Así son los muebles que el líder de Revolución Federal le vendió a Caputo en Añelo

Están en Espacio Añelo, un edificio ubicado sobre la Ruta 7. RÍO NEGRO tuvo acceso a los trabajos de carpintería por los que se pagaron $8 millones.

Cuatro, cinco golpecitos rítmicos y silencio. Hasta que alguien responde, del otro lado de la mirilla. «Yo, apolítico», responderá una vez adentro y cuenta que no sabe ni le interesa por qué los muebles sobre los que durmió, cenó o miró televisión están siendo fotografiados por RÍO NEGRO. Es trabajador de Nabors, una de las principales empresas de perforación que operan en Vaca Muerta, y la misma que alquiló el edificio Espacio Añelo donde está el mobiliario que le encargaron al líder de la agrupación de ultraderecha Revolución Federal, Jonathan Morel, ahora procesado por instigación a la violencia. Es de estilo industrial, modesto: lo pagó Caputo Hermanos SA unos 8 millones de pesos.

El inmueble que hoy está bajo la lupa de la justicia federal y en la mira de todos está sobre la Ruta 7, pasando apenas lo que se conoce como la subida del hotel Da Vinci. El sector que sufrió uno de los piquetes más prolongados durante el conflicto con los «elefantes de Salud» en el 2021 por reclamos salariales al gobierno de Neuquén.

Espacio Añelo es un bloque de tres módulos y seis pisos que se inauguró en septiembre del 2022, tras alrededor de un año de construcción. Eso fue lo que informó el encargado de gerenciar los departamentos a RÍO NEGRO durante una visita el martes pasado. «Si es por la relación con Caputo Hermanos, se van a tener que comunicar con Buenos Aires», aclaró quien se presentó como empleado de Idero, y a cargo de hospitalidad con Nabors. Nunca se contactaron.

Idero es la empresa constructora que ejecutó el proyecto, aún sin terminar, aunque el fideicomiso que lo financió está vinculado con Caputo Hermanos SA, la empresa familiar vinculada a Luis «Toto» Caputo, exsecretario de Finanzas y expresidente del BCRA durante el gobierno de Mauricio Macri.

El único de los tres edificios terminados hasta el momento, a la vera de la Ruta 7. Foto: Matías Subat.

Al proyecto todavía le faltan dos torres similares más y un Salón de Usos Múltiples que se está por iniciar y se inauguraría en febrero. Va a tener gimnasio y sala de exposiciones. «Algo más de tipo recreativo y también para capacitación. Es otra herramienta que se le brinda a Nabors», aclaró el encargado.

El actual cuenta con 60 departamentos distribuidos en seis pisos: 24 son monoambientes, 24 cuentan con un dormitorio y 12 son de dos dormitorios. Todos están ocupados por trabajadores de Nabors, la empresa de servicios de perforación más grande del mundo y que trajo al país los primeros walking rigs que aceleraron el desarrollo de Vaca Muerta.

Según se informó a RÍO NEGRO desde Idero, la firma tiene alquilado el edificio completo. Hasta hace poco, contaba con un campamento de tráileres en el ingreso a Añelo, pero el viernes 28 tuvieron que desocuparlos por vencimiento del contrato. Todo el personal se trasladó al complejo de Ruta 7.

Si bien el edificio prometía un espacio íntegramente parquizado y un «producto premium» para la oferta de alquileres de la zona, el lugar tiene la aridez característica de la meseta y adolece de algunos detalles de construcción propios de la urgencia.

Espacio Añelo, según publicaban medios nacionales el año pasado, demandará, en su versión completa, una inversión de 12 millones de dólares para los tres edificios que abarcarán 7.800 m2 de construcción.

El intendente Milton Morales reconoció que el proyecto es de Caputo Hermanos y lo describió como «un desarrollo importante en Añelo de edificios».

El render que figura en el sitio web de Idero, la constructora.

Mesita estilo industrial y guillotina para «Todos»


El sol pega inclemente en ese sector de la Ruta 7 que muerde la meseta del pueblo y la mayoría de las ventanas del edificio se cubren con doble black out. Afuera, pese a las promesas de los arquitectos, crece poco y nada de vegetación.

RÍO NEGRO pudo acceder a uno de los departamentos de un dormitorio que están en la planta baja de Espacio Añelo. Tiene una cocina comedor con living integrado, una ventana y, por separado, un baño y una habitación. No más de 40 metros cuadrados.

