Gennuso se despide tras 8 años de gobierno: “Logramos que crezca el empleo, el punto flojo son los salarios”

Mañana es el último día de la gestión que comenzó en 2015 con su primera intendencia y que renovó en 2019. El legado de las obras y las decisiones polémicas que volvería a tomar.

A horas de traspasar el cargo a su sucesor, el intendente Gustavo Gennuso, destacó entre los principales logros del período que se cierra la la consolidación lograda por Bariloche en materia de empleo. Aunque reconoció que las carencias sociales se mantienen y multiplican porque “los salarios son bajos”, un cuadro de situación que repercute por ejemplo en la crisis del transporte y en la dificultad para acceder a la tierra y la vivienda.

Gennuso defendió sus decisiones más polémicas, entre ellas la prórroga otorgada a la empresa Capsa en la concesión del cerro Catedral, y el alquiler masivo de maquinaria vial a la firma OPS, que mantuvo durante años y que le generó una deuda millonaria al municipio.

Lo volvería a hacer, valió la pena, aunque reconozco que se comunicó mal”, dijo en relación a Catedral. “Yo no vengo del palo turístico, no esquío, pero tengo cabeza de producción. Cuando empecé a analizar la productividad de nuestra ciudad, cómo fortalecer los contenidos y alargar las temporadas, cómo generar más empleo y trabajo, empezamos a trabajar en el plan estratégico de turismo con la UNRN -rememoró-, y me di cuenta que lo fundamental era cambiar el cerro, para tener otra perspectiva del turismo de invierno. Lo decían todos los empresarios, no solo los de Catedral”.

Fue entonces que decidió avanzar con la contratación directa de Capsa hasta 2056. “¿Tenía el Estado el dinero para una inversión de esa magnitud? No lo tenía, ni lo iba a tener. Tanto el gobierno de Macri (en Nación) como el de Alberto (Weretilneck, en Río Negro) fueron malos en términos de inversión estatal”, apuntó Gennuso.

Por eso se inclinó a favor de una nueva concesión, atada a “una inversión importante (de origen privado), que por suerte se hizo y en tiempo récord. La persona que hoy viene ve otro cerro Catedral. Y eso nos amplía mucho la actividad económica de la ciudad. La verdad es que si se repitiera el caso lo haría igual, aunque lo comunicaría mejor”.

Sobre el vínculo con OPS sus argumentos de defensa son similares. “Estábamos convencidos de que había que dar una solución al trabajo en las calles de la ciudad. Para 2018/2019 teníamos que ampliar maquinaria y salimos a contratar. Encontramos lo que encontramos. Era muy buena maquinaria, y fue una decisión acertada”.

El contrato con OPS se amplió cada vez más y en 2020 el municipio tenía listo un plan de compra de equipamiento propio por leasing, pero debió postergarlo por la pandemia, según el intendente. Señaló que cuando consiguieron “recuperar el dominio económico” del municipio comenzaron a comprar y ya devolvieron todos los vehículos a OPS. Pero quedó una deuda que el actual gobierno calculó en 7,92 millones de dólares y cuya aprobación no pasó el filtro en el Tribunal de Contralor.

Gennuso dijo que le hubiera gustado dejar cerrado ese capítulo, pero “no se pudo, porque la política acá también juega”. Señaló que de todos modos la deuda está, “y la pagará el quien viene, aunque va a resultar mucho más caro”.

Afirmó que el crecimiento turístico fue uno de los rasgos salientes del actual período y “un gran logro, que no es propio” de su gobierno -sino compartido- es que “Bariloche a diferencia de otras ciudades tiene mucho empleo, en negro y en blanco. Ahora lo que falta es discutir mejor los salarios, que son bajos. El poder adquisitivo no es el que debería”.

Sostuvo que “con el turismo se ha generado trabajo genuino, que no es plan, y eso se ve”. Dijo que el municipio pasó “de una Oficina de Empleo que era un llanterío de gente en busca de trabajo a tener que andar buscando personas que no encontramos para los lugares que nos piden”.


