Por el intento de femicidio de su pareja le impusieron 13 años de prisión
La víctima le había dicho que no quería continuar con la relación. El acusado la apuñaló dos veces.
Julio Pérez, a la derecha, junto a su defensor en la audiencia de ayer (Zoom).
Simuló darle un beso de despedida, pero aprovechó la cercanía física para clavarle dos veces un cuchillo y causarle heridas graves que la dejaron al borde de la muerte. Por ese hecho condenaron a Julio Alberto Pérez y ayer le impusieron 13 años de prisión efectiva.
«Hubo una suerte de premeditación para asegurar la escena delictiva» y el objetivo de asesinar a la víctima «no se concretó por circunstancias ajenas al autor, porque los médicos intervinieron rápidamente», afirmó el juez Lucas Yancarelli al pronunciar el veredicto.
Junto con la jueza Carina Álvarez y el juez Mauricio Zabala integraron el tribunal que juzgó y condenó a Pérez por unanimidad. La acusación la formularon el fiscal jefe Agustín García y la asistente letrada Verónica Zabala. La defensa particular estuvo a cargo de Roberto Berenguer.
El ataque ocurrió el 20 de julio del 2020 poco antes de las 9 de la mañana en la vivienda de la víctima, en un barrio de Neuquén. El día anterior ella le había comunicado a Pérez, un obrero de la construcción de 52 años, que no quería continuar con la relación.
Llevaban pocos meses de noviazgo, en los cuales el hombre había desplegado numerosas formas de violencia sobre la mujer: «la golpeaba, la celaba, la perseguía», señaló Yancarelli. Había «un contexto de violencia física y psíquica, el imputado manipulaba a la víctima», agregó.
Señaló que «también tuvimos en cuenta, como tribunal, la conducta del imputado durante el proceso. Aportó información mendaz, y eso lo valoramos negativamente, como un indicio de mala justificación».
Sobre la extensión del daño, indicó que fue «un daño económico y en la salud. Las secuelas todavía perviven, el hecho fue hace más de un año y la víctima todavía no puede llevar a cabo sus actividades normalmente, depende de la ayuda económica del Estado, de los hijos, carece de la independencia que tenía antes. Sus empleadores la apoyan y la ayudan, pero no puede trabajar las horas que trabajaba antes».
El único atenuante que tuvieron en cuenta fue la falta de antecedentes del imputado.
En definitiva, le impusieron 13 años por tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por el contexto de violencia de género.
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