Hay una mesa redonda de comedor con patas de hierro, una mesa ratona y un rack, también estilo industrial. De la habitación se alcanzan a ver dos camas con sus respectivas mesitas de luz.

Son los muebles que, según investiga el fiscal federal Gerardo Pollicita, le encargó Caputo Hermanos a la carpintería de Jonathan Morel, líder de la agrupación de ultraderecha Revolución Federal. Él y otros tres integrantes fueron procesados el jueves pasado por el juez Marcelo Martínez de Giorgi por entender que cometieron «actos y emitieron expresiones tendientes a alentar o incitar a la persecución, a la violencia colectiva y a la propagación del odio», en particular contra autoridades «de la actual gestión del Poder Ejecutivo Nacional y/o de sus adeptos». «Que tengan miedo de ser kirchneristas», era una de sus consignas.

También está bajo sospecha que hayan participado o de algún modo instigado el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el 1 de septiembre.

¿Realmente un carpintero que aprendió el oficio en Youtube, según reconoció, y que abrió su local en Boulogne el año pasado podía hacerse cargo de semejante tarea en el interior del país? Una cuenta rápida, tomando como referencia los 60 departamentos y sus ambientes, arrojaría que el trabajo demandó hacer 60 mesas de comedor, 60 racks, 36 mesas ratonas, 144 respaldos de cama y 144 mesas de luz. Morel dijo haber «tercerizado» los trabajos.

La línea de investigación sugiere que el destino del dinero enviado por Caputo Hermanos sea, en verdad, financiamiento para su actividad política, de corte expresamente antikirchnerista.

«Ya te prendí una antorcha, ya te llevé una guillotina de cartón, ahora capaz que te refacciono la guillotina y le pongo una cuchilla real, el 18 de agosto puedo llevar un malacate y reventarte la reja de la Casa Rosada. De a poquito esto se va volviendo más real. Fijate, flaco. Yo ya te avisé», es una de las tantas frases de Morel que recogió la Revista Anfibia en un extenso reportaje que publicó dos semanas después del atentado.

«Tod☀s presos, muertos o exiliados» fue el mensaje que exhibieron en una guillotina, durante una manifestación el 9 de julio.

Morel, liberado, dijo que se quedó con «500 lucas»


El líder de Revolución Federal, Jonathan Morel, fue liberado el martes a la noche del penal de Ezeiza luego de pasar 13 días detenido en el contexto de la investigación contra su agrupación por «instigación a la violencia».

La decisión la tomaron los camaristas federales Leopoldo Bruglia Pablo Bertuzzi, a quienes el presidente Alberto Fernández les cuestionó que ordenaran elevar a juicio de inmediato la causa del atentado con los tres procesados Fernando Sabag Montiel (el gatillador) y sus eventuales cómplices Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, sin esperar a que se determine si hubo autores intelectuales detrás.

«Pareciera que lejos de querer esclarecer el hecho y llegar a sus máximos responsables, están empecinados en tapar lo obvio: que una banda criminal con ramificaciones y financiamiento oscuro atentó contra la vida de la vicepresidenta de la Nación», criticó Fernández.

Exterior de Espacio Añelo, el complejo de departamentos que financió Caputo. Foto: Matías Subat.

En una entrevista que dio al canal A24 a poco de salir del penal, Morel reiteró que los trabajos de carpintería se los encargó Rossana Pía Caputo, una de las socias de Caputo Hermanos SA. «Es una decoradora y yo le vendí. Hay un presupuesto total y de eso una parte se le paga al fabricante, una parte son impuestos, contadores, un puchito para mí, otro para mi socio y otro para el negocio», aseguró Morel.

«¿Te parece mucha plata 8 millones de pesos? Si te digo que me quedaron 500 lucas, ¿te parece mucha plata?», justificó en un intercambio tenso con el programa, del que se fue intempestivamente a los pocos minutos. En su declaración indagatoria, había dicho que el total recibido de Caputo Hermanos había sido de 13 millones de pesos, una parte en negro.

La investigación involucra los pagos que recibió la carpintería de Morel de parte de dos fideicomisos del grupo Caputo: uno es Santa Clara al Sur, un barrio cerrado en San Vicente (provincia de Buenos Aires), y el otro es Espacio Añelo.

Por su actual procesamiento no deberá cumplir prisión preventiva, pero sí se le trabó un embargo a él y los restantes miembros Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile por 9 millones de pesos.


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