La hidroponía y el arte de cultivar en el agua

La palabra Hidroponía proviene del Griego Hydro (agua) y Ponos (labor o trabajo) lo que significa “trabajo en agua”. Es un método que permite cultivar plantas utilizando agua y soluciones minerales en lugar de suelo.

En Bariloche la ingeniera agrónoma Flavia Bordato es precursora en el tema y lleva adelante desde hace cinco años “Hidroponía Andina”: un emprendimiento familiar que cuenta con más de 500 m2 cubiertos donde se cultivan diversos tipos de hortalizas mediante este sistema. El proyecto está destinado a desarrollar cultivos sustentables y orgánicos y, según explica su fundadora, “nació con la idea de brindar vegetales frescos y sanos, respetando y cuidando el medio ambiente”.

Algunas de las ventajas con las que cuenta este tipo de producción son las que captan la atención de productores de la región. Por ejemplo, el uso del agua se reduce en un 90 %, ya que el recurso se recicla. No es un dato menor si se tiene en cuenta que los períodos de sequía suelen ser duros y extensos en gran parte de la región patagónica.

Además la velocidad de crecimiento del cultivo es rápida si se lo compara con el uso de suelo convencional. En este aspecto Bordato explica que “teniendo en cuenta, por ejemplo, que el crecimiento de la lechuga por hidroponía tarda unos 60 días desde la germinación de la semilla hasta la cosecha, perfectamente pueden darse 5 ciclos productivos en un año, lo que significa una gran ventaja.”

También el hecho de que el cultivo pueda desarrollarse en invernadero permite utilizar mecanismos de producción que no son desconocidos en la región. “Que el factor meteorológico no influya sobre el resultado productivo es una ventaja para nada despreciable en la Patagonia, donde el viento y el frío suelen atentar contra la producción agropecuaria”, subraya la agrónoma.

Según los especialistas, quienes desean incursionar en el ámbito comercial con este tipo de cultivo se encuentran con un producto que tiene un alto costo de inversión, pero bajo costo productivo y un rápido retorno.

En este sentido, la ingeniera Bordato diferencia entre uso doméstico o comercial. “En el aspecto comercial la inversión es alta comparado con un cultivo tradicional, pero yendo de a poco se pueden obtener buenos resultados”, explica. “A nivel doméstico –prosigue– se puede ir armando un módulo de cultivo con elementos de la casa y no implica un alto costo.

El Agua y las sales son un factor fundamental. El agua debe estar limpia, ser potable, porque es donde la planta crece con el aporte de las sales, que son las que otorgan los nutrientes que la planta precisa. No sólo es un cultivo limpio, sano y vistoso, sino que no es necesario ningún tipo de agroquímicos para la producción.

Debido al interés que despierta el tema en la región y la demanda de este tipo de productos la ingeniera Flavia Bordato junto al INTA Bariloche organizan un curso internacional de Hidroponía que tendrá lugar del 14 al 16 de noviembre próximos.

El mismo contará con la presencia de los especialistas Gumersindo Hernández Vidrio, de México; Carlos Hidalgo, de Perú y Jorge Birgi del INTA Santa Cruz, referente de Hidroponía en la Patagonia.

La capacitación se realizará en el INTA Bariloche y quienes deseen inscribirse pueden solicitar información en la Página de Facebook “Hidroponía Andina” o al teléfono 294 154 578433.

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