Por estar prófugo, no pueden aplicarle el fallo que le redujo la condena

ROCA (AR).- La justicia rionegrina concedió a un hombre extranjero, condenado a 22 años y medio de prisión, el beneficio que solicitó en función de un debatido artículo de la ley de Migraciones: ser expulsado del país y que se le considere extinguida la pena luego de haber cumplido la mitad de la condena. Sin embargo, lo que decidió el Superior Tribunal de Justicia en un fallo dictado en diciembre pasado aún no puede cumplirse porque el principal interesado y beneficiario de la medida judicial, Sandro Marcelo Santana Coronado, de 37 años, está prófugo. Esta semana las autoridades judiciales de Roca confirmaron que el hombre escapó del Servicio Penitenciario mientras se tramitaba el beneficio y que, por ende, no pueden cumplir con la sentencia del STJ, que incluye la inminente expulsión del país hacia su Chile natal y la prohibición de regresar al territorio argentino durante 25 años, según una disposición que data de 2007 y que fue dictada por la Delegación Viedma de la Dirección Nacional de Migraciones. Ese organismo declaró “irregular” la permanencia en el país de Santana Coronado y ordenó su expulsión del territorio nacional. Y en función de esa disposición, la defensa del condenado, a cargo de la abogada oficial de Roca Gabriela Labat, inició los trámites del llamado “extrañamiento” previsto en el art. 64 inc. a) de la Ley 25.871. Esa norma, que implica considerar extinguida la pena del ciudadano extranjero siempre que haya cumplido al menos la mitad de la condena y no tenga nuevas causas, fue declarada inconstitucional en noviembre de 2009, cuando la Cámara Criminal Primera de Roca analizó el planteo de la defensa de Santana Coronado. Básicamente, el tribunal sostuvo que se trataba de “un privilegio irrazonable a favor del extranjero”. Pero aquel fallo fue revertido por el Superior Tribunal, que convalidó la constitucionalidad de la norma cuestionada y ordenó avanzar con el proceso de “extrañamiento” del detenido. Sin embargo, el fallo no puede cumplirse porque el hombre sigue prófugo.