Gustavo Gennuso asumió por primera vez como intendente en 2015 y fue reelecto en 2019. Mañana se despide. Foto: Chino Leiva

La herencia, las obras


Gennuso dijo que “las gestiones son como los vinos, a medida que envejecen se les empieza a sentir el gusto”. Y consideró que su gobierno va a ser recordado en primer lugar por cosas que para él no son las principales pero tienen alto impacto, como “las obras en el espacio público, las plazas, eso que es muy visible y le faltaba a la ciudad”.

A su juicio, son más determinantes “muchas otras cosas que no se ven, como casi 40 kilómetros de redes de gas, los pluviales en muchos barrios del Alto, todo el tema del conducto cloacal nuevo con la planta depuradora. Son muchas obras fundamentales, también los puentes”.

Incluyó entre los logros importantes los “cambios de proceso en la organización municipal, la reconversión, y el ordenamiento económico”.


El encuadre político


Gennuso admitió haber iniciado su primer gobierno en diciembre de 2015, con un gabinete muy reducido, y cambió de criterio a medida que pudo “acomodar los números del municipio”. Dijo haber participado de reuniones con otros intendentes y conocer estudios que realizó en su momento el macrismo, en los que comprobó que “los municipios que andaban bien tenían números altos de funcionarios”.

Dijo que al iniciar su segunda gestión presentó un organigrama más amplio y hoy Bariloche tiene 150 políticos, al que considera un número apropiado. Aclaró que allí están incluidos los del Ejecutivo, el Concejo Municipal, el Contralor, la Defensoría del Pueblo y la Junta Electoral.

Aseguró que “el problema en el Estado en general, no solo en el municipio, son los mandos medios”, que no están en condiciones de asumir funciones jerárquicas. “Si bien desarrollamos capacitaciones para desarrollar esos mandos medios, nos dimos cuenta que en puestos clave era necesario poner funcionarios técnicos que puedan acompañar el nivel de gestión que queríamos hacer”, explicó.

Y continuó: “lo recomiendo a otros que les toque gobernar, piensen la estructura municipal en función de la eficiencia. Cuando necesitás determinadas características no las encontrás dentro de la planta, es la verdad. Pasa en áreas específicas, la ingeniería por ejemplo. Nadie quiere, y los sueldos son bajos. Se necesita un compromiso muy especial”.

Gennuso dijo que su remuneración, ubicada al tope de la pirámide, fue este mes de 733.000 pesos. “Yo hubiera tenido oportunidad de subirlo, sin necesidad de una ordenanza y arrastrar a todo el resto. Pero es muy difícil, subiría mucho el gasto. No es sencillo conseguir gente para ésto, yo los consigo por la mística y por la vocación. No se gana en el municipio lo mismo que en el sector privado. El gerente de la CEB, por ejemplo, ganta 1.800.000 pesos. Estoy muy contento con el plantel de funcionarios que tengo, pero no fue fácil armarlo”.


Futuro con pocas certezas


Su propósito era continuar en la función pública con un cargo provincial. Pero la realidad fue por otro lado y ahora Gennuso aseguró que se tomará “unos meses para pensar cómo seguir y desde dónde”. Aclaró que no se aparta de la política a la que ingresó pasados los 50 años, a diferencia de otros que se dedican a tiempo completo desde mucho antes.

“Quiero pensarlo bien. No estoy atado a un sueldo, pero entiendo a la gente que busca permanecer -afirmó-. La política es muy injusta y realmente cuesta reinsertarse. No es tan fácil. Conozco exintendentes que la han pasado mal. No todos tienen empresas como Macri”.

Dijo que tuvo propuestas para un cargo público en la provincia pero no aceptó, y se negó a profundizar en el tema. “Lo que me ofrecían no se dio -dijo-. Sí, fue en la provincia, pero no quiero decir nada más”.


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