no siempre genere los resultados esperados de efecto reparador para el cartílago articular, con la aplicación correcta, nunca genera daño al mismo y los resultados clínicos son alentadores .
· Para utilizar esta técnica se debe contar con un área de laboratorio y elementos básicos resguardando todas las medidas de asepsia y esterilización, acordes a la práctica.


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