Boleta Única de Papel: se aprobó el proyecto en Diputados con la oposición unida

Anoche obtuvo media sanción la iniciativa que propone cambiar el instrumento de votación a nivel nacional. El Frente de Todos se opuso al proyecto opositor.

La oposición unida en la Cámara de Diputados logró la media sanción del proyecto de ley que implementa la boleta única de papel para cargos nacionales en todo el país. Se aprobó con 132 votos a favor, 104 en contra y 4 abstenciones. Ahora se discutirá en el Senado.

El primer paso lo dio cuando pasadas las 14.15 se llegó al número de 129 diputados necesarios para el quórum, el mínimo necesario para sesionar, y quien presidía la reunión, Omar de Marchi (en reemplazo de Sergio Massa, quien se encuentra en Estados Unidos por un viaje oficial) declaró el inicio del debate.

El Frente de Todos no acompañó la propuesta y no participó del quórum, pero una vez iniciada la sesión los comandados por el santafesino Germán Martínez bajaron al recinto y se sumaron a la discusión.

Pese a la posibilidad concreta de asestarle este miércoles un duro revés al oficialismo, algo que finalmente ocurrió, el disenso expresado por el Frente de Todos -el espacio mayoritario en el Senado y fuerza gobernante en el país -proyectó un cono de sombra sobre la factibilidad de la propuesta en el corto plazo.

Juntos por el Cambio logró sentar a 115 diputados. El único ausente del interbloque fue el titular del bloque radical, Mario Negri, quien dio positivo de Covid el lunes.

Además, hubo asistencia perfecta de los ocho integrantes del Interbloque Federal, que preside Alejandro “Topo” Rodríguez y que incluye a los tres diputados schiarettistas. 

El quórum se completó con los rionegrinos Luis Di Giácomo y Agustín Domingo (Juntos Somos Río Negro); y los liberales José Luis Espert, Carolina Píparo y Javier Milei. La porteña Victoria Villarruel, compañera de banca de Milei por La Libertad Avanza, llegó al Congreso una vez iniciada la sesión. 

Tampoco dio quórum un diputado del Movimiento Popular Neuquino, Rolando Figueroa, que había votado con la oposición el emplazamiento a las comisiones para debatir la boleta única. La ausencia del neuquino generó incertidumbre, ya que la oposición necesita volver a reunir un mínimo de 129 votos para aprobar el proyecto. Pero finalmente estuvo en el debate y en la votación señaló que su voto era a favor porque «siempre nos hemos opuesto a las listas sábanas, tanto en lo horizontal como en lo vertical», pero lamentó que «se sigue impulsando la lista sábana con la posibilidad de voto de la lista completa y esperamos que ese punto lo modifique el Senado«.

«Descalifican el proyecto diciendo que es una pequeña mejoría, que en realidad lo que tendríamos que hacer es una reforma completa, si nos ponemos a pensar en una reforma completa no haremos absolutamente nada”, sostuvo Di Giácomo durante su intervención.

Parte de la clave del triunfo opositor fue el voto favorable de dos oficialismos provinciales: Juntos Somos Río Negro -que tiene dos diputados- y el Movimiento Popular Neuquino -representado por Figueroa-. Esos bloques suelen acompañar al Frente de Todos, pero esta vez se aliaron a la oposición.

Otro de los protagonistas de la unidad fue el exministro del Interior Rogelio Frigerio. “Este es el resultado de un consenso muy grande, que requería un número mayor al que tiene Juntos por el Cambio. Es una discusión que además viene desde el interior del país, porque viene saldada desde muchas provincias argentinas. Y la Cámara Nacional Electoral recomienda desde 2007 la aplicación de la boleta única”, afirmó.


Dudas en el Senado


Ahora las miradas virarán hacia el Senado, donde el pronóstico no parece tan favorable. La vicepresidenta Cristina Kirchner puede hacer naufragar la ley, tal como hizo el peronismo de Miguel Pichetto en 2016 cuando enterró la boleta única electrónica aprobada en Diputados.

Juntos por el Cambio podría llegar a 35 votos junto a la cordobesa Alejandra Vigo y del rionegrino Alberto Weretilneck, pero se necesitan 37. Y a pesar de que hubo tres senadores oficialistas que se expresaron a favor de la boleta única, resulta difícil creer que Cristina habilite la libertad de acción.


Qué dijeron los diputados del proyecto de BUP


El primer orador del debate fue el salteño Miguel Nanni (UCR), quien en su carácter de miembro informante del dictamen de mayoría opositor dijo que «la Boleta Única va a garantizar siempre que la persona que queremos votar esté siempre en el cuarto oscuro».

Por otra parte, resaltó el ahorro económico que implicaría el reemplazo del sistema de votación.

«En un país donde hoy no sobran los recursos, el actual sistema obliga a que el Estado imprima un padrón por cada lista que se presente en las PASO y por cada lista que se presente en elecciones generales dos patrones y medio. No es una cuestión menor», apuntó.

«El Estado en las elecciones pasadas pagó mil millones de boletas de las cuales solamente la ciudadanía utilizó 47 millones. Es decir que el 95% de las boletas se desperdiciaron, terminaron en la basura», lamentó el opositor. 


Randazzo: «Los cambios en los sistemas electorales deben ser permanentes»


Al tomar la palabra, el diputado de Identidad Bonaerense, Florencio Randazzo, ponderó la «gran oportunidad» que tiene el Congreso para «cambiar el sistema de votación», y al respecto dijo que está «convencido «los cambios en los sistemas electorales deben ser permanentes porque deben acompañar los cambios culturales y tecnológicos».

