Cada uno tiene su Dios en la Comarca Andina

El Paralelo 42° tiene una concentración mística única. Conviven unas 70 religiones, cultos y sectas y en cada acto patrio la oración la hacen en conjunto un cura, un pastor evangélico y un musulmán.

“Somos una sociedad abierta y cosmopolita, hay lugar para todos”, aseguran los vecinos de la Comarca. Es que El Bolsón tiene “una concentración mística única. Desde Sai Baba, hinduistas, distintas corrientes cristianas, orientales poco conocidas, hasta gente que sigue al calendario maya”. Aun cuando no hay datos oficiales, se estima que unas 70 religiones, cultos y sectas conviven en el Paralelo 42°.

“Solamente aquí puede suceder que la oración litúrgica de un acto patrio sea hecha en conjunto por un cura, un pastor evangélico y un mahometano”, valora la directora de Ceremonial del municipio de El Bolsón.

La Stupa de la Iluminación se encuentra a pocos metros de la Ruta 40, llegando a Epuyén, y es la más grande del país.

El templo budista está abierto al público, que se acerca a hacer girar las ruedas de las oraciones.

“El ser humano es capaz de una transformación grande, propia y del entorno. Tenemos que vivir unificados y tenemos un gran potencial para crecer, expandir luz y afecto, independientemente de nuestras creencias”, resalta Flaviah Motta, una brasileña que desde hace 18 años es referente del Jardín Mundial de Paz, en La Rinconada de Epuyén, que propone el cambio del calendario estanco de doce meses al de las trece lunas, sincronario maya de 28 días.

Por allí cerca, la Stupa de la Iluminación “no tiene nada que envidiar a sus hermanitas tibetanas, tanto en belleza como en transmitir la tranquilidad y simpleza del budismo. Y lo mejor es que queda aquí nomás”, asegura el fotógrafo Leo Ridano sobre el imponente monumento espiritual –con sus 108 banderas verticales de oraciones–, emplazado a pocos metros de la Ruta Nacional 40, llegando al pueblo de Epuyén.

Unos 300 fieles de todas las edades concurren a las celebraciones en la mezquita de Mallín Ahogado, la más distante de la Meca en todo el mundo.

El sheij Rauf Felpete y su regalona, la burrita ovejera.

Mallín Ahogado multicultural

En la otra punta de la Comarca Andina, el paraje Mallín Ahogado se caracteriza por su aspecto humano multicultural y multifacético, con pobladores descendientes de los colonos e inmigrantes llegados desde diversos países, todos buscando una vida de sosiego y en contacto con la naturaleza.

Allí precisamente, desde 1998, está la mezquita más austral de la Argentina y la más distante de la Meca en el mundo. La construyó el sheij Abdul Raúf Felpete (de profesión “huesero”) con sus propias manos, dentro de su chacra. Luego, en el 2005, la municipalidad local autorizó que una fracaaaaaaación del mismo terreno se destine al séptimo cementerio musulmán del país, el único de la Patagonia y el primero de la orden Naqshbandi en 400 años. El sheij acaba de regresar de Chipre, donde Maulana Sheij Muhamed (considerado un “santo vivo” para el mundo islámico) le confirmó que vendrá nuevamente al país en septiembre del 2020.

Unos kilómetros antes aparece “el misterioso monasterio” de la misión Virgen María Reina de las Flores, surgido en 1990 desde la Iglesia Católica de los Mariavitas de la Argentina y dirigido por el obispo Claudio Paleka. No obstante, desde hace tiempo permanece completamente cerrado y nada se sabe de su líder. Cabe recordar que en su momento se vinculó al lugar con el centro alquímico “Transmutar”, famoso en los medios porteños luego de que las hermanas Gabriela y Silvina Vázquez asesinaran a su padre a cuchillazos, al parecer poseídas por sustancias alucinógenas.

“El islam que practicamos nosotros no es peligroso; es sano, creyente y bondadoso, frena cualquier intento de entrada de violencia”, aclara el sheij.

Una mirada más tradicional

Otro monasterio –de clausura– está en Rincón de Inalef, también en Mallín Ahogado, y pertenece a la Compañía de Jesús y de María. Una vez por semana, los monjes católicos de pelo corto y túnicas negras se dejan caer por el pueblo en una enorme camioneta para hacer sus compras.

