La banalización del Falcon verde, símbolo de la represión de la dictadura
Símbolo aún de la represión de la última dictadura, la apelación volvió a oírse con mensajes de odio.
La campaña presidencial que culminó con el triunfo de Javier Milei incorporó mensajes que el contrato democrático había logrado quitar de las bromas que banalizan la tragedia y, lo que es aun peor, habilitó que florecieran las reivindicaciones de la represión ilegal. El Ford Falcon color verde volvió a ser tema de conversación.
Y se transformó en noticia por el comisario de Río Negro que posteó un Falcon verde con el mensaje: «Que se agarren los chorros.»
La marca y modelo, que se fabricó en Argentina durante más de 30 años, con ese color determinado es símbolo de las patotas parapoliciales que secuestraban y mataban opositores (guerrilleros, intelectuales, dirigentes sociales, sindicalistas). El Ford Falcon era además el auto que se usaba como patrullero en la inmensa mayoría de las policías del país.
Desde un Falcon verde mataron a Dalmiro Flores
Es probable que para muchos el Falcon verde haya sido símbolo de la represión desde mucho antes, pero se instala en la opinión pública (ese antecedente difuso de las redes sociales) a finales de 1982, cuando el país se encaminaba hacia la recuperación democrática y la apertura política era incipiente; aún había temor a que los militares no se fueran y a que las patotas, ya menos coordinadas (es decir: ingobernadas) siguieran con sus atropellos.
De hecho así fue. El 16 de diciembre de 1982, a seis meses de terminada la Guerra de Malvinas, una marcha de la Multipartidaria (una organización de los partidos mayoritarios recientemente habilitados) terminó con el asesinato de Dalmiro Flores, un metalúrgico de 28 años.
La movilización se había desconcentrado, algunos permanecían en las esquinas adyacentes de la Plaza de Mayo cuando en la esquina del Cabildo frenó un Falcon verde. Se identificaron como policías (de civil) y dispararon por la espalda al joven. «Morite, peronista hijo de puta», le gritaron antes de regresar al auto.
El Falcon verde pasó a ser el símbolo de la represión.
El Falcon verde y "Pensé que se trataba de cieguitos"
Pipo Cipolatti incorporó la figura en el primer disco de Los Twist, «La dicha en movimiento», producido por Charly García. «Pensé que se trataba de cieguitos» narra el secuestro de un joven en pleno centro de Buenos Aires a manos de una de estas patrullas perdidas del fin de la dictadura. Es en clave de humor, un humor negro que lejos estaba de banalizar la tragedia:
Era un sábado a la noche, / tenía plata y hacía calor. / Me dije «viejo, aprovechá, sos joven» / y me fui al cine a ver una de terror.
Salí a la calle, / pare un taxi y me fui por ahí.
Bajé en Sarmiento y Esmeralda, / compré un paquete de pastillas Renomé, / en eso siento que un señor me llama, / al darme vuelta me di cuenta que eran seis, / muy bien peinados, muy bien vestidos / y con un Ford verde.
Pensé que se trataba de cieguitos, / anteojos negros usaban los seis. / Al llegar me dijeron «buenas noches, ¿dónde trabaja?, ¿dónde vive?, ¿usted quién es?».
Acto seguido me invitaron a subir a l Ford.
Llegamos a un edificio / y comportándose con toda corrección / me sometieron a un breve interrogatorio / que duró casi cuatro horas y fracción. / «Se hizo muy tarde -dijeron-, no hay colectivos, / quédese, por favor».
A los tres días de vivir con ellos / de muy buen modo me dijeron «váyase». / Me devolvieron mis cordones y mi cinto, / los tenían ellos no les pregunté por qué.
Cuando salía me prometieron, / lo aseguraron, lo repitieron / «Nos volveremos a ver».
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