Plaza Huincul recordó que es una ciudad sin pirotecnia

Para los infractores está previsto el decomiso y hasta la clausura del local comercial.

Redacción

Por Redacción

En Plaza Huincul iniciaron la campaña para insistir en que no está permitido el uso o venta de pirotecnia en el ejido urbano. Se recordó que es un municipio con “pirotecnia cero” y remarcaron que se aplicarán las multas económicas con decomiso de mercadería y hasta clausura de los locales.

Desde 2012 la comuna que dirige Gustavo Suárez fue declarada “libre de pirotecnia”. Empezó diciembre, mes por excelencia donde suele utilizarse los elementos pirotécnicos para los festejos en las festividades de fin de año.

Es por esto que se reforzó la campaña de información y concientización. La norma, que lleva el Nº 1365 de ese año prohíbe en todo el ejido municipal “la fabricación, tenencia, guarda, acopio, depósito, venta o cualquier otra modalidad de comercialización, tanto mayorista como minorista y el uso particular” de los elementos de este tipo.

A través de la dirección de Defensa Civil se recordó a toda la población que la ordenanza alcanza a las industrias y comercios, no solo a los radicados en la ciudad como así también a los particulares y vendedores ambulantes u ocasionales.

A las vecinas y vecinos, comerciantes o locales que incumplan la ordenanza en cuestión y sean encontrados en infracción se procederá al “decomiso inmediato” de todos los artículos pirotécnicos, con la correspondiente aplicación de la sanción de multa por un monto que será regulado por el Juzgado Municipal de Faltas.

A los locales comerciales se le aplicará además la clausura del negocio. En el caso de los reincidentes, se dispondrá de la caducidad de toda habilitación tanto comercial como industrial.

Además, se recuerda los daños o efectos negativos que puede ocasionar la utilización de la pirotecnia en un sector de la población. Esto es, aquellos quienes presenten trauma acústico; las personas con hipoacusia inducida por impacto; las personas con trastorno autista; y o veteranos de guerra.

Lo mismo con los animales, tanto las mascotas como los no domésticos, a quienes se les ha observado taquicardia, temblores, agitación, náuseas, aturdimiento, desorientación, entre otras consecuencias.


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