Que gane el mejor y que sea justicia…

PARIS (Por Pablo Perantuono, desde Roland Garros).- En París al fin salió el sol, preludio ideal de lo que será un gran día. Porque hoy, cuando a las 3 de la tarde de Francia, Guillermo Coria y Gastón Gaudio ingresen juntos al estadio Philippe Chartrier para disputar la final de Roland Garros, el tenis argentino vivirá su gran hora, esa que los pioneros de este deporte tal vez ni imaginaron en aquella tarde de 1892, cuando fundaron en Juncal y Quintana el Buenos Aires Lawn Tennis Club.

Aquel fue el acto fundacional del elegante deporte de las raquetas en Argentina.

Lo de hoy significa el cenit de esa peripecia, en especial para un país que hizo del polvo de ladrillo su escuela y del Abierto francés su mito.

Las fichas están jugadas y poco queda por decir de un torneo que resultó fascinante y sorpresivo, en partes iguales.

Al partido decisivo llegan un candidato escencial -Coria- y un finalista sorpresivo -Gaudio-. A las 10 de la mañana de Argentina (por ESPN), comenzará a definirse la historia.

¿Quién de los dos se llevara la ansiada Copa? ¿El «Mago» que cautiva al circuito, o el «Gato» que volvió de las tinieblas? ¿Podrá el juego de Gaudio desgastar al incansable y paciente Coria? ¿Serán suficientes su revés filoso y sus drops inalcanzables para lastimar al chico que parece estar en todos lados?

Todas las respuestas se conocerán hoy, cuando la bola vuele por el aire y la emoción apenas deje espacio para respirar.

¿Cómo sera la final? Hablan los especialistas, en dialogo con «Río Negro».

Para Bud Collins, una autentica celebridad dentro de los cronistas del circuito profesional, editor jefe del Boston Globe, «puede pasar cualquier cosa, porque el torneo ha tenido varias sorpresas».

Al toque se la jugó y tiró: «Me inclino por Gaudio, porque me gusta su juego, me gustan sus golpes y en especial me gusta mucho su revés. De todas formas, esto ha sido histórico para el tenis argentino».

«Río Negro» le pregunta a este hombre de 70 años -que luce moño, pantalones floreados y una sonrisa que deja escapar con enorme facilidad-, si lo vio celebrar a Guillermo Vilas en 1977. De inmediato, los ojos se le prenden: «Ohhuuu, el toro de las pampas, claro que lo vi. También lo vi ganar el Abierto de Australia al año siguiente».

Collins, que ha visto 105 finales de torneos Grand Slam -es considerado un verdadero sabio del tenis-, se inclina por Gaudio, acaso fascinado por su andar felino y elegante.

Pero la gran mayoría de los periodistas creen lo contrario y se inclinan por la magia de Coria, gran favorito en la previa.

Alexandre Juillard, por ejemplo, del diario francés L'Equipe, piensa que ganará el de Rufino»por juego, por mentalidad, por condición física y porque lo veo mas fresco. Ojo, sería bárbaro si Gaudio se queda con la victoria. Ademas, se trata de una final, y puede pasar cualquier cosa».

Emocionado porque después de tantos años en el circuito al fin el tenis nacional es protagonista, Guillermo Salatino, histórico cronista de La Red y Fox Sports, asegura que esta «fue una semana increíble, de una excitación total para mi».

«Me tuve que tomar una pastilla para poder dormir -agrega 'Salata'-. ¿Ganador? Coria, por mentalidad, porque es muy fuerte en ese aspecto y en una final eso cuenta mucho».

Completa Guillermo Caporaletti, heredero de Salatino en radio Continental, «va a ganar Coria, porque está acostumbrado a jugar finales y porque se preparó especialmente para ganar este torneo».

No parece haber demasiado misterio, entonces. Para todos Coria es indetenible.

Tiene ventaja en el récord ante Gaudio y en los partidos decisivos se mueve como un simio por los arboles.

El de Temperley, en todo caso, podrá aprovechar una condición aleatoria: lo suyo en este torneo ya ha sido histórico, además de que no es el candidato y eso puede quitarle presión en la final 'albiceleste'.

Es cierto, de todas formas, que la de hoy será la gran oportunidad de su vida de llevarse un Grand Slam, y que es muy probable que Coria sea protagonista en Roland Garros por muchas temporadas más.

Ya está, es la hora de la verdad. Sólo queda decir, como decían en el ocaso del siglo XVIII, cuando nació el deporte blanco en nuestra tierra, que gane el mejor y que sea justicia.

una sonrisa que deja escapar con enorme facilidad-, si lo vio celebrar a Guillermo Vilas en 1977. De inmediato, los ojos se le prenden: «Ohhuuu, el toro de las pampas, claro que lo vi. También lo vi ganar el Abierto de Australia al año siguiente».

Collins, que ha visto 105 finales de torneos Grand Slam -es considerado un verdadero sabio del tenis-, se inclina por Gaudio, acaso fascinado por su andar felino y elegante.

Pero la gran mayoría de los periodistas creen lo contrario y se inclinan por la magia de Coria, gran favorito en la previa.

Alexandre Juillard, por ejemplo, del diario francés L'Equipe, piensa que ganará el de Rufino»por juego, por mentalidad, por condición física y porque lo veo mas fresco. Ojo, sería bárbaro si Gaudio se queda con la victoria. Ademas, se trata de una final, y puede pasar cualquier cosa».

Emocionado porque después de tantos años en el circuito al fin el tenis naciona es protagonista, Guillermo Salatino, histórico cronista de La Red y Fox Sports, asegura que esta «fue una semana increíble, de una excitación total para mi».

«Me tuve que tomar una pastilla para poder dormir -agrega 'Salata'-. ¿Ganador? Coria, por mentalidad, porque es muy fuerte en ese aspecto y en una final es cuenta mucho».

Completa Guillermo Caporaletti, heredero de Salatino en radio Continental, «va a ganar Coria, porque está acostumbrado a jugar finales y porque se preparó especialmente para ganar este torneo».

No parece haber demasiado misterio, entonces. Para todos Coria es indetenible.

Tiene ventaja en el récord ante Gaudio y en los partidos decisivos se mueve como un simio por los arboles.

El de Temperley, en todo caso, podrá aprovechar una condición aleatoria: lo suyo en este torneo ya ha sido histórico, además de que no es el candidato y eso puede quitarle presión en la final 'albiceleste'.

Es cierto, de todas formas, que la de hoy será la gran oportunidad de su vida de llevarse un Grand Slam, y que es muy probable que Coria sea protagonista en Roland Garros por muchas temporadas más.

Ya está, es la hora de la verdad. Sólo queda decir, como decían en el ocaso del siglo XVIII, cuando nació el deporte blanco en nuestra tierra, que gane el mejor y que sea justicia.

Nota asociada: Rachas y un poco de historia «Está cincuenta y cincuenta» «Prefiero Roland Garros a ser top ten» ¿Argentinos…? Ah, sí, los finalistas

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