“No tenemos televisión ni vamos al cine, pasamos el día en nuestros rezos o estudios, trabajando la tierra con nuestras manos, cortando la leña que nos guarda de las inclemencias del tiempo, ayudando a algún vecino o enseñando el catecismo. Lo mismo que hace 300 años hicieron aquí los padres Mascardi, Guillelmo, Elguea y Laguna, héroes de la cristianización de los poyas y de los puelches en las riberas del Nahuel Huapi”, cuentan a todo aquel que quiera conocerlos.

Rechazan de plano “los cambios en la misa y en los sacramentos obrados desde 1969 a la fecha; apoyados en la sana teología apostólica que nos indica una clara contradicción entre la doctrina católica y esos cambios y la evidencia irrefutable de la disminución de la fe de los católicos, así como su abandono de la práctica religiosa o inclusive su éxodo a las sectas”, critican.

En cada iglesia evangélica barrial hay grupos de jóvenes con actividades sociales.

Hay unas 40 iglesias evangélicas en los barrios de El Bolsón.

Viva la diversidad

Por El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo y Cholila tampoco faltan los ejércitos de Testigos de Jehová que cada fin de semana ganan las calles para tratar de “despertar” a sus vecinos. Se agregan los mormones de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con un perfil más tranquilo, aunque cada tanto aparecen los jóvenes altos y rubios llegados desde EE. UU. para misionar por estos lares.

Un capítulo aparte para los evangélicos, con casi un centenar de iglesias diseminadas por la comarca, de las cuales unas cuarenta están asentadas en los barrios y parajes de El Bolsón. Varias de ellas integran el Consejo de Pastores. Su presidente es Marcos Schvoumaker –de “Jesús vida abundante”– y tienen proyectos en común, como la construcción de un playón comunitario, comedores para niños y ancianos o convocatorias para celebrar el pentecostés u otras fechas importantes.

Pero no todas son flores en el camino del Señor. Al frente de la congregación franciscana está el padre Ricardo Cittadini, quien critica que “son pocos los pastores evangélicos que hablan bien de la Iglesia Católica y muchos de los argumentos de su gran propuesta es en contra de los santos, del papa y de la comunión, pero terminan vistiéndose, celebrando, bautizando y casando como sacerdotes, sin haber sido ordenados y sin la sucesión histórica que regaló Jesús a la humanidad, son apenas gestos sin contenido veraz”, remarcó.

Por supuesto que en un pueblo con tanta diversidad cultural tampoco falta algún umbanda y hay quienes aseguran “prácticas satánicas” en la puerta del cementerio con la aparición “de velas negras y rojas y hasta alguna gallina muerta”.

El pueblo mapuche reza a Futa Chao para pedir “buenas cosechas, abundante pasto y caza y buen clima”.

Comunidades originarias

El espectro religioso incluye además al pueblo mapuche. Los mapuches “no necesitamos un templo ni estar rodeados de un montón de gente para conectarnos con Futa Chao”, explicó Alejandro Huenchupan. Al levantarse, cada mañana, reza bajo un maitén –árbol de la sabiduría– a Futa Chao, porque es “nuestro único Dios, creador del universo y de todo lo que nos rodea”, y a quien se dedican las principales rogativas anuales –camaruco o nguillatún–, para pedir “por buenas cosechas, abundante pasto y caza y buen clima”. El líder de la comunidad Tequel Mapu de El Bolsón también valoró el wiñoy tripantu –año nuevo mapuche–, que se celebró esta semana con el solsticio de invierno, donde “se renueva la energía y es el nuevo despertar de la tierra y naturaleza, de las estrellas de los espíritus protectores y dadores de vida”.

La iglesia El Faro posee el templo evangélico más grande de El Bolsón, con capacidad para 600 personas, paneles acústicos especiales, pileta climatizada para bautismos y construcción antisísmica “como para esperar el apocalipsis”.

El pastor Benjamín Meister reúne multitudes en El Faro cada fin de semana.

El Faro

“Somos una iglesia evangélica pentecostal con 34 años de vigencia en la zona y la sigla significa fe, acción, reproducción y objetivos”, comienza relatando el pastor Rodrigo Busconi.

El pastor Benjamín Meister, líder espiritual de la congregación que cuenta con el templo más grande la ciudad, con capacidad para unas 600 personas, paneles acústicos especiales, pileta climatizada para los bautismos y una construcción antisísmica “como para esperar el apocalipsis”, es el principal impulsor de cambiar el lema de El Bolsón de ‘mágico y natural’ a ‘divino y natural’, porque “acá la mano de Dios está a cada paso”.

Acerca del éxito masivo de público que se vive cada fin de semana en la sede de 25 de Mayo y Azcuénaga, Busconi evalúa que “es el mismo espíritu santo quien convoca a la gente, transformando su corazón, convenciéndola de pecado, justicia y juicio y volver hacia Dios”.

