Desalojo del acampe mapuche: por qué Rolando Figueroa viró de estrategia, tras meses de negociaciones

El gobierno de Neuquén venía comprando tiempo a través del ministro Jorge Tobares en el reclamo por las cuatro personerías jurídicas de comunidades.

La policía de Neuquén desalojó ayer el acampe que mantenían desde hace cinco días referentes de comunidades mapuche en la Casa de Gobierno con un operativo que terminó con casi una veintena de detenidos. Todos fueron liberados después del mediodía y denunciaron que hubo heridos durante los forcejeos con los efectivos. El trasfondo que explica el cambio de actitud de Rolando Figueroa frente al conflicto.

Los manifestantes se habían apostado en la esquina de Roca y Rioja el martes pasado para insistir con el reclamo de entrega de personerías jurídicas para las comunidades Newen Kura (Rincón de los Sauces), Fvta Xayen (Tratayén), Ragilew Cárdenas (Picún Leufú) y Kelv Kura (Portezuelo).

El gobierno venía dilatando una respuesta, tras el compromiso que había hecho el ministro de Gobierno, Jorge Tobares, el año pasado, pero el sábado a la noche finalmente planteó que aún “no han cumplido con los requisitos legales necesarios para el trámite”. Además, puso sobre la mesa uno de los conflictos de fondo: “que estas comunidades estarían en conflicto con otras de la zona, al parecer por ser desprendimientos internos”.

El gobierno anunció en ese comunicado que denunciaría penalmente a los manifestantes por “por alterar la paz social y bloquear el edificio” de Casa de Gobierno.

La orden llegó desalojo llegó el domingo a la mañana con la firma de los fiscales Pablo Vignaroli y Diego Azcárate, quienes dieron un plazo de dos horas para que la protesta se levante pacíficamente. Cumplido el tiempo, la policía regresó alrededor de las 11:35 a la esquina de Roca y Rioja y volvió a insistir a los manifestantes para que se retiren.

“Yo estoy repitiendo lo que me dijeron las autoridades que están tomando esta medida: nos vamos de aquí con la personería jurídica o nos vamos cagados a palos”, informó el vocero de la zonal Xawvnko de la Confederación Mapuche, Jorge Nahuel.

Desalojo del acampe mapuche: tensión en el operativo


En el operativo, que involucró en total unos 120 efectivos, participó la Policía Metropolitana, la policía motorizada y hubo también participación de Bomberos y ambulancias. Se realizó un perímetro de 200 metros para bloquear el tránsito y evitar el paso de particulares mientras que realizaba el desalojo.

Hubo momentos de tensión y forcejeos entre las fuerzas policiales, las comunidades y quienes llegaron a apoyar el reclamo de los mapuches. Uno de los videos que circularon en redes mostró a un policía apuntando un arma larga contra la cabeza de Nahuel: el gobierno dijo a este diario que fue “para intimidar al manifestante al cese de su actitud”.

En total fueron detenidas 17 personas para notificarlas sobre la causa judicial, según confirmó la fiscalía, cuyo delito se caratuló como “coacción”: 11 varones en la Comisaría Segunda, y seis mujeres en la Comisaría 17.

Entre los detenidos estuvo Pablo Meuli, integrante del Comité Contra la Tortura de Neuquén, quien fue el primero en ser liberado. El resto pudieron salir después del mediodía.

Desalojo del acampe mapuche: posición «intransigente»


El gobierno de Neuquén afirmó ayer a este diario a través de voceros que “se intentó en todo momento generar una mesa de diálogo” con las comunidades que se instalaron el martes con un acampe. El sábado, incluso, hubo un pedido al obispo Fernando Croxatto para que medie entre los manifestantes y los funcionarios, pero tampoco prosperó. “No hubo posibilidad por la posición intransigente de las comunidades”, plantearon.

Fue uno de los factores que terminó forzando el desalojo, en un cambio de política de Rolando Figueroa frente al reclamo. En el gobierno analizaron, además, que no podían dejar como mensaje que el modo de obtener una respuesta fuera ocupar durante cinco días las inmediaciones de Casa de Gobierno con corrales, chivos y caballos.

Además, la entrega de las personerías le supone abrir nuevos frentes de conflicto con las comunidades que están en la zona de Vaca Muerta como Fvta Xayen y Newen Kura, o la Ragilew Cárdenas, en el área del parque eólico Vientos Neuquinos.