Preocupa el cruce de la ruta para los alumnos del colegio “naranja”

ROCA

ROCA (AR).- El inminente inicio de las clases en el colegio secundario del Deportivo Roca abrió el debate sobre los problemas de inseguridad vial que deberán enfrentar a diario muchos adolescentes que llegarán a pie o en bicicleta al atravesar el conflictivo cruce de la Ruta 22 y San Juan.

Allí no sólo se producen embotellamientos, sino que además los vehículos que circulan por una u otra mano de la 22, lo hacen a altísima velocidad.

¿Qué medida de seguridad se aplicará para cuidar no sólo a los chicos sino también a docentes y personal de limpieza que trabajará en el CEM Nº 150? La respuesta debería haber estado hace mucho tiempo, pero a sólo un puñado de días de que arranquen las clases, todavía no se sabe cuál es.

Desde el club, propietario de las instalaciones, se iniciaron gestiones ante la policía provincial para tratar de poner en marcha un operativo de tránsito permanente en ese cruce.

Al presidente Jorge Escaris le prometieron que durante la semana comenzaría una prueba piloto en el lugar para ir “informando” a los automovilistas sobre la transformación de ese cruce en un paso de estudiantes secundarios. En la coordinación de Educación, que tuvo esta semana cambio de funcionarios, recién se estaba analizando ayer.

Las autoridades por ahora recomiendan a estudiantes, docentes o personal de servicio cruzar la Ruta 22 a la altura del puesto caminero y transitar unos 300 metros por la banquina, en dirección contraria a la de los vehículos, hasta llegar a la “esquina” y de ahí continuar hasta el ingreso al club.

Habrá que ver en la práctica cómo se instrumenta este mecanismo, que ya genera mucha preocupación en la comunidad educativa de una institución que recién está dando sus primeros pasos.

La directora Adriana Acebal contó que por ahora el colegio no tendrá agua potable (habrá dispenser en las aulas y en las oficinas de administración) y se estaba a la espera de la llegada del mobiliario.

Sólo había arribado una partida de sillas y mesas, pero no la totalidad para que los 60 alumnos puedan estudiar en los cursos de primeros años que tendrá el establecimiento.