Qué hacer para mitigar la humedad en paredes

Un problema recurrente en las construcciones de nuestra región y muy difícil de controlar. Qué se puede hacer en cada caso para encontrar una solución que perdure por varios años.

Los problemas de humedad de cimientos y paredes son una constante en las viviendas, sin importar la antigüedad de la mismas.

La solución definitiva es muy compleja, pero hay algunos arreglos que se pueden intentar y que ayudarán a mitigar el daño en muros tanto en su parte exterior como interior.

Vale la pena el esfuerzo porque de otra manera es una verdadera tortura vivir con muros descascarados, con hongos, que expulsan mal olor al ambiente, y con riesgos para la salud de los habitantes de la casa.

Empecemos por tratar de entender cuál es el problema que ocasiona la humedad en las paredes.

Los muros de una casa son permeables a la humedad; es decir que la absorben desde el suelo. La humedad por filtración desde los cimientos y del suelo puede terminar dañando seriamente todas las paredes de una casa.


Hay que tener en cuenta que no todos los problemas tendrán que ver con la humedad del suelo (terreno) y pueden deberse a otras cuestiones, a saber:

• Humedad en paredes por condensación.
• Fugas o pérdidas en una tubería enterrada.
• Humedad en canaletas o desagües bloqueados
• Pérdidas por cañerías (tuberías) de agua averiadas.
• Humedad por filtración en el techo, la fachada o las aberturas.

Todas y cada una de estas alternativas requerirán de una atención especial a través de albañiles o plomeros.

Pero, si estamos seguros que la humedad proviene del suelo entonces veamos qué se puede hacer.


A este tipo de humedad se la denomina humedad por capilaridad.
La gran mayoría de las casas anteriores a la década del 50 están sujetas a este tipo de humedad de infiltración, pero también la padecen casas de pocos años con tratamiento de cimientos inadecuados.

El origen puede ser la falta de una capa aisladora que bloquee la humedad de cimientos o problemas propios del paso de los años.

Cuando la casa está en contacto directo con el suelo, sus muros absorben y bombean agua del terreno hacia arriba.

La humedad (agua) atraviesa los pequeños canales dentro de las paredes, que tienen el diámetro de un pelo (de ahí el nombre de capilares). Éstos a su vez, se conectan con los poros (pequeños huecos) de la estructura interna de los materiales de construcción. Esto es lo que se denomina capilaridad.

Si la capilaridad fuera la única causa, el ascenso de humedad en paredes no superaría los 40 a 80 cm de altura. Sin embargo, a menudo alcanzan de 1 a 1,50m, e incluso puede llegar mucho más alto.


Esto puede deberse a la colocación de revestimientos en la superficie de los muros interiores, que lo único que hacen es impedir que esta salga y se evapore. Al no tener escapatoria la humedad corre por detrás de los revestimientos y sale por dónde puede, es decir por encima de donde termina la línea de cerámicos.

Analizada las causas por las cuales las paredes de una vivienda pueden estar húmedas, resta saber qué se puede hacer para evitar esta situación.

Una de las opciones es rehacer la capa aisladora. Esta técnica normalmente se emplea en casas antiguas, que por lo general no poseen capa aisladora.

Básicamente implica cortar de lado a lado los muros con problemas de humedad, por encima del nivel de pisos o zócalos, en una altura de 15 centímetros desde el piso.

El tratamiento incluye el reemplazo de esa área del muro, por hileras de ladrillo pegados con mortero impermeable. Como complemento para asegurar la barrera antihumedad se coloca una membrana plástica o asfáltica. De esta manera se logra una barrera hidráulica que hace las veces de capa aisladora, bloqueando la subida de humedad.

Cortes para reconstruir la capa aisladora.


El corte de los muros se alterna en anchos de alrededor de 50 a 60 centímetros como una manera de evitar que se vea afectada la estabilidad de las paredes. Dentro de sus ventajas está su alta efectividad y bien ejecutado es una solución definitiva a la humedad por capilaridad.

Entre sus desventajas figura el elevado costo de mano de obra, la ejecución de la tarea genera mucha suciedad y el tiempo de ejecución es largo.

El sistema de inyección de resinas consiste colocar en el muro un líquido impermeabilizante a base de siliconas. En la parte inferior de las paredes con humedad, se forma una barrera antihumedad que corta el ascenso de agua por los capilares de la pared en cuestión.

El método de trabajo consiste en realizar perforaciones en la parte inferior de la pared afectada, con agujeros de unos 13 mm de diámetro y con una inclinación de 45°. En ellos se vierte el producto hasta lograr la saturación de la pared. Para mayor seguridad el proceso debe ser repetido al menos una vez.

En contacto con la humedad del muro el producto se polimeriza (se endurece) formando una barrera hidrófuga impermeable.

Este sistema no elimina la humedad, pero la ventila al ambiente de una forma controlada a través de minúsculas perforaciones en las placas de yeso.

En una próxima entrega explicaremos cuál es su funcionamiento y en qué casos se pueden aplicar.


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