Cómo será el lago artificial para fabricar nieve en el cerro Catedral

La audiencia pública para debatir el proyecto de la empresa será en una semana. El reservorio tendrá 2 hectáreas y se usará sólo en los meses de invierno.

Las obras de modernización que comenzó a desarrollar hace dos años la empresa Catedral Alta Patagonia (Capsa) en el cerro Catedral avanzaron hasta ahora sin pasar audiencias públicas, pero ese requisito resulta indispensable para habilitar la construcción de un enorme reservorio de agua que forma parte del proyecto. La instancia de consulta abierta fue fijada por el municipio para el próximo 2 de septiembre.

El estanque tendrá una superficie aproximada de 2 hectáreas (en los hechos, un lago artificial) y funcionará como fuente de provisión para producir nieve “técnica”, un recurso que resulta clave para asegurar la aptitud de las pistas de esquí ante la merma de las precipitaciones naturales promedio, como quedó en evidencia en los últimos años.

El espejo de agua se conformará con el desvío y el embalse de aguas del arroyo La Cascada y requerirá infraestructuras complementarias como una captación de agua, un desarenador (ya construidos), un canal aluvional de 190 metros y una estación de bombeo, que está en plena construcción.

El estudio de impacto ambiental encargado por Capsa para el reservorio lleva la firma de los consultores Juan Simón y Beha Ambiental SRL y el municipio lo publicó en su página web. Se trata de un informe pormenorizado de 270 páginas, que incluye mapas, cuadros y diagramas para justificar la elección del lugar, explicar las movimientos de suelo y otras obras a realizar y también los recaudos para disminuir en todo lo posible la afectación sobre el arroyo, la topografía natural, la flora, la fauna y las visuales de la montaña.

En el análisis previo intervinieron no solo el área ambiental del municipio sino también otros organismos como el Departamento Provincial de Aguas, que otorgó una “prefactibilidad” de 180 días, en los cuales el municipio debería cumplir con las consultas y firmar la autorización definitiva. Los interesados en participar de la audiencia pública como expositores tienen tiempo de inscribirse hasta el 30 de agosto y deben dirigirse a la secretaría de Ambiente y Desarrollo Urbano, que funciona en Ángel Gallardo 1383.


Un reservorio, sobre la cota de 1.100 metros


Según lo indicado en el “documento consolidado” que elaboraron los consultores, el reservorio estará ubicado en el área de piedemonte del cerro Catedral conocida como “Chapelquito”, entre las cotas 1.108 y 1.120 metros sobre el nivel del mar. La Villa Catedral -donde se emplazan los hoteles, viviendas y comercios,- está en los 1.058 metros.

No se llenará el lago por gravedad sino mediante impulsión mecánica.

El pequeño lago tendrá un área de 20.647 metros cuadrados, una profundidad máxima de 12 metros y un volumen de 126.375 metros cúbicos, que equivalen a 37,5 piletas olímpicas.

El llenado se efectuará por bombeo, no por ingreso natural del agua, lo cual minimiza el riesgo en caso de aluviones. Según la previsión técnica, la canalización le aportará agua con un caudal máximo de 0,3 metros cúbicos por segundo, lo cual permitirá llenar el reservorio en menos de 40 días.

Equivalente

37,5 veces
una pileta olímpica es la superficie equivalente de este lago artificial.

La previsión es mantenerlo colmado en los meses de invierno, pero la toma quedará anulada “mediante precintos” en el lapso de enero a mayo, cuando suelen registrarse las sequías.

Los proyectistas subrayaron que la innivación artificial, que se realiza mediante potentes cañones generadores, “demanda grandes cantidades de agua en corto tiempo”, para lo cual necesitan cisternas de importante tamaño, con provisión de agua sin sólidos en suspensión.

Será preciso realizar trabajos de movimiento de suelos en el lugar elegido.

La utilización de agua para fabricar nieve aparece medida en “campañas”. Cada campaña demandará 46.900 metros cúbicos y se puede completar en 60 horas. Se calcula que serán suficientes 2,5 campañas por invierno “si hay escasas nevadas”, de modo que el volumen total requerido en ese caso sería de 117.000 metros cúbicos, Alrededor del 93% de la capacidad total del gran estanque.

El diseño proyectado permitirá garantizar la innivación en la base del cerro y las futuras pistas Herradura y Cascada, de modo que el plus de área esquiable con nieve fabricada será de 23,2 hectáreas. Actualmente Catedral tiene un sistema de innivación limitado, para 3,5 hectáreas, que utiliza el “caudal instantáneo” del arroyo y no se puede ampliar por la falta de un reservorio.

Según lo establece expresamente el documento, está previsto que el volumen de agua a embalsar reserve una cuota para “aportar eventualmente a la villa Catedral, para suplir el consumo de agua domiciliaria en temporadas de sequía” y también servirá como reserva permanente “para la lucha contra incendios forestales”.

El reservorio, dicen los proyectistas, “fue diseñado de modo tal que la topografía hiciese la máxima contribución a minimizar el movimiento de suelos”. El resultado final es “un diseño equilibrado entre excavación y relleno”.


El impacto del lago artificial


Entre otras variables, tuvieron en cuenta (y lo describen en detalle) las afectaciones del lago artificial sobre la flora, la fauna, los eventuales riesgos sísmicos, los indicadores climáticos, ensayos de permeabilidad de suelos y los “estudios hidrogeológicos” orientados a disminuir el impacto.

Señala por ejemplo que el espejo de agua “afectará el paisaje y desarrollará nuevo hábitat para especies de hábitos acuáticos, especialmente aves”. El reservorio afecta directamente una superficie de 5,3 hectáreas, si se consideran todas las zonas a remover para la construcción de terraplenes. El análisis previo consideró otras ocho posibles ubicaciones, hasta que terminó seleccionada la de “Chapelquito”.

Otro de los capítulos examina las hipótesis de incendios, avalanchas de nieve, peligrosidad sísmica y la posibilidad de una “brecha” o ruptura del reservorio. En ese último caso el agua se evacuaría en 5 minutos e impactaría en una superficie de 31 hectáreas, con depósito de fluidos de 0,3 metros de altura.

Aun con esos riesgos, el estudio subraya que la obra “se justifica en las variables económicas del centro de esquí, que repercuten directamente en la economía de la ciudad”. Y señala que contar con un sistema apto de innivación resulta indispensable “para sostener en forma actualizada la actividad invernal local”, dada la modificación de la línea límite de nieve impuesta por el calentamiento global.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios