«Preámbulo»

«Los representantes del pueblo de la provincia del Neuquén….», así empieza el Preámbulo en nuestra Constitución de esta hermosa provincia, que fue reformada el 17 de febrero del 2006 por la Convención Constituyente.

Hoy, avanzando en el estudio de la materia Derecho Constitucional de la carrera Derecho Judicial, que decidí estudiar en la Universidad Católica de Salta, cuya base fundamental es mostrarnos a los estudiantes el momento del quiebre definitivo de un orden jurídico-político asentado sobre la creencia en la supremacía del poder monárquico, al cual se le atribuía naturaleza divina, se comprendió entonces la necesidad de organizar un nuevo poder que se basara en normas superiores de constitución, emanadas de la soberanía del pueblo. Cuando una nueva fuente de legitimación se impone, aparece el requerimiento de desarrollar sistemáticamente los preceptos que ordenaran la flamante potestad del mando. El poder surge del pueblo y para ello será necesario que el pueblo o la Nación ejerzan potestad soberana mediante un instrumento jurídico: la Constitución.

Ahora bien, me permití traer este comentario… a fin de refrescarles la memoria a nuestros señores gobernantes actuales, empezando desde nuestro señor gobernador Dr. Augusto Jorge Sapag, a nuestra vicegobernadora Dra. Ana Pechen, legisladores, intendentes y concejales, que hoy conforman el gobierno actual período 2007-2011, electos democráticamente por el pueblo.

Mismos que hoy -a casi un poco más de un mes de gestión- permanecen impávidos, irresolutos y hasta me permitiría decir, bajo una mirada cómplice de cómo se está maltratando a hombres y mujeres que el único error que cometieron quizás… es «pensar distinto».

Hoy en la ciudad de Centenario, declarado como otras tantas ciudades de esta provincia en emergencia económica, el intendente Javier Bertoldi y sus secretarios se han constituido en «paladines de la justicia». Ahora me pregunto ¿qué justicia? La del uso y abuso de autoridad, sometiendo a personas que fueron contratadas en gestiones anteriores como empleados administrativos y hoy han sido emplazados a lugares de mantenimiento de calles (barrido, limpieza y junta de escombros), como única alternativa y sin lugar a quejas…para mantener su fuente laboral… Y entonces yo digo, ¿y qué pasó con nuestra Constitución? Misma que -según yo entiendo- nos ofrece derechos y garantías, por ejemplo, artículo 37 y como así también el artículo 38 que prevén y garantizan el derecho al trabajo y los derechos a los trabajadores.

Según mi entender,»señores», por la forma de sometimiento a estas personas -empleadas municipales- se están violando estos artículos de nuestra Constitución sobre todo el artículo 38 en sus incisos a, h, j, y l, sin derechos ellos por su necesidad a presentar reclamo alguno, o es eso, o se quedan sin trabajo… «ah, me olvidaba que es un período a prueba por dos semanas…».

Y más adelante seguí estudiando y me encontré con el artículo 49, hago alusión en este caso por el resguardo a personas mayores… el ingeniero Bertoldi sacó a mujeres de más de 50 años a barrer calles.

Mientras avanzaba en mis estudios me detuve en una parte de la Constitución, más exactamente en la III parte -organización del Estado- título I, Principios Orientadores de la Administración del Estado, el artículo 160 dice así: «Los poderes públicos están obligados a promover y difundir el estudio y la enseñanza de la Constitución». Mientras lo leía me preguntaba cuánta gente no sabe defenderse, porque desconoce que existe un «cuerpo jurídico mayor» que les otorga derechos y garantías para que no sean abusados como hoy lo están siendo estos trabajadores, gente que se calla por miedo a perder su único ingreso, que le garantiza un plato de comida.

¿Hasta cuándo, señores gobernantes? ¿Hasta cuándo van a seguir pensado que la única verdad es la de ustedes? Porque hoy, momentáneamente, gozan de un poder que el pueblo les otorgó mediante un voto.

¡Qué tristeza me da! Porque pensé que el partido al cual pertenezco -hace muchos años- , arraigado en nuestra provincia por la fuerte convicción de hombres y mujeres que defendieron sus ideales bajo fundamentos sólidos, hoy está siendo arrastrado nuevamente por el pensamiento de gente a la que sólo le interesa cuidar sus intereses propios y privados. Nadie se mete, a nadie le importa, todos miran desde la vereda de enfrente, algunos en forma burlona… Total… mientras no les toque a ellos…

¿Este es el consenso del que tanto hablaban?¿ Sometimiento? ¿Abuso? ¿Despidos en masa? Señores gobernantes, me despido con un pensamiento:

«…Los goces que vienen a nosotros en este mundo, sólo son para fortalecernos para algunos trabajos mayores que deben seguir. La sabiduría del hombre aparece en sus actos, porque todo hombre es hijo de sus obras». Pensamiento de Samuel Smiles en su obra «El deber». (1889)

 

Silvina Mabel Ferragut, DNI 21.381.199 – Centenario