«Argentina hace un siglo que vota con el mismo sistema», apuntó el ex ministro de Interior y Transporte durante los gobiernos de Cristina Kirchner.

En cambio, el diputado del Frente de Todos Hernán Pérez Araujo (presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales) defendió la continuidad de la boleta partidaria tradicional sostuvo que «no hay evidencia empírica» de que el sistema electoral vigente facilite el robo de boletas o el fraude electoral en sus distintas variantes.

«Acá hay muchos ambientalistas de cotillón que hablan de ambiente cuando les conviene. Respeto la militancia de organizaciones ambientalistas pero no creo que sea una preocupación de la clase dirigente», sostuvo, aludiendo a una supuesta hipocresía de sectores de la oposición.

Por último, Pérez Araujo lamentó que la oposición se conforme con una «victoria pírrica con 130 o 131 votos» en el marco del debate acerca de una reforma electoral de gran envergadura que merecería acuerdos transversales entre las fuerzas políticas mayoritarias.

El diputado de Evolución radical Alejandro Cacace respaldó la BUP y señaló que «no hay un solo partido político de esta cámara que no haya denunciado el robo de sus boletas». 

«Esto aporta transparencia, permite que todos los partidos tengan la oferta electoral presente y cumple con el derecho de todos los ciudadanos a decidir», concluyó el puntano.

A su turno, la diputada de la Coalición Cívica Marcela Campagnoli remarcó que el sistema de BUP «termina con las prácticas del voto en cadena y el robo de boletas, genera un importante ahorro para el Estado en la impresión de las boletas y se termina con el negocio de unos pocos que crean partidos inexistentes para lucrar con su impresión».

«Es más transparente, más ágil y empodera al elector en el armado de su voto», agregó la opositora, que consideró la reforma electoral como una «bocanada de aire fresco».

«Claramente esto no va a solucionar desempleo, inflación, las jubilaciones mínimas, pero va a ser una bocanada institucional de aire fresco para una ciudadanía que está esperando de la política un gesto de consenso que encima permite que ahorremos dinero que nos confían los contribuyentes para que administremos», indicó.

El diputado de Córdoba Federal Carlos Gutiérrez destacó que en su provincia la BUP se utiliza con éxito desde hace 11 años.

«Vayan y pregúntenle a los cordobeses si quieren volver al sistema de boleta anterior», expresó el integrante del Interbloque Federal.

Uno de los votos que estuvo en duda hasta último momento fue el de la diputada del Partido Obrero Romina del Plá (Frente de Izquierda), ya que ella había adherido al pedido de emplazamiento de las comisiones para que se tratara el tema. Sin embargo, la legisladora trotskista decidió abstenerse al sostener que «la Boleta Única de Papel no cambia la naturaleza política del régimen electoral vigente de dominación».

El economista de Avanza Libertad José Luis Espert defendió la iniciativa opositora al señalar que «el Estado debe asegurarle al votante poder emitir su voto según su preferencia y con la menor dificultad posible».

El puntano de Juntos por el Cambio Claudio Poggi dijo por su parte que «la boleta única de papel es una de las herramientas que permite dar batalla al clientelismo político».

En una reunión de Labor Parlamentaria previa a la sesión, los jefes de bloque acordaron una sesión de entre seis y ocho horas.

El proyecto que tiene dictamen de mayoría establece la boleta única de papel como instrumento de votación a partir de 2023. Argentina es uno de los 16 países del mundo que no tienen incorporado este modelo, aunque ya rige a nivel provincial en las provincias de Córdoba y Santa Fe. 

Para aprobar la iniciativa la oposición necesitará 129 votos afirmativos, es decir la mitad más uno de los 257 que integran el cuerpo, por tratarse de una ley de carácter electoral; entre los espacios convocantes a la sesión suma 128 voluntades, por lo que estaría a solo uno de lograr el quórum de lograr asistencia perfecta de sus diputados.


Boleta única de papel: qué dice el dictamen de mayoría


El dictamen de mayoría establece que el sistema de Boleta Única de Papel se aplicará para las PASO y las elecciones generales para elegir presidente, vicepresidente, senadores, diputados y legisladores del Mercosur, aunque en estas últimas dos categorías solo aparecerán nombres y fotos de los primeros cinco candidatos.

Además se permitirá votar la lista completa y utilizar, si así lo autoriza el sistema electoral provincial, el esquema BUP, pero se deberá hacer en boleta y urna separadas; y se autorizará el voto por correo electrónico a los extranjeros que se aplicó hasta 2019.

El rechazo de oficialismo al proyecto fue puesto de relieve durante las exposiciones de los funcionarios del Poder Ejecutivo que expusieron durante el debate en comisiones.

Allí la secretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Patricia García Blanco, aseguró que «desde el 1983 a la fecha las elecciones se desarrollan con total normalidad y no ha habido denuncias», dijo que el sistema «ha dado pacífica alternancia a las distintas fuerzas» y consideró que con los planteos para cambiar el método de votación «se pone en cuestión la legitimidad de todos los cargos electos».

Por su parte, el Director Nacional Electoral, Marcos Schiavi, dijo que «estamos en una discusión apresurada me parece que necesitamos más tiempo para hablar, pensar y diagnosticar sobre algo que es el corazón del sistema electoral».

«Me preocupa que sea una discusión exprés» afirmó Schiavi, quien propuso que los que defienden esta reforma «construyan una evidencia». «Tenemos elecciones libres, limpias y transparentes. Modificar el sistema trae más riesgos que soluciones«, puntualizó el funcionario.


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