La nueva obra de agua que espera Bariloche brindará soluciones por 20 años
La inversión será de 18.000 millones de pesos y será financiada por la CAF. Lanzarán la licitación el mes próximo. Los vecinos padecen desde hace años la escasez del servicio esperan con ansiedad las soluciones.
La mayor inversión que tiene planificada Río Negro en materia de agua potable está destinada a cubrir la demanda de hasta 75.000 habitantes del Alto de Bariloche, con proyección hasta 2046, y pondrá fin a las carencias actuales, que imponen interrupciones continuas del servicio y mantienen vedada la incorporación de nuevos usuarios.
La obra tiene financiamiento internacional ya comprometido y está a la espera del último visto bueno ambiental de Parques Nacionales, que llegaría esta semana, según informó el gerente de Aguas Rionegrinas SA, Javier Iud.
Las primeras promesas datan de hace varios años y se reciclan cada vez que la escasez de agua complica la vida cotidiana en los barrios de la Pampa de Buenuleo, cuya población no para de crecer.
Iud dijo que la inversión prevista es de 18.000 millones de pesos (algo más de 13 millones de dólares) y será la obra de agua más importante ejecutada en Bariloche desde que se se construyó en los años 90 la toma en el Nahuel Huapi y la planta de potabilización de avenida de los Pioneros.
El plan ya está listo y si pasa los últimos exámenes ambientales la licitación se publicará en octubre. El plazo de ejecución es de dos años, pero Iud dijo que se podría acortar si las vedas climáticas lo permiten. El próximo viernes ARSA tiene previsto realizar una reunión abierta para informar a todos los vecinos sobre las características del proyecto.
Larga espera en los barrios para poner fin a un largo problema
El presidente de la junta vecinal del barrio Unión, Félix Cabrera, aseguró que vive en el barrio desde 1997 y “ya en esa época había faltante de agua”, de modo que la obra llega después de una larga espera. Aseguró que en su barrio los problemas más serios ocurren en verano, por la alta demanda, cuando el agua se corta y “solo entra un chorrito de noche”, al menos en las casas que dependen de la toma del arroyo Ñireco.
Otro sector es abastecido desde la red principal con toma en el Nahuel Huapi, pero tampoco alcanza. Algunas veces la necesidad es cubierta por la municipalidad con un camión aguatero, pero en general los vecinos deben buscar otras alternativas. Algunos esperan a la noche para acumular en sus tanques y otros, si pueden, compran bidones.
Los faltantes de agua en la zona sur de la ciudads se suceden en realidad todo el año y hay barrios que tienen los mayores problemas en invierno, por ejemplo El Pilar II, que depende en un 100% de la toma del Ñireco.
La presidente de esa junta vecinal, Margarita Cheirasco, dijo que para ellos los mayores problemas no tienen que ver con la sequía, sino que ocurren en invierno, cuando hay lluvias grandes, el Ñireco crece y se tapan los filtros. “Tienen que limpiar y a veces cortan el agua por completo dos o tres días”, aseguró.
Cheirasco dijo que en esos casos solo hay agua en algunas casas “que tienen vertiente”. Por eso también esperan con impaciencia la obra desde el Gutiérrez, ya que la provisión desde un lago garantiza que no habrá más escasez.
Iud explicó que el bombeo tiene que salvar un importante desnivel, lo cual demanda energía, pero no tanta como hoy, porque el lago Gutiérrez está más alto que el lago Nahuel Huapi, y además porque el diseño prevé bombas más modernas, “de alta eficiencia”, que cuentan con “convertidores” que les permiten adaptarse en forma automática a la demanda y minimizar el consumo.
Un volumen de agua para sumar nuevos usuarios
Según el titular de ARSA, el salto de calidad más importantes será el que permitirá abrir otra vez las “factibilidades” que hoy están interrumpidas. Es decir que el sistema quedará habilitado para incorporar nuevos usuarios.
Según la planificación, la nueva obra aportará el 40% del agua que administra ARSA en Bariloche. Por su capacidad podrá abastecer a un total de 30 barrios que se extienden en el Alto, a lo largo de la ruta 40 sur y la avenida Juan Herman, con una proyección de demanda cuantificada en 52.850 habitantes en 2036 y 75.500 habitantes en 2046.
Las 645 Viviendas, Dos de Abril, El Pilar I y II, Nuestras Malvinas y Nahuel Hue son los más grandes, a los que se suman nuevas urbanizaciones que no existían hace una década, como Valle Azul, Dos Valles o Mirador del Challhuao.
La obra permitirá impulsar desde la captación un volumen de 1.000 m3 de agua por hora, para dirigirla por un acueducto troncal a las cisternas de almacenaje, cuya capacidad total será de 2.500 m3. El proyecto completo incluye un sistema de “retrolavado” de filtros y los nexos a la red existente.
Entre otros detalles, la descripción técnica apunta que la tecnología de potabilización necesaria no es tan sofisticada como en otros casos por la alta pureza del agua del Gutiérrez. También subraya que la “construcción civil” del edificio que albergará a las bombas y el resto del equipamiento, a orillas del lago, tendrá una arquitectura acorde con “los lineamientos de la región”, y con un sistema de “insonorización” para evitar que los motores en funcionamiento sean audibles desde el exterior.
La mayor inversión que tiene planificada Río Negro en materia de agua potable está destinada a cubrir la demanda de hasta 75.000 habitantes del Alto de Bariloche, con proyección hasta 2046, y pondrá fin a las carencias actuales, que imponen interrupciones continuas del servicio y mantienen vedada la incorporación de nuevos usuarios.
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