En su trabajo en la Comarca Andina, la iglesia El Faro compró seis lotes en Epuyén donde construirán un templo y un campus para “la enseñanza, recreación, contención de jóvenes y un espacio para poder ayudar a la gente”, adelantó.

El padre Ricardo Cittadini junto a una virgen con rasgos orientales, una curiosidad traída desde China.

La parroquia Nuestra Señora de Luján, en el centro de El Bolsón.

Una virgen china

Con 70 años de existencia, la parroquia Nuestra Señora de Luján forma parte de la arquitectura histórica del centro de El Bolsón. Su interior, con paredes austeras y techo de madera, rememora a las iglesias de la isla de Chiloé. Como dato curioso, en una pequeña capilla interna se conserva una imagen de la Virgen (con rasgos orientales) traída como regalo desde China por el padre Favaratto.

“Poco a poco, los frailes han querido estar presentes en cada barrio y paraje, hoy tenemos 14 templos, incluyendo Mallín Ahogado”, detalla el padre Ricardo Cittadini.

Acerca de las demandas actuales, resaltó que “lo que más me duele es que el pueblo esté tan fraccionado y dividido, con reclamos, insultos y agresiones, juicios y condenas a mano propia que destruyen la calidad de la vida social. Con un poquito de apertura del corazón y de mente podríamos vivir tan bien, con acuerdos mínimos para luchar juntos por el bien de todos, sería realmente ese El Bolsón mágico y natural que tanto se pregona, ya que hay muchos que han venido a encontrar aquí las maravillas de su naturaleza”.

El sacerdote recordó que “por la década del 50 éramos la única oferta religiosa, pero hoy tenemos muchas iglesias espontáneas, que nacen y mueren con su pastor, con la administración correcta o no de sus bienes”. En cambio, los católicos “tenemos muchas iglesias históricas que se conectan con Jesús, que no dependen solamente del carisma de un líder”.

No obstante, reconoció enseguida que “muchas de nuestras familias católicas se han trasvasado al mundo evangélico, donde reconozco comunidades pequeñas y un trato familiar que nosotros, por el número o descuido, no hemos podido mantener”.

Durante 13 años llegaron más de 1.300 personas de todo el mundo que venían por 13 días a experimentar la vida en Jardín Mundial de Paz.

Jardín Mundial de Paz propone una experiencia de vida natural en comunidad, “como una gran escuela de vida transformativa”.

13 lunas

En la estupa de Epuyén se organizan meditaciones guiadas cada dos domingos.

Budistas

Ronda de mates y oraciones de los islamitas antes de comenzar la jornada.

