Prevención en lagunas y ríos

• El moho en las piedras (verdín) o los desniveles puede causar resbalones y caídas.

• Nadar donde no se hace pie aumenta los riesgos de ahogamiento.

• Practicar deportes acuáticos sin precalentar puede causar desgarros en el agua.

• Las suelas de goma actúan como antideslizantes debajo del agua: entrar con zapatillas (no con ojotas) puede servir como prevención.

• Nunca hay que zambullirse por completo en el río.

• Las lluvias o vientos que se registran en las zonas serranas pueden hacer aumentar el caudal de los cursos de agua y causar repentinamente desbordes, inundando zonas cercanas. Tenderse a dormir a la orilla puede representar un gran peligro.

• Las posibilidades de sobrevivir en aguas «no transparentes» es dramáticamente inferior a la que existe en aguas cristalinas.

• Es muy riesgoso aprender a nadar en este tipo de aguas o en la playa; es preferible para eso una pileta.

• Los niños deben usar chalecos salvavidas cuando van al río aunque no se bañen. Pero atención, porque los clásicos anillos de caucho con sogas alrededor no representan una seguridad sino un riesgo y no deben ser usados.

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