No fueron armas caseras las que mataron a Cárdenas y a Carrasco

Las balas que mataron a Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco en 2010 “no fueron disparados por armas de fabricación casera, aunque no puedo precisar de qué arma salió el disparo”. Así lo aseguró este viernes el perito balístico Roberto Negris en la última audiencia de la semana en el proceso penal que busca determinar quiénes mataron a los jóvenes.

En primer término declaró un testigo, Alfredo Orlando Vazquez, que ahora vive en Calafate pero ese 17 de junio de 2010 estuvo, junto a otros jóvenes de su barrio, arrojando piedras a los policías. Dijo que en Onelli y Sobral, los policías “reprimían hacia Elordi”. Vio cuando Cárdenas recibe el disparo y se desploma a su lado, y contó que lo llevó al hospital. Se mudó de Bariloche por el hostigamiento de los policías.

Negris sostuvo que el proyectil alojado en el cadáver de Cárdenas “tuvo un rebote antes, contra qué, no lo sé. Si es pavimento, una pared, una piedra bocha, no lo sé. El informe de autopsia dice que no tocó ningún hueso. Quiere decir que estas marcas son de haber dado un choque en algo anterior a haber dado contra una persona”.

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Carrasco “recibió cuatro impactos; según la autopsia, tres en la zona de la espalda equidistante entre sí, dentro de un circulo de treinta centímetros y uno en la pantorrilla, en la pierna, con orificio de entrada y salida. La única posta recuperada fue esa. Este proyectil desde la boca del cañón hasta la persona, no impacto en ningún lado”, dijo.

Esos disparos no se realizaron con “armas de fabricación casera, aunque no puedo precisar de qué arma salió el disparo”, añadió.