El inicio del pavimento municipal en Bariloche, demorado y sin fecha

Los ajustes en la planta de hormigón, comprada el año pasado y todavía sin estrenar, obligarán a esperar todavía un par de semanas. Prometen pavimentar a un ritmo de tres cuadras por día.

El promocionado plan del intendente Walter Cortés para aplicar la planta de hormigón que compró el municipio el año pasado en la construcción de pavimento urbano tenía fecha de largada para el 15 de enero, según los primeros anuncios, pero sufrió postergaciones y ahora los funcionarios a cargo -sin precisiones- hablan de comenzar recién a mediados de febrero.

El esperado momento en el que los tres camiones mixer cero kilómetro adquiridos también especialmente empiecen a trasladar el material elaborado a los puntos de descarga está a la espera de resolver cuestiones “logísticas” relacionadas con el acopio de materia prima y los trabajos preliminares en el terreno.

El secretario de Obras Públicas, Jorge Quilaleo, dijo sobre esto último que ya destinaron un topógrafo a realizar el relevamiento en las primeras cuadras a hormigonar, en la calle 9 de Julio, desde Brown hacia el sur, hasta la intersección con La Paz.

Reconoció que hay un atraso en relación con el plan original, pero destacó una vez más que el municipio por primera vez encarará tareas de hormigonado de calles con recursos enteramente propios, sin empresas contratadas, y “los detalles para la puesta en marcha son muchos”.

Dijo que se impusieron realizar “un trabajo coherente y con responsabilidad”, para no tropezar con errores técnicos como ha ocurrido con algunas obras fallidas, entre las que citó el pavimento de la calle Morales.

Quilaleo dijo que el municipio operará “una mostruosidad de planta”, que fue instalada en el predio del viejo vertedero de residuos. Además debió completar la contratación de personal específico, porque no tenía empleados en el plantel propio con experiencia en el tema. “Nosotros proyectamos, y las cosas a veces no se cierran en los tiempos que deseamos -dijo el funcionario- Pero estamos encaminados y es lo más importante. Esto es histórico para la ciudad”.

Un plantel de especialistas

El jefe de la planta de hormigón será Raúl Álvarez, quien trabajó para la local Codistel (responsable por ejemplo del ensanche y pavimentación de la avenida Rosas) y para firmas similares en otros puntos del país.

Además, está previsto emplear en forma exclusiva para las obras viales del municipio a unos 30 trabajadores, incluidos choferes y maquinistas, que estarán organizados en dos equipos que permitan eventualmente cubrir más de un turno y dos proyectos en forma simultánea.

Quilaleo dijo que ya tienen acopiadas unas 40 tolenadas de cemento y suficiente cantidad de arena y de ripio para comenzar con las tareas. Explicó que los aportes de materia prima deben ser continuos y requieren una planificación ajustada. Refirió que la cantera de áridos del municipio “no cuenta con material suficiente” y ya tienen la previsión para abastecerse con “la cantera del Ejército”.

Según el secretario de Obras Públicas, la tecnología y los vehículos disponibles les permitirán pavimentar “de dos a tres cuadras por día”, con la posibilidad de extender a cinco cuadras..

Admitió que la demora acerca el límite temporal por cuestiones climáticas, ya que el trabajo con hormigón requiere temperaturas específicas y ausencia de precipitaciones. De modo que en otoño deberían interrumpir el plan.

Señaló que luego de la calle 9 de Julio, compartida por los barrios Lera y Mutisias, continuarán con otras afectadas al servicio de colectivos. “El sueño es seguir por El Frutillar y Nahuel Hue” afirmó, en referencia a dos de los barrios más pobladas del Alto barilochense, que carecen por completo de pavimento.

La inversión a desplegar

Quilaleo dijo que el hormigonado de cada cuadra le costará al municipio unos 23 millones de pesos. Consultado sobre quién asumirá el costo, señaló que en principio el hormigonado se va a solventar con fondos públicos.

Pero “lhay vecinos que ya han hablado de aportar, porque quieren que las obras queden bien terminadas, con su cordón, sus pluviales”. Por eso está previsto en algunos casos que “los sectores más pudientes paguen en cuotas” por las obras, con el mecanismo de contribución por mejoras.

Álvarez destacó que la durabilidad del hormigón “es mucho mayor” que el pavimento flexible y no debería tener problema alguno como mínimo por 20 años. Señaló que las plantas que instaló el municipio en realidad son dos: una es la que mezcla el material -y la denominó “zaranda”-, y la otra produce el hormigón. Dijo que ya han realizado pruebas sin carga y “todo va bien”, pero “faltan detalles, cositas, ajustes de algún bulón, para que después no haya sorpresas”.

El hormigón, según explicó, se coloca sobre una malla de hierro y tendrá un grosor de 18 a 20 centímetros. Estimó que “a mitad de febrero” estarán listos para empezar. Señaló que en temporada de frío, incluso con heladas, “se podría trabajar también, si se incorporan aditivos al hormigón”. Pero Quilaleo lo descartó por ahora “porque son muy caros”.


El promocionado plan del intendente Walter Cortés para aplicar la planta de hormigón que compró el municipio el año pasado en la construcción de pavimento urbano tenía fecha de largada para el 15 de enero, según los primeros anuncios, pero sufrió postergaciones y ahora los funcionarios a cargo -sin precisiones- hablan de comenzar recién a mediados de febrero.

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