Por primera vez, las profundidades del lago Nahuel Huapi quedaron registradas

Una cámara subacuática fabricada por ingenieros del Centro Atómico Bariloche llegó a los 350 metros de profundidad. Las imágenes formarán parte del documental Bajo Superficie, sobre el Nahuelito, de Miguel Ángel Rossi.

Una cámara de deriva, fabricada por ingenieros del Centro Atómico Bariloche, permitió registrar el lago Nahuel Huapi, a unos 350 metros de profundidad. “Es un registro histórico. Llegamos hasta donde nunca antes se había llegado”, resumió el director de cine, Miguel Ángel Rossi.

Las imágenes se tomaron en Punta Galiani, a la altura del kilómetro 22 de avenida Bustillo, y en Brazo Tristeza para el documental Bajo Superficie sobre el Nahuelito. Sucede que en ambos sectores, aseguró el director, se registraron dos avistamientos importantes en los años 90, por parte de una vecina de Bariloche y un grupo de pescadores. Esas escenas fueron recreadas en la película que se estrenará en marzo del año próximo.

“Más allá del mito del Nahuelito, este documental termina siendo una investigación sobre el lago Nahuel Huapi, con el aporte de varios investigadores”, manifestó.

El equipo que lidera Rossi tenía previsto traer una cámara rob de Chile, que se usa de forma remota, cuando la pandemia obligó a cerrar las fronteras. “Hace un tiempo, desistimos porque todavía es incierta la apertura del paso internacional. En ese momento, se acercó Mariano Nowakowski, del Centro Atómico, para sumarse al proyecto con el armado de una cámara que registrara el lago de forma subacuática», comentó.

Hasta ese momento, otro ingeniero del Centro Atómico Bariloche, Matías Robador, había fabricado un pequeño modelo de Robotino que graba en forma subacuática y es empleado en la parte de líquidos de los reactores. “A partir de ese modelo, empezaron a construir el primer Rob argentino. Con mucha apertura del Instituto Balseiro y el Centro Atómico filmarmos todo el proceso de construcción en los diferentes talleres y las primeras pruebas”, expresó Rossi.

Pero como la construcción se demoraba más de la cuenta, se avanzó paralelamente en una cámara de deriva “que no es operada a control remoto sino manualmente, aunque llega a bastante profundidad”. Con esa cámara, se avanzó en las grabaciones para el documental.

Durante casi dos horas, los integrantes del equipo fueron siguiendo lo que ocurría en las profundidades del Nahuel Huapi. “La cámara nos marcaba 350 metros de profundidad. En algunos lugares, observamos cuevas, un sistema rocoso y una gran biodiversidad. Hay cosas maravillosas que uno no imagina”, contó Rossi.

En ese momento, Nowakowski atinó a decir: “La biodiversidad de esas profundidades está a punto de salir a la luz”.

Las imágenes del lago se veían en tiempo real. “La cámara tiene una fibra óptica y todo quedaba registrado en la computadora. De modo que íbamos viendo minuto a minuto en el monitor. En ese momento, no nos dimos cuenta que estábamos recorriendo zonas inexploradas. Estábamos viendo cosas que no había visto nadie y que quedaron registradas para la ciudad”, admitió Rossi.

El trabajo de Bajo Superficie arrancó en marzo de 2019, pero la pandemia, obligó a un parate. “El objetivo era no superar los dos años de producción y finalmente, serán tres. En agosto, salimos con un barco de la Prefectura a hacer ficción. Participaron actores y miembros de la fuerza que han colaborado en gran medida con este trabajo que, es en definitiva, una gran suma de esfuerzos”, resaltó.


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