El municipio de Bariloche infraccionó al titular de las cabañas turísticas en el cerro Otto

Las cabañas no tienen habilitación turística, fueron construidas en un predio municipal y se promocionan en las redes sociales.

Por segunda vez en un año, la Secretaría de Fiscalización de Bariloche infraccionó al titular de un complejo de cabañas en un predio de la ladera norte del cerro Otto. Las cabañas llamadas «Entre lengas» se promocionan en las redes sociales, con panorámicas de la zona. También se muestra un recorrido por las instalaciones nuevas de los alojamientos.

No solo no cuentan con habilitación como alojamiento turístico sino que fueron construidas en un predio municipal, a 1250 metros de altura en el cerro Otto, a pocos metros del refugio Berghof. Las autoridades municipales recalcaron además que se trata de una «zona roja» por el alto riesgo de derrumbe.

«Infraccionamos al titular en septiembre del año pasado por la falta de habilitación comercial y, ahora nuevamente. Esa actuación es elevada al Tribunal de Faltas», explicaron desde la Secretaría de Fiscalización. La promoción de las cabañas se detectó a través de las redes sociales. Desde la oficina municipal, indicaron que serían solo tres viviendas y desconocen cuándo fueron construídas aunque estimaron que «no tendrán más de un año».

El juez de Faltas, Gustavo Contín, confirmó que el año pasado se aplicó una multa al titular del complejo que apeló y el trámite recayó en el Poder Judicial. «Los primeros días se controló que no hubiera actividad turística y lo cierto es que no había actividad. Pero después, volvieron a abrir. De hecho, pusieron un portón para impedir el acceso», dijo.

El último procedimiento de Fiscalización se hizo el último miércoles, junto al allanamiento que dispuso el juez Ricardo Calcagno, en el que se secuestraron grupos electrógenos, motosierras y elementos de construcción. Además, se constató la construcción de doce viviendas en ese predio municipal.

El secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano de Bariloche, Claudio Otano, aseguró que aguardan la orden de desalojo para ejecutar la orden de demolición que dictó el Juzgado de Faltas el año pasado.

«Necesitamos que se genere esa orden judicial no solo para desalojar sino también para remediar el lugar. Ayuda tener el peso de ley. Nosotros ya notificamos a las personas que se deben ir, pero no obedecen porque el municipio tiene menos fuerza que una orden de la justicia», reconoció el funcionario.


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