Mundo islámico

Datos

Vibrar con la naturaleza.-
Flaviah Motta (Estrella Resonante Amarilla es su nombre galáctico) es una brasileña llegada a Epuyén desde San Pablo hace 18 años. “En el 2000 vinimos con una caravana educativa, trayendo toda la información y conocimiento de la Ley para el Nuevo Tiempo, del Movimiento Mundial de Paz”, recordó.
Para los paisanos del lugar “al principios éramos un poco raros, pero nunca nos dijeron hippies, nos conocían como los mayas o 13 lunas. Casi 20 años después, el esfuerzo valió la pena y generó en nosotros una gran transformación, porque más que decirle a la gente cómo hacer las cosas, estábamos experimentando un cambio sustancial de vida”, ponderó.
Detalló que “tuvimos grandes huertas, llegamos a producir dos toneladas de comida. Cosechamos fruta entre los vecinos, hacíamos más de mil frascos de dulce por temporada. Todo el mundo nos ayudaba, la gente venía y en 13 días aprendía sobre alimentación sana, medicina natural y cosmética. No usábamos reloj ni ningún tipo de máquina”.
“Creemos que el cuerpo humano es perfecto. Tuvimos la experiencia de hacer partos naturales (estudiamos bastante para ello) y en un determinado momento también avanzamos con la medicina de la placenta y la aplicamos para la sanación, pero nos acusaron de que nos la comíamos (risas). Hubo mitos, pero enseguida les demostramos que esa no era la verdad. Cuando algo no se conoce, se tiende a imaginar y hablar cosas que no son. Nunca fuimos un foco de infección, venían los médicos y enfermeros y comprobaron que éramos saludables”, subrayó.
Reiteró que no se trata de una religión, sino “de una experiencia de vida, un experimento no común en comunidad basado en la organización social en el tiempo, donde nos identificamos con nuestras firmas galácticas a partir de la fecha de nacimiento de cada ser. Mucha gente conoce esa información a través del calendario maya, por su matriz, con conciencia sobre el tiempo”.
En La Rinconada, en Epuyén, aún quedan varios de los integrantes del Jardín Mundial de Paz, aunque “aquella unidad no común ya no está, porque utilizamos un terreno particular y eso no condice con nuestros principios, aunque ahora estamos proyectando un nuevo experimento en el lugar que llegue para ese fin. Podría ser acá o en otro lado, pero vislumbrando para que funcione como una gran escuela de vida transformativa”, anticipó.
“Miles de velas pueden ser encendidas de una sola vela, sin que la llama de esta decrezca. La felicidad es mayor cuando se comparte”, dice la frase atribuida a Buda que recibe al visitante a la estupa, un monumento espiritual que refleja “la armonía y la perfección de los principios universales”, emplazado en un cañadón natural impresionante, rodeado de vegetación, y construido en el 2011 por la mexicana Alejandra Almada solo con la finalidad de “llevar felicidad a las personas”.
Explicó que, luego de establecerse en el lugar con su esposo argentino, “leyendo todas las escrituras de Buda me encontré con muchas cosas en las que se habla del poder de las stupas, que no radican en sí mismas, sino al poder que le damos al circunvalarla. Lleva a la iluminación, permite que el corazón se abra”.
El sitio está abierto al público permanentemente y además se organizan meditaciones guiadas cada dos domingos, con la visita de lamas, con la coordinación del Centro de Estudios Budistas Samantabhadra.
Forma parte de las estructuras arquitectónicas más antiguas del mundo, que “se construyen en todos los países donde florece esta filosofía”. Sus formas reales y su simbolismo se desarrollaron por más de 2.500 años “a partir de simples relicarios de tierra, originalmente hechos para héroes o reyes, hasta llegar a ser edificios muy complejos que expresan un profundo conocimiento”.
Es así como se convirtieron “en un símbolo multifuncional, un verdadero tesorero de sabiduría sobre los fenómenos internos y externos, sobre el universo, la naturaleza de la mente y sobre el camino que guía hacia el estado del pleno desarrollo o iluminación”.
“Terminada la ceremonia en la mezquita, los hombres se saludan en ronda chocando el pecho y encienden la luz. Desde las 7:30 comparten en la cocina mates con pan, queso y dulces caseros, mientras amanece. De a poco, se irán a cumplir tareas rurales, de mantenimiento o construcción”.
Se calcula que unas 300 personas ya forman parte del islamismo en la región. En la ciudad se los identifica con sus túnicas y turbantes, ya sea atendiendo una oficina pública, un puesto de la feria o una tienda de telas.
De profesión huesero, y con 40 años de residencia en la zona, su líder es el sheij Abdul Rauf Felpete, quien considera a El Bolsón como “un lugar increíble, realmente estamos muy insertados en esta comunidad y hay mucha gente que nos busca porque los musulmanes no se emborrachan, no se drogan, no fuman y no roban. Son valores muy importantes hoy en día, que nos garantizan siempre un lugarcito a la hora de buscar empleo”.
Acerca del crecimiento de su comunidad, argumentó que “están llegando muchos lugareños, algunos sin saber que sus ancestros eran mahometanos en otras tierras”. Precisó que entre sus fieles hay “trabajadores artesanales, electricistas, constructores, jardineros, caseros y hasta un afilador, quien además es docente”.
Desde su mezquita en la Comarca Andina, representando a la orden Sufi Naqshandi, el líder musulmán recorre permanentemente un espacio que va desde México hasta Tierra del Fuego, además de sus viajes a “Tierra Santa”. Al analizar “lo que está pasando en el mundo”, Felpete pidió a los gobiernos que “abran las puertas al islam moderado, de lo contrario se les viene el otro islam. El que practicamos nosotros no es peligroso, es sano, creyente y bondadoso, frena cualquier intento de entrada de violencia”.
Una chacra en Mallín Ahogado, con invernáculos, huerta, galpones, herramientas, animales domésticos y bosque nativo, marca el pulso de la comunidad musulmana en zona. Con todo, el orgullo de Felpete son “los burros que naturalmente cuidan a las ovejas” y que vende cada año por toda la Patagonia.
“Se encargan de protegerlas de los perros, pumas y zorros. Hace 15 años traje el primer burro a esta zona y nunca más perdí un cordero, solamente con orinar ahuyenta a los depredadores”, asegura.

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