No son todos ‘ñoquis’: Por qué las provincias menos pobladas, como Neuquén, tienen más empleo público

Un informe de la organización Fundar mostró que en territorios escasamente habitados se necesita garantizar una estructura básica estatal, equivalente a los grandes centros urbanos, y con una baja oferta del sector privado.

El peso del empleo público es un tema recurrente en la conversación política, especialmente desde la asunción del presidente Javier Milei que podó las ramas del Estado. ¿Cuál es su dimensión real en cada una de las provincias?

Daniel Schteingart es director de Desarrollo Productivo y curador de «Argendata» en Fundar, una organización dedicada al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas. Manifestó que este debate es muy «ideológico» y parte de premisas como «el empleado público es malo o bueno» y «hay provincias que son solo ñoquis o clientelares y otras la pujanza de la Nación. Esa es la caricatura que muchas veces se hace».

El empleo público abarca tanto el que desarrolla el personal de las oficinas administrativas (en un registro civil, por caso), como el de las fuerzas de seguridad, salud y educación.

«Los datos muestran que en realidad el principal factor explicativo de por qué hay tanta diferencia de empleo público en las provincias es el tamaño poblacional, hay mucha correlación», aseguró Schteingart.

Según el último informe de Fundar las provincias patagónicas, que tienen menos habitantes, lideran el ranking frente a los grandes conglomerados de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.

«Vos tenes economías de escala en el sector público. Una escuela rural donde hay ocho alumnos, vos necesitas igual una infraestructura mínima para que sea viable. Un director, una maestra, personal de limpieza y con esa misma infraestructura podrías tener 20, 30 alumnos. Siempre tenes que tener una infraestructura mínima, una dotación mínima de gente para que esa infraestructura pueda andar», sostuvo el investigador.

El departamento de Ñorquín, en Neuquén, es el segundo con más empleo público per cápita del país: 194 cada mil habitantes. De acuerdo al censo 2022 viven 5.572 personas. Justamente allí se concentran las localidades de Caviahue, Copahue, El Cholar, El Huecú, Taquimilán y parajes como Ranquilón, un pueblo con 14 electores.

A esto hay que sumarle que en un municipio chico tenes menos actividades productivas, lo que se traduce en una escasa oferta de empleo privado.

«En cambio un lugar con mucha más población es posible que te aparezcan ciertos comercios muy especializados y más oportunidades productivas. El sector privado es más débil cuanto más chico es un municipio, por una cuestión de que tiene que haber escalas mínimas para que aparezcan empresas«, precisó Schteingart.

En el caso puntual de Neuquén, planteó, hay empleo privado formal per cápita por encima de la media nacional, por que los sectores productivos que dominan la provincia -el petróleo y el gas- son de registración alta. Aunque no se distribuyen equitativamente en todo el territorio. De todas maneras la provincia rankea en el quinto puesto de empleo público -88,6 cada mil habitantes– por qué sigue siendo poblacionalmente pequeña y el Estado un empleador de jerarquía.

En cuánto a su composición en la provincia hay un 55,7% que es administración pública/defensa, 26,7% educación y 17,5% salud.

No hay modelo de desarrollo posible


¿Tener una mayor presencia estatal entonces no sería un disvalor? Para Schteingart todo depende de «la calidad del empleo público, de la intervención estatal y de los bienes públicos».

«En el mundo los países que tienen más empleo público relativo al empleo total son los nórdicos: en Noruega, en Dinamarca, el empleo público es el 30% o más del empleo total. En Argentina es el 17%. Son países que tienen mucha salud pública, mucha educación pública, cuidados, son países ultra desarrollados. Normalmente los países muy atrasados tienen muy poco Estado y muy poco empleo público«, afirmó.

Consideró que la discusión es «si realmente los bienes públicos que genera un país se corresponden con los recursos que invierte el Estado y en líneas generales Argentina lo que tiene es una relativa ineficiencia del gasto. Dados los recursos que invierte en general, los resultados no son tan buenos».

Así lo ejemplificó: «Argentina es el país número 20 en médicos por habitante a nivel mundial, pero 77 en esperanza de vida. Ahí vos tendrías que lograr tener un resultado mejor dado los recursos que invertís y es una agenda que es muy importante que se trabaje. Cómo mejorar esa eficiencia del Estado, mejorar esa calidad del Estado, más que cantidad la clave es la calidad. Por supuesto que si vos no tenes Estado, no hay ningún modelo de desarrollo posible. Ahora dado el nivel de intervención del Estado vos tenes que asegurarte que esa calidad de la intervención sea alta, y eso tiene que ser una agenda muy importante de la política pública».

Un sector altamente feminizado


Según el informe de Fundar, las mujeres representan el 56% del empleo público y los varones el 44%. Este dato se explica en parte por la feminización de sectores como salud y educación.

En Neuquén, por ejemplo, hay 19.914 docentes mujeres en el sistema público y 1.375 en el privado, mientras que los maestros son muy pocos: 7.832 (en el público) y 586 (privado), de acuerdo a las cifras oficiales del Consejo Provincial de Educación. Las auxiliares de servicio son el 68,5% del total.

Las provincias con empleo público más feminizado están en la zona centro y en la patagonia: Santa Cruz, Neuquén, Río Negro, Chubut superan el promedio nacional.

¿Qué sucede en el sector privado? Las mujeres se ubican en ramas como turismo y comercio, pero son minoría en la industria que mejores sueldos paga en la provincia: la hidrocarburífera. La participación es baja, sobre todo en áreas técnicas y operativas. Esto provoca que se ensanche la brecha salarial a favor de los varones.

En dos años se sumaron 450 trabajadores en áreas esenciales


En 2023 había 70.950 empleados y empleadas públicas en Neuquén. Este número comprende las áreas esenciales -salud, educación y seguridad que representan el 70%- y toda la administración pública. Quedan excluidos los Poderes Legislativo y Judicial y los municipios. Tras dos años de gestión el gobierno de Rolando Figueroa sumó 450 personas.

El ministro de Trabajo, Lucas Castelli, afirmó que con esa dotación se reforzaron las áreas esenciales (unos 1.900 puestos) y se recortó personal de planta permanente y política (1.400 aproximadamente fueron despedidos).»Era gente que cobraba y no asistía, o algunos no estaban viviendo directamente acá», justificó el funcionario.

Cada martes y viernes, cuando se publica el Boletín Oficial de la provincia, nunca falta una exoneración por incumplimientos graves (presentación de certificados truchos) o directamente delitos (condenas por abuso sexual).

«Nosotros creemos en un Estado, en primera medida, un Estado eficiente. Cuando hablas de eficiencia es que no haya personas que no cumplan, pagándoles un sueldo dentro del Estado, de las cuales el día de mañana no generen nada para mejorar la calidad de vida de los neuquinos. Eso fue un poco el reordenamiento que hemos marcado desde el inicio de la gestión. Reordenar el Estado también tenía que ver con el personal, pero creemos muy fuerte en un Estado presente», aseguró el ministro.



El peso del empleo público es un tema recurrente en la conversación política, especialmente desde la asunción del presidente Javier Milei que podó las ramas del Estado. ¿Cuál es su dimensión real en cada una de las